Albert Bandura es un psicólogo moderno que ha pasado toda su vida trabajando en cuestiones de conducta. No tuvo miedo de enfrentarse a la teoría más popular de los conductistas sobre la motivación del comportamiento y fundó su propia teoría.
¿Cómo afecta la demostración de un comportamiento cruel a un adulto, y más aún a un niño? Aprenderás sobre esto en este artículo.
Camino de vida
La biografía del científico comenzó en un pequeño pueblo de Canadá. La familia es bastante simple: el padre es trabajador, la madre es vendedora en una tienda de comestibles. La ciudad era tan pequeña que sólo había una escuela, donde todas las materias eran impartidas por sólo dos profesores. De modo que los propios estudiantes tenían que ser responsables de la calidad de su aprendizaje.
Después de graduarse de la escuela, Bandura decidió ingresar a la Facultad de Biología. Pero resultó que llegó temprano a clase y decidió hacer un curso adicional, eligiendo psicología. Desde entonces, su elección profesional ha cambiado. En 1949, se graduó en la universidad con una licenciatura en psicología. Luego continuó sus estudios de posgrado y en 1952 ya se doctoró en filosofía. Le ofrecieron un puesto docente en la Universidad de Stanford, donde todavía enseña a estudiantes.
¿Por qué es famoso Bandura? Fue más allá que los conductistas al crear la teoría del aprendizaje social. El científico demostró que el comportamiento humano está controlado no sólo por mecanismos de refuerzo positivo, sino también por muchos factores sociales. Este enfoque es más relevante y ahora cuenta con muchos partidarios. Por cierto, Bandura sigue vivo; en 2016 cumplirá 91 años.
La esencia del aprendizaje social
Creada en 1977, la teoría es un concepto esencial relacionado con el aprendizaje. Bandura demostró que una persona decide qué hacer basándose en la observación, observando el comportamiento de los demás.
Este mecanismo es especialmente importante en la infancia, cuando el niño está rodeado de diversos modelos de conducta: padres, amigos, profesores, incluso personajes de programas de televisión. El niño comienza a imitar el comportamiento de la persona con la que siente cercanía y parecido.
Puntos clave del aprendizaje social:
- Aprender nuevos comportamientos a través de la observación. Hay varias formas: modelo vivo (imitación de una persona real), modelo verbal (explicación de cómo comportarse correctamente), simbólico (modelos de comportamiento tomados de obras de arte: películas, libros).
- Actitud subjetiva como refuerzo. Bandura considera cierto este tipo de refuerzo. Por ejemplo, orgullo, sentido de corrección, progreso. Resulta que los pensamientos y emociones de una persona son de gran importancia para el aprendizaje.
- Es posible que la observación no cambie el comportamiento. El hecho de que una persona observe un nuevo patrón de conducta no significa que lo aprenderá. Esto requiere la coincidencia de varios puntos: atención, memorización, reproducción en acción, motivación como refuerzo o castigo.
El cruel experimento de Bobo
El científico confirmó la teoría de observar el comportamiento de otras personas y repetir el patrón de acciones mediante un experimento. Los niños y niñas (de tres a seis años) observaron el comportamiento agresivo de los adultos que golpeaban y golpeaban con martillos a un muñeco llamado Bobo. Mostraron no sólo agresión física, sino también verbal. La mayoría de los niños mostraron modelos agresivos, repitiendo los de los adultos. Curiosamente, las niñas eran más propensas a la agresión verbal, mientras que los niños eran más propensos a la agresión física.
El resultado de este experimento fue una refutación del principio básico del conductismo de que el comportamiento humano depende completamente del refuerzo. Bandura demostró que los niños aprenden comportamiento social observando modelos adultos. No es sorprendente que la investigación del científico se llamara teoría sociocognitiva de la personalidad. Demostró que la vida psicológica de una persona se puede considerar sobre la base de tres factores: conductual, cognitivo y ambiental.
Violencia en la televisión
Tras el experimento Bobo (años 60 del siglo XX), toca pensar en los contenidos que emite la televisión. Y lo más importante, sobre los contenidos que reciben nuestros hijos. Bandura habla con dureza de programas, películas y dibujos animados que incluyen escenas de violencia. Considera que dicha información es la causa de los delitos infantiles. Los programas agresivos alimentan la agresión.
Ésta es la posición de Bandura. Pero otros científicos creen que, por el contrario, ver películas de acción ayuda a liberar la energía negativa acumulada, lo que permite a una persona experimentar agresión no en la vida real con consecuencias destructivas, sino frente a las pantallas de televisión.
¿Qué opinas? Escribe tu opinión sobre la violencia en los programas de televisión en los comentarios. Volver a publicar el artículo es bienvenido.
¡Saludos cordiales, Alexander Fadeev!
Añadir a favoritos: https://sitio
Hola. Mi nombre es Alejandro. Soy el autor del blog. Llevo más de 7 años desarrollando sitios web: blogs, landing pages, tiendas online. Siempre me alegra conocer gente nueva y sus preguntas y comentarios. Agrégate en las redes sociales. Espero que el blog te sea útil.
Introducción……………………………………………………………………………………..3
1.1. Principios básicos de la teoría cognitiva social…………4
1.2. Aprender a través del modelado…………………………………….6
2. Julian Rotter: teoría del aprendizaje social……………………13
2.1. Teoría del aprendizaje social: conceptos y principios básicos………………………………………………………………………………..13
2.2. Locus de control interno y externo………………..17
Conclusión………………………………………………………………………………...20
Referencias……………………………………………………………….22
Introducción
Es difícil exagerar la influencia que los principios básicos de la teoría del aprendizaje han tenido en la psicología y la teoría de la personalidad. Las características de esta tendencia se presentan más claramente en los trabajos de dos destacados personólogos: Albert Bandura y Julian Rotter.
Bandura cree que el funcionamiento mental se comprende mejor en términos de una interacción continua entre factores conductuales, cognitivos y ambientales. Esto significa que el comportamiento, los aspectos de la personalidad y las influencias sociales son determinantes interdependientes, es decir, el comportamiento está influenciado por el entorno, pero las personas también desempeñan un papel activo en la creación del entorno social y otras circunstancias que surgen en sus transacciones cotidianas.
Bandura también enfatiza la importancia de las autoinfluencias como factor causal en todos los aspectos del funcionamiento humano: motivación, emoción y acción. Esto es más evidente en su concepto de autoeficacia: la idea de que una persona puede aprender a controlar los acontecimientos que afectan su vida. Gran parte de este capítulo está dedicado a la perspectiva sociocognitiva desarrollada por Bandura.
Julian Rotter es otro personólogo que ha enfatizado el papel de las variables sociales y cognitivas en la comprensión de la personalidad. Al igual que Bandura, cree que las personas son participantes activos en los acontecimientos que afectan sus vidas. Un aspecto particular del trabajo de Rotter que ha recibido especial atención es el concepto de locus de control.
1. Albert Bandura: Teoría sociocognitiva de la personalidad
1.1. Principios básicos de la teoría cognitiva social.
Los avances en la teoría del aprendizaje han desplazado el foco del análisis causal de fuerzas internas hipotéticas a influencias ambientales (por ejemplo, el condicionamiento operante de Skinner). Desde este punto de vista, el comportamiento humano se explica en términos de los estímulos sociales que lo causan y las consecuencias reforzantes que lo mantienen. Pero, según Bandura, explicar el comportamiento de esta manera es tirar al bebé con el agua del baño. El “niño” interior que Bandura debía recordar eran los procesos cognitivos independientes. En otras palabras, el conductismo radical negó los determinantes del comportamiento humano que surgen de procesos cognitivos internos. Para Bandura, los individuos no son sistemas autónomos ni meros transmisores mecánicos que animan las influencias de su entorno: poseen habilidades superiores que les permiten predecir la ocurrencia de eventos y crear los medios para ejercer control sobre lo que afecta su vida diaria. Dado que las teorías tradicionales del comportamiento pueden haber sido incorrectas, esto proporcionó una explicación incompleta, más que inexacta, del comportamiento humano.
Desde el punto de vista de Bandura, las personas no están controladas por fuerzas intrapsíquicas y no reaccionan a su entorno. Las razones del funcionamiento humano deben entenderse en términos de la interacción continua del comportamiento, la cognición y el entorno. Este enfoque del análisis de las causas de la conducta, que Bandura designó como determinismo recíproco, implica que los factores predisposicionales y los factores situacionales son causas interdependientes de la conducta. En pocas palabras, los determinantes internos del comportamiento, como las creencias y las expectativas, y los determinantes externos, como la recompensa y el castigo, son parte de un sistema de influencias interactivas que actúan no sólo sobre el comportamiento, sino también sobre varias partes del sistema.
Refuerzos exteriores
En el centro de la teoría cognitiva social está la proposición de que se pueden adquirir nuevas formas de conducta en ausencia de refuerzo externo. Bandura señala que gran parte del comportamiento que exhibimos se aprende a través del ejemplo: simplemente observamos lo que hacen los demás y luego imitamos sus acciones. Este énfasis en el aprendizaje a través de la observación o el ejemplo en lugar del refuerzo directo es el rasgo más característico de la teoría de Bandura.
Autorregulación y cognición conductual.
Otro rasgo característico de la teoría cognitiva social es el papel destacado que otorga a la capacidad única del individuo para la autorregulación. Al organizar su entorno inmediato, brindar apoyo cognitivo y ser conscientes de las consecuencias de sus propias acciones, las personas pueden ejercer cierta influencia sobre su comportamiento. Por supuesto, las funciones de autorregulación son creadas y no pocas veces respaldadas por la influencia del medio ambiente. Por tanto, son de origen externo, pero no debe restarse importancia al hecho de que una vez establecidas, las influencias internas regulan en parte las acciones que realiza una persona. Además, Bandura sostiene que las capacidades intelectuales superiores, como la capacidad de manipular símbolos, nos brindan un medio poderoso para influir en nuestro entorno. A través de representaciones verbales y figurativas, producimos y almacenamos experiencias de tal manera que sirvan como guías para comportamientos futuros. Nuestra capacidad para formar imágenes de los resultados futuros deseados da como resultado estrategias de comportamiento diseñadas para guiarnos hacia metas distantes. Al utilizar la capacidad de manipular símbolos, podemos resolver problemas sin recurrir a un comportamiento real y abierto de prueba y error y, por lo tanto, podemos anticipar las posibles consecuencias de diversas acciones y cambiar nuestro comportamiento en consecuencia.
1.2. Aprender a través del modelado
El aprendizaje sería bastante tedioso, si no ineficaz y potencialmente peligroso, si dependiera únicamente del resultado de nuestras propias acciones. Bandura establece que prácticamente todos los fenómenos de aprendizaje adquiridos a través de la experiencia directa pueden formarse indirectamente, a través de la observación del comportamiento de otras personas y sus consecuencias. Ignorar el papel del aprendizaje observacional en la adquisición de nuevos patrones de comportamiento es ignorar las habilidades únicas de los humanos.
A través de procesos de modelado, los observadores extraen puntos en común de respuestas aparentemente dispares y formulan reglas de comportamiento que les permiten ir más allá de lo que ya han visto u oído. De hecho, el aprendizaje por observación puede conducir a un estilo de comportamiento bastante diferente del que la persona realmente observó.
Desde el punto de vista de Bandura, las personas forman una imagen cognitiva de una determinada respuesta conductual mediante la observación del comportamiento del modelo, y luego esta información codificada (almacenada en la memoria a largo plazo) sirve como guía para sus acciones. Creía que las personas se ahorraban la carga de cometer errores innecesarios y perder tiempo en la formulación de respuestas apropiadas porque podían, al menos aproximadamente, aprender con el ejemplo.
Procesos básicos del aprendizaje observacional
La teoría cognitiva social sugiere que el modelado influye en el aprendizaje principalmente a través de su función informativa. Es decir, durante la presentación de un modelo, los observadores (aprendices) adquieren principalmente imágenes simbólicas de la actividad modelada, que sirve como prototipo de comportamiento apropiado e inapropiado. El aprendizaje observacional se rige por cuatro componentes interrelacionados: atención, retención, procesos motor-reproductivos y motivacionales. Visto de esta manera, el aprendizaje observacional es un proceso activo, crítico y constructivo.
Procesos atencionales: Entendiendo el modelo. Una persona puede aprender mucho mediante la observación si presta atención a los patrones de comportamiento característicos del modelo y los comprende correctamente. En otras palabras, no basta con que un individuo vea simplemente un modelo y lo que hace: más bien, el individuo debe seleccionar cuidadosamente a qué prestar atención para extraer información relevante para usar en la simulación del modelo. Por lo tanto, los procesos atencionales influyen en lo que se aprehende selectivamente en el modelo al que uno presta atención y en lo que se adquiere a través de la observación.
Ciertos factores, algunos que involucran al observador, otros a la actividad simulada y otros al diseño estructural de las interacciones de la persona, pueden influir en gran medida en la probabilidad de que una parte de la conducta observada sea aprendida por el observador y codificada en la memoria a largo plazo. Bandura muestra que entre los determinantes de la atención que influyen en el modelado, los patrones asociativos son los más importantes. Las personas con las que interactuamos regularmente determinan los tipos de comportamientos que pueden observarse y, por tanto, estudiarse más a fondo. Asimismo, quizás dentro de cualquier grupo social haya personas que llamen más la atención que otras por su poder, estatus y rol asumido. El valor funcional asociado con la conducta representada por diferentes modelos (es decir, si la conducta de un modelo determinado recibió recompensa o castigo) tiene una influencia significativa en la elección de qué modelos imitará una persona y cuáles ignorará. La atención a la modelo también está regulada por su atractivo personal.
Procesos de almacenamiento: recordar el modelo. Bandura propone dos sistemas de representación internos principales mediante los cuales el comportamiento de un modelo se almacena en la memoria y luego se transforma en acción. La primera es la codificación figurativa. Cuando una persona observa estímulos modelo, el proceso de aprendizaje sensorial produce imágenes relativamente estables y fácilmente reproducibles de lo que vio. Las imágenes mentales se forman de modo que cualquier referencia a acontecimientos observados previamente evoca inmediatamente una imagen vívida o un cuadro de estímulos físicos. Bandura sugiere que se trata de un fenómeno cotidiano y les explica la capacidad que tiene una persona de “ver” la imagen de un amigo con el que almorzó la semana pasada o la imagen de una actividad (andar en bicicleta, jugar golf, navegar) en la que se comprometió el verano pasado. Cabe señalar que las imágenes visuales desempeñan un papel fundamental en el aprendizaje por observación en las primeras etapas del desarrollo, cuando faltan habilidades lingüísticas, así como en el aprendizaje de patrones de comportamiento que no son susceptibles de codificación verbal.
El segundo sistema de representación implica la codificación verbal de eventos previamente observados. Mientras observa un modelo, una persona puede repetirse a sí misma lo que está haciendo. Estas descripciones (códigos) del habla sorda pueden repetirse internamente más tarde sin generar un comportamiento manifiesto; por ejemplo, una persona puede "decir" mentalmente lo que se debe hacer para mejorar las habilidades motoras complejas (por ejemplo, esquiar montaña abajo). De hecho, una persona repite en silencio la secuencia de realización de una actividad simulada que deberá realizar más adelante, y cuando quiera reproducir esta habilidad, el código verbal le dará la señal correspondiente. Bandura sostiene que dichos códigos verbales facilitan en gran medida el aprendizaje por observación porque contienen importante información previamente acumulada.
Procesos motor-reproductivos: traducción de la memoria en conducta. El tercer componente del aprendizaje observacional es la traducción de información codificada simbólicamente en la memoria en acciones apropiadas. Aunque una persona forme y retenga cuidadosamente imágenes mentales de la conducta del modelo y repita esta conducta en su mente muchas veces, es posible que todavía no pueda modelar la conducta correctamente. Esto es especialmente cierto en el caso de actividades motoras complejas que requieren la participación secuencial de muchas respuestas individuales para realizarse con maestría (p. ej., gimnasia, tocar un instrumento musical, volar un avión). Estos movimientos finamente equilibrados se pueden aprender observando a alguien (tal vez a través de una reproducción audiovisual en cámara lenta) y reproduciendo simbólicamente el comportamiento del modelo varias veces, pero en realidad el comportamiento puede ser incómodo y mal coordinado al principio. En tales casos, la mera observación no es suficiente para realizar la acción con fluidez y precisión. La práctica continua en la realización de una secuencia de movimientos (y la corrección basada en retroalimentación informativa) es esencial si el observador quiere mejorar el comportamiento modelado. Por supuesto, incluso en este caso, observar y repetir deliberadamente en la mente una determinada conducta facilitará el aprendizaje, ya que al menos se podrá empezar a realizar los movimientos necesarios en base a lo observado previamente. Este tipo de repetición silenciosa es útil, por ejemplo, al conducir un coche, pero no será útil para movimientos más complejos, como saltar desde una plataforma de 10 metros.
Procesos motivacionales: de la observación a la acción. El cuarto y último componente del modelo se refiere a las variables de refuerzo. Estas variables influyen en el aprendizaje observacional al controlar las señales de modelado a las que una persona probablemente prestará atención, así como la intensidad con la que intentará traducir dicho aprendizaje en una ejecución abierta.
Bandura enfatiza que no importa qué tan bien las personas sigan y mantengan una conducta modelada, y no importa cuál sea su capacidad para producir una conducta, no lo harán sin un incentivo suficiente. En otras palabras, una persona puede adquirir y retener las habilidades, incluso las habilidades, para construir hábilmente una conducta modelada, pero el aprendizaje rara vez puede traducirse en un desempeño manifiesto si se recibe negativamente. En términos generales, cuando hay refuerzo, el modelado o el aprendizaje observacional se traduce rápidamente en acción. El refuerzo positivo no sólo aumenta la probabilidad de expresión abierta o producción real de la conducta deseada, sino que también influye en los procesos de atención y retención.
Hay una forma de aumentar el deseo de una persona de observar, mantener y construir un comportamiento modelado: anticipando un refuerzo o un castigo. Observar una conducta que provoca un refuerzo positivo o previene algunas condiciones aversivas puede ser un poderoso incentivo para prestar atención, mantener y posteriormente (en una situación similar) desarrollar la misma conducta. En este caso, el refuerzo se experimenta indirectamente y la persona puede anticipar que un comportamiento similar conducirá a consecuencias similares.
Refuerzo en el aprendizaje observacional
Cuando nuestra atención a la actividad simulada se logra mediante la influencia absoluta de estímulos físicos, ni siquiera los incentivos positivos adicionales mejoran el aprendizaje observacional. Bandura cree que entender el comportamiento humano únicamente como controlado únicamente por consecuencias externas será demasiado limitado. Por tanto, aunque la teoría del aprendizaje sociocognitivo reconoce el importante papel de los reforzadores externos, postula la existencia de una gama más amplia de influencias reforzantes. Las personas no sólo se ven influenciadas por las experiencias que obtienen de sus acciones, sino que también regulan el comportamiento basándose en las consecuencias esperadas y las crean por sí mismas. Bandura, analizando el papel del refuerzo en el aprendizaje observacional, muestra su orientación cognitiva. Más a menudo realiza otras dos funciones: informativa y estimulante. El refuerzo que sigue a una respuesta indica, o al menos puede indicarle a la persona, la necesidad de formular una hipótesis sobre cuál es la respuesta correcta. Esta función informativa, o retroalimentación, puede operar cuando el refuerzo se experimenta directa o indirectamente.
Refuerzo indirecto.
El refuerzo indirecto ocurre siempre que un observador ve un modelo actuar con un resultado que el observador reconoce como resultado de las acciones previas del modelo. Podemos hablar de refuerzo positivo indirecto cuando los observadores se comportan de la misma manera que los modelos previamente observados que recibieron refuerzo, mientras que con el castigo indirecto las consecuencias aversivas observadas reducen la tendencia a comportarse de manera similar.
Autorrefuerzo
Bandura sostiene que el comportamiento humano se regula principalmente mediante el autorrefuerzo. El autorrefuerzo aparentemente ocurre cuando las personas se fijan un listón de logros y se recompensan o castigan por alcanzarlo, superarlo o no alcanzarlo. El énfasis de Bandura en el autorrefuerzo aumenta enormemente la posibilidad de explicar la conducta humana basándose en principios de refuerzo.
Cómo ocurre la autorregulación
El autorrefuerzo es un proceso en el que las personas se recompensan a sí mismas con recompensas sobre las que tienen control siempre que alcanzan un estándar de conducta autoestablecido. Debido a que uno puede reaccionar tanto negativa como positivamente, Bandura utiliza el término autorregulación para referirse a los efectos potenciadores y decrecientes de la autoestima. Desde la perspectiva de Bandura, los impulsos autorreguladores mejoran la conducta principalmente a través de su función motivacional. Es decir, como resultado de la autosatisfacción por lograr ciertas metas, una persona se motiva a ejercer cada vez más esfuerzo necesario para lograr el comportamiento deseado. El nivel de motivación espontánea de una persona suele variar de acuerdo con el tipo y valor de los incentivos y la naturaleza de las normas de comportamiento. Según Bandura, existen tres procesos que son componentes de la autorregulación de la conducta: el proceso de autoobservación, autoevaluación y autorrespuesta.
El comportamiento humano cambia según una serie de parámetros de introspección (por ejemplo, la calidad o velocidad de las reacciones). El significado funcional de estas cantidades depende del tipo de actividad que se considere. El comportamiento social suele evaluarse en términos de valores como la sinceridad, la desviación, la moralidad y otros.
2. Julian Rotter: teoría del aprendizaje social
Rotter intentó desarrollar un marco conceptual que incluyera términos claramente definidos e hipótesis comprobables. También pretendía construir una teoría que enfatizara el papel de los factores cognitivos y motivacionales en el aprendizaje humano. Finalmente, Rotter quería crear una teoría que enfatizara la comprensión del comportamiento en el contexto de situaciones sociales. Su teoría del aprendizaje social es un intento de explicar cómo se aprende el comportamiento a través de interacciones con otras personas y elementos del entorno.
Centrándose en cómo se aprende el comportamiento en un contexto social, Rotter creía además que gran parte del comportamiento está determinado por nuestra capacidad única de pensar y anticipar. Al predecir lo que la gente hará en una situación determinada, sostiene, debemos tener en cuenta variables cognitivas como la percepción, las expectativas y los valores. También en la teoría de Rotter existe la posición de que el comportamiento humano tiene un propósito, es decir, las personas se esfuerzan por avanzar hacia las metas esperadas. Según Rotter, el comportamiento humano está determinado por la expectativa de que una acción determinada conducirá en última instancia a recompensas futuras. La integración de los conceptos de expectativa y refuerzo dentro de la misma teoría es una característica única del sistema Rotter. Al igual que Bandura, Rotter desarrolló una teoría del funcionamiento humano que es bastante diferente del conductismo radical de Skinner.
2.1. Teoría del aprendizaje social: conceptos y principios básicos
El foco de la teoría del aprendizaje social de Rotter es la predicción del comportamiento humano en situaciones complejas. Rotter cree que es necesario analizar cuidadosamente la interacción de las cuatro variables. Estas variables incluyen potencial conductual, expectativas, valor de refuerzo y situación psicológica.
Potencial de comportamiento
Rotter sostiene que la clave para predecir lo que hará una persona en una situación determinada radica en comprender el potencial de ese comportamiento. Este término se refiere a la probabilidad de que una determinada conducta "ocurra en alguna situación o situaciones en conexión con algún refuerzo o refuerzos únicos. El concepto de conducta de Rotter incluye prácticamente todos los tipos de actividad humana en respuesta a una situación de estímulo que de alguna manera son entonces". se puede detectar y medir. Esto incluye gritos agudos, pucheros, llantos, risas y peleas. De manera similar se evalúan la planificación, el análisis, el aprendizaje, el razonamiento y la procrastinación. En resumen, la conducta consiste en “acciones motoras, cognición, conducta verbal, conducta expresada de forma no verbal, reacciones emocionales, etc.”.
Expectativa
Según Rotter, la expectativa se refiere a la probabilidad subjetiva de que se produzca un refuerzo particular como resultado de una conducta específica. Desde el punto de vista de Rotter, el valor de la fuerza de la expectativa puede variar de 0 a 100 (0% a 100%) y generalmente se basa en experiencias previas de la misma o similar situación.
El concepto de expectativa de Rotter establece claramente que si las personas han sido reforzadas en el pasado por su comportamiento en una situación determinada, es más probable que repitan ese comportamiento. De hecho, Rotter dice que una expectativa estable, generalizada sobre la base de experiencias pasadas, explica la estabilidad y unidad de la personalidad.
Rotter hace una distinción entre aquellas expectativas que son específicas de una situación y aquellas que son más generales o aplicables a una variedad de situaciones. Las primeras, llamadas expectativas específicas, reflejan la experiencia de una situación específica y no son aplicables a la predicción de comportamiento. Estas últimas, llamadas expectativas generalizadas, reflejan la experiencia en diversas situaciones y son muy adecuadas para estudiar la personalidad en el sentido de Rotter.
El valor del refuerzo.
Rotter define el valor de un reforzador como el grado en el que, dada la misma probabilidad de recibirlo, preferimos un reforzador a otro. Utilizando este concepto, sostiene que las personas difieren en su valoración de la importancia de una actividad y sus resultados. Al igual que las expectativas, el valor de varios reforzadores se basa en nuestra experiencia previa. Además, el valor de refuerzo de una actividad determinada puede variar de una situación a otra y con el tiempo.
Cabe destacar que en la teoría de Rotter el valor del refuerzo no depende de las expectativas. En otras palabras: lo que una persona sabe sobre el valor de un reforzador particular no indica de ninguna manera el grado de expectativa de ese refuerzo.
Situación psicológica
La cuarta y última variable utilizada por Rotter para predecir la conducta es la situación psicológica desde el punto de vista del individuo. Rotter sostiene que las situaciones sociales son como el observador las percibe. Rotter enfatiza el importante papel del contexto situacional y su influencia en el comportamiento humano. Construye una teoría de que un conjunto de estímulos clave en una situación social determinada hace que una persona espere los resultados de la conducta: el refuerzo. El tema de la interacción de una persona con su entorno que es importante para él está profundamente arraigado en la visión de la personalidad de Rotter. Como interaccionista, sostiene que la situación psicológica debe considerarse junto con las expectativas y el valor del refuerzo, prediciendo la posibilidad de cualquier conducta alternativa. Suscribe la opinión de Bandura de que los factores personales y los acontecimientos ambientales interactúan mejor para predecir el comportamiento humano.
Necesidades
Recuerde que Rotter ve a las personas como individuos dirigidos a objetivos. Él cree que la gente se esfuerza por maximizar las recompensas y minimizar o evitar el castigo. Además, sostiene que las metas determinan la dirección del comportamiento humano en la búsqueda de la satisfacción de las necesidades básicas. Por tanto, según Rotter, el conocimiento de los objetivos y necesidades de una persona proporciona una predicción más generalizada que la predicción proporcionada por las cuatro variables descritas anteriormente.
Conceptualmente, una necesidad puede describirse como un conjunto de conductas diferentes que de manera similar adquieren conjuntos de reforzadores iguales o similares. Rotter considera las siguientes seis categorías de necesidades que se aplican a la predicción del comportamiento humano.
Estado de reconocimiento. Este concepto hace referencia a nuestra necesidad de sentirnos competentes en una amplia gama de actividades, como la escuela, el trabajo, la educación física o las actividades sociales.
Dependencia de la defensa. Este concepto incluye la necesidad de que alguien nos proteja de los problemas y nos ayude a alcanzar metas significativas.
Dominio. Este concepto incluye la necesidad de influir en la vida de los demás y de poder organizar las consecuencias en función de dicho control.
Independencia. Este concepto hace referencia a nuestra necesidad de tomar nuestras propias decisiones y alcanzar objetivos sin la ayuda de otros. Cualquier comportamiento que implique el deseo de confiar en las propias fortalezas refleja esta categoría de necesidades.
Amor y cariño. Este concepto incluye la necesidad de ser aceptado y amado por otras personas.
Comodidad física. Esta última categoría incluye la satisfacción asociada con la seguridad física, la buena salud y la ausencia de dolor. Rotter señala que todas las demás necesidades se adquieren como resultado de su asociación con las necesidades básicas de salud física y placer.
2.2. Locus de control interno y externo
La mayor parte de las investigaciones que se han realizado sobre la teoría de Rotter se han centrado en una variable de personalidad llamada locus de control. El locus de control, un constructo central de la teoría del aprendizaje social, es una expectativa generalizada del grado en que las personas controlan los refuerzos en sus vidas. Las personas con un locus de control externo creen que sus éxitos y fracasos están gobernados por factores externos como el destino, la suerte, el azar, personas influyentes y fuerzas ambientales impredecibles. Los “externalistas” creen que son rehenes del destino. Por el contrario, las personas con un locus de control interno creen que el éxito y el fracaso están determinados por sus propias acciones y habilidades (factores internos o de personalidad). Por lo tanto, los “internos” sienten que tienen una mayor influencia sobre los reforzadores que las personas con una orientación de locus de control externo.
Aunque la creencia en el control externo o interno puede verse como un rasgo de personalidad en el sentido de diferencias individuales, Rotter deja claro que lo externo y lo interno no son “tipos”, ya que cada uno tiene características no sólo de su categoría, sino también, en pequeña medida. medida, del otro. El constructo debe verse como un continuo, con una pronunciada “externalidad” en un extremo y una “internalidad” en el otro, con las creencias de las personas ubicadas en todos los puntos intermedios, principalmente en el medio. En otras palabras, algunas personas son muy externas, otras son muy internas y la mayoría está entre los dos extremos. Teniendo esto en cuenta, podemos pasar a la medición del locus de control y algunas características psicosociales importantes asociadas con las diferencias individuales en esta importante dimensión.
Medición del locus de control. Aunque existen varias medidas de orientación de control aplicables a niños y adultos, la más utilizada por los investigadores en este campo es la Escala I-E, creada por Rotter. Consta de 23 pares de afirmaciones de elección forzada, con seis preguntas adicionales para cubrir el propósito de la prueba.
Características de exteriores e interiores. La investigación basada en la escala I-E de Rotter muestra que los externalistas y los internalizadores difieren no sólo en sus creencias sobre dónde reside la fuente de control de su comportamiento. Una de las diferencias clave que distingue a los externos de los internos es la forma en que buscan información sobre el medio ambiente. Varios estudios han demostrado que los internalizadores tienen más probabilidades que los externalizadores de buscar activamente información sobre posibles problemas de salud.
Los internos también son más propensos que los externos a tomar precauciones para mantener o mejorar su salud, como dejar de fumar, comenzar a hacer ejercicio y consultar al médico con regularidad. La explicación de hechos tan consistentes se puede encontrar en las primeras experiencias familiares de las personas cuando eran niños. Es decir, Law, comparando lo externo y lo interno, descubrió que sus padres animaban más a estos últimos si cuidaban su salud: seguían una dieta, se cepillaban bien los dientes y visitaban regularmente al dentista y al terapeuta. Como resultado de estas experiencias tempranas, los internos son más conscientes que los externos de lo que puede causar enfermedades y están más preocupados por su salud y bienestar.
Las investigaciones también muestran que las personas con un locus de control externo tienen más probabilidades de tener problemas psicológicos que las personas con un locus de control interno. Numerosos estudios muestran que los externos son mucho más susceptibles a la influencia social que los internos.
Conclusión
La dirección sociocognitiva en el estudio de la personalidad está representada por dos personólogos: Albert Bandura y Julian Rotter.
Bandura describe el funcionamiento psicológico humano en términos de la interacción continua de factores conductuales, cognitivos y ambientales. Según este concepto de comportamiento, las personas no dependen enteramente del control de fuerzas externas y no son seres libres que puedan hacer lo que quieran. El principal concepto teórico de Bandura es el modelado o aprendizaje observacional. El punto clave de que el modelado genera aprendizaje principalmente a través de su función informativa refleja claramente la orientación cognitiva del pensamiento de Bandura. Además, el aprendizaje observacional está regulado por cuatro factores interrelacionados: los procesos de atención, conservación, reproducción motora y motivación.
En los últimos años, Bandura ha ampliado su visión de la teoría cognitiva social para incluir el mecanismo cognitivo de la autoeficacia para explicar algunos aspectos del funcionamiento psicosocial. El concepto de autoeficacia se refiere a la conciencia que tiene una persona de su capacidad para desarrollar una conducta en relación con una tarea o situación específica. La autoeficacia se adquiere a partir de cuatro fuentes principales: condicionamiento conductual, experiencia indirecta, persuasión verbal y excitación emocional.
La teoría de Bandura ha sido bien probada empíricamente y se ha acumulado amplia evidencia para respaldarla.
La teoría del aprendizaje social de Julian Rotter enfatiza la importancia de los factores cognitivos y motivacionales para explicar el comportamiento en el contexto de situaciones sociales. En particular, Rotter identifica cuatro variables importantes: potencial conductual, expectativa, valor de refuerzo y situación psicológica. Rotter combina estas variables en una fórmula de pronóstico básica. La fórmula muestra que el potencial de una determinada conducta en una situación específica es función de la expectativa de que el refuerzo seguirá a esa conducta más el valor del reforzador esperado.
Rotter utiliza una fórmula más general para predecir el comportamiento en situaciones cotidianas que enfrenta una persona. Esta fórmula muestra que el potencial de una necesidad es función de la libertad de actividad y del valor de la necesidad. Los conceptos de necesidad, necesidad potencial, valor de necesidad, libertad de acción (incluido el objetivo mínimo), desde el punto de vista de Rotter, permiten predecir con mayor precisión el comportamiento real en la vida de lo que se puede hacer utilizando la fórmula básica.
Un constructo central en la teoría del aprendizaje social de Rotter es el locus de control, o la expectativa generalizada de hasta qué punto las personas controlan los reforzadores en sus vidas. La medición del locus de control se ha discutido en términos de la Escala de Internalidad-Externalidad de Rotter, y se ha observado que ciertas características de comportamiento están asociadas con diferencias individuales en esta escala.
Referencias:
- Behaviorismo. Karelina A.A. - M., 1998
- Zeigarnik B.V. Teorías de la personalidad en la psicología extranjera. - M., 2003
- Teorías de la personalidad en la psicología de Europa occidental y América. Ed.-comp. Raigorodsky D.Ya. - M., 2001
- Kjell L., Ziegler D. Teorías de la personalidad. - San Petersburgo, 2000
A. Bandura es uno de los psicólogos famosos de nuestro tiempo, que a lo largo de su carrera científica se interesó por cuestiones relacionadas con la conducta. En un momento en que su carrera aún no había alcanzado la cima, no temía enfrentarse a los partidarios de la entonces dominante teoría de la motivación conductual. A diferencia del conductismo, el científico logró crear su propia teoría.
Biografía
Albert Bandura nació en Canadá en 1925. Era hijo de un granjero de origen polaco. Cuando era niño, Bandura asistió a una pequeña escuela con sólo 20 alumnos. Posteriormente, el científico recordó que casi todos sus compañeros lograron construir una buena carrera, ya que siempre se vieron obligados a educarse por sí mismos.
En 1949, Bandura se licenció en humanidades en la Universidad de Vancouver. En 1951 obtuvo una maestría y, en 1952, un doctorado en ciencias filosóficas. El principal área de investigación en la que ha estado involucrado Albert Bandura a lo largo de su carrera profesional es la teoría del aprendizaje social. El científico pudo publicar una gran cantidad de libros y artículos. Los primeros trabajos de Bandura fueron escritos en colaboración con otro destacado psicólogo, Richard Walters, quien fue el primer alumno de Bandura después de graduarse en filosofía.
Actividades científicas
Los méritos del científico fueron muy apreciados en psicología. En 1973, recibió el cargo de presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología. Se creó un puesto especialmente para él en la Universidad de Stanford, que Bandura ocupó durante 40 años. El científico tiene una esposa, Virginia, que, como él, ama la música sinfónica.
Lo mejor es comenzar con las ideas de Albert Bandura sobre el aprendizaje social estudiando las diversas teorías que explican el comportamiento humano a su manera. De esta manera el estudiante puede comparar su punto de vista con los conceptos de otros autores. Por ejemplo, Freud creía que el comportamiento humano está determinado por la influencia de instintos e impulsos que operan a nivel subconsciente. La teoría del aprendizaje operante de Skinner postula la dependencia del comportamiento de estímulos sociales externos. En el contexto de todos estos conceptos, la teoría cognitiva social de Albert Bandura parecía bastante inusual. Sin embargo, al científico le gustaba decir que tales ideas “tiran al bebé con el agua del baño”. El psicólogo enfatizó: una persona no es un transmisor mecánico ni un sistema autónomo que no pueda controlarse. Estas teorías proporcionaban una descripción incompleta de las características mentales y las causas del comportamiento.
Albert Bandura cree que las razones del comportamiento humano no están arraigadas en el subconsciente. Además, el comportamiento no es una reacción al entorno social. Las razones radican en la interacción de tres elementos: factores personales, el entorno y la esfera cognitiva de una persona.
Experimento del muñeco Bobo
Albert Bandura dirigió el famoso Experimento Bobo. Su significado era que niños de ambos sexos de 3 a 6 años observaban desde un costado el cruel comportamiento de los adultos que golpeaban al muñeco Bobo. Durante el experimento, los adultos mostraron ambos tipos de agresión: física y verbal. Al mismo tiempo, la mayoría de los niños adoptaron el modelo de comportamiento agresivo de los adultos. Simplemente se comportaron de la misma manera. Durante el experimento, se reveló un hecho interesante: las niñas eran más propensas a la agresión verbal y los niños a la agresión física.
Conclusiones derivadas de los experimentos.
Después del experimento de Albert Bandura, ha llegado el momento de pensar seriamente en la información que se transmite cada día por televisión. Especialmente sobre lo que ven exactamente los niños. El psicólogo habló con bastante dureza sobre escenas de violencia en varios programas de televisión, dibujos animados y películas. Consideró que esa información era la principal causa de la delincuencia infantil. Los programas de televisión agresivos crían niños agresivos. Ésta era la posición del científico. Sin embargo, hubo quienes no estuvieron de acuerdo con ella. En su opinión, ver películas de acción es necesario para que una persona se libere de la agresión acumulada. Las películas te permiten experimentar emociones negativas no en la vida real, sino sentado frente al televisor.
Cómo funciona la psique
Albert Bandura propuso que el funcionamiento mental se puede entender mejor considerando la interacción de factores conductuales, ambientales y cognitivos. Esto significa literalmente lo siguiente: el comportamiento personal, diversos aspectos de la psique del individuo y las interacciones sociales son determinantes interdependientes. El comportamiento humano está directamente influenciado por la sociedad, pero al mismo tiempo, los propios individuos influyen activamente en cómo se construye el entorno social.
Este punto de vista era radicalmente diferente de la posición generalmente aceptada del conductismo en ese momento. Según esta dirección, el comportamiento humano sólo puede explicarse utilizando el modelo clásico de dos factores "estímulo-respuesta". El fundador del conductismo, B. Skinner, creía que sólo los acontecimientos externos pueden influir en el comportamiento humano. Bandura, por el contrario, puso el principal énfasis en la posibilidad de aprender roles sociales a través de la observación. La principal característica distintiva de la teoría del aprendizaje de Albert Bandura era la creencia de que los individuos moldean su comportamiento mediante la observación de otras personas.
Además, el científico destaca la importancia de la interacción social en la formación de la motivación, las emociones y las acciones. Estos puntos de vista son más evidentes en su teoría de la autoeficacia, que sostiene que una persona puede influir en su propia vida si así lo desea.
El papel del refuerzo en la observación.
El científico asumió que, aunque el refuerzo positivo influye en los procesos de aprendizaje, no es absolutamente necesario para su formación. Hay una gran cantidad de factores que lo diferencian y que tienen un impacto igualmente significativo en el proceso de observación humana. Por ejemplo, no necesitamos esperar a recibir un refuerzo positivo para notar un rayo, un olor desagradable o un incendio. La atención a un determinado tipo de actividad también se logra mediante la influencia absoluta de estímulos físicos; para ello no se necesita ninguna motivación adicional. El científico lo demostró mediante un experimento: los niños que veían un determinado tipo de comportamiento en la televisión en una habitación a oscuras lo reproducían posteriormente sin ningún refuerzo.
Razones del comportamiento
Por tanto, su teoría del aprendizaje social, aunque reconoce la importancia de los estímulos y refuerzos externos, postula la dependencia de la conducta de muchas influencias de diversa índole. Las personas no sólo se comportan de acuerdo con la experiencia adquirida. Regulan de forma independiente su propio comportamiento de acuerdo con las posibles consecuencias que suponen que pueden surgir como resultado de la implementación de un modelo particular en la práctica.
Autorrefuerzo
Ninguna de las teorías que precedieron al concepto de aprendizaje social tuvo en cuenta la posibilidad de que una persona reforzara sus propias acciones. Sin embargo, en opinión de Bandura, una persona puede controlar su conducta mediante un refuerzo autoimpuesto.
El autorrefuerzo ocurre cuando una persona se fija un listón de logros y luego se recompensa a sí misma por lograr un resultado (o, por el contrario, se castiga a sí misma por no lograrlo). Por ejemplo, en el proceso del trabajo científico, un científico no necesita que alguien esté detrás de él y lo recompense por cada ecuación o hipótesis derivada correctamente hasta que su teoría se vuelva consistente. El científico (al igual que el escritor, el artista o el músico) sabe de antemano cuál debe ser su trabajo para que se considere satisfactorio. Se elogia de forma independiente por el buen trabajo o se regaña por sus defectos.
La teoría del aprendizaje social o cognitivismo social de Albert Bandura es una de las teorías del aprendizaje más influyentes. En este artículo, la psicóloga Patricia Sánchez Seisdedos te contará quién es Albert Bandura y qué experimentos realizó. Aprenderá sobre los principios básicos de la teoría del aprendizaje social o vicario, así como también cómo se pueden utilizar los métodos de esta teoría en la educación y la crianza.
Quién es Albert Bandura y su interés por estudiar el proceso de aprendizaje
El psicólogo Albert Bandura nació en Canadá el 4 de diciembre de 1925. Albert Bandura realizó investigaciones psicológicas sobre el proceso de aprendizaje, otorgando un papel decisivo al aspecto cognitivo.
En otras palabras, Albert Bandura basó sus investigaciones en la teoría cognitiva social, basándose en que el comportamiento humano está determinado por la interacción entre el sujeto (interpretaciones) y el entorno (castigos y respuestas).
A partir de esto, Albert Bandura desarrolló su famosa teoría del aprendizaje social o vicario, también llamada teoría del cognitivismo social o concepto de aprendizaje por modelado.
Teoría del aprendizaje social o vicario: aprender a través de la observación
Según Albert Bandura, la imagen de la realidad sobre la que actuamos es el resultado de nuestras experiencias recibidas de otras personas (experiencia vicaria).
Y así aprendemos cada día. Cada uno de nosotros tiene personas que son modelos a seguir en diversos ámbitos de la vida: nuestros padres, profesores, compañeros de trabajo, amigos, figuras públicas y “estrellas” que nos inspiran, etc.
Repetimos el comportamiento de otras personas, casi sin darnos cuenta. Sin embargo, esto no sucede automáticamente. Elegimos un modelo a seguir, observamos atentamente, recordamos, evaluamos si tiene sentido imitarlo o no, etc.
En el marco de la teoría del aprendizaje vicario, esta evaluación es extremadamente importante. En esencia, esto es lo que distingue la teoría de Albert Bandura de otras teorías del aprendizaje, y es por eso que su teoría sería posteriormente llamada social-cognitiva.
Con la ayuda de nuestra memoria, reproducimos mentalmente las imágenes de comportamiento que observamos en nuestro modelo a seguir. También utilizamos el diálogo interno y recordamos lo que estaba pasando en ese momento. Luego decidimos si queremos repetir el patrón de conducta que hemos visto o no, si lo haremos idénticamente o haremos cambios... Incluso podemos cambiar este patrón dependiendo de nuestros objetivos. Aquí es donde entra en juego la motivación de cada persona y su interés por este tipo de conductas.
Experimento del muñeco Bobo: agresión y comportamiento agresivo
De la teoría a la práctica
Para fundamentar empíricamente su teoría, Albert Bandura realizó un experimento con el muñeco Bobo. Así, intentó poner en práctica la teoría del aprendizaje observacional (es decir, la teoría sobre la influencia del comportamiento de otras personas visto por una persona en su propio comportamiento) utilizando el ejemplo de la agresividad.
El objetivo de la investigación era descubrir cómo afecta a los niños ver escenas de violencia (posteriormente también se realizó un experimento para estudiar la influencia de las acciones agresivas vistas en la televisión).
En este vídeo podéis ver cómo se llevó a cabo el experimento. No olvides activar los subtítulos en ruso.
¿Cómo se realizó el experimento?
Como puede ver, el muñeco Bobo se parece a un vaso que automáticamente vuelve a su posición vertical cuando lo golpean o lo derriban.
El experimento involucró dos grupos experimentales (EG1 y EG2) y un grupo de control (CG). Cada grupo experimental estaba formado por 24 niños (divididos equitativamente entre niños y niñas). El grupo de control también estuvo formado por 24 niños, niños y niñas en proporciones iguales.
- GE1: 24 niños de ambos sexos. Se dividió en 2 grupos de 12 personas cada uno.
- EG1A: Observamos a una mujer que realizó acciones agresivas hacia el muñeco.
- EG1B: Observamos a un hombre que cometía acciones agresivas hacia un muñeco.
- EG2: Estos niños observaron acciones no agresivas hacia el muñeco.
- GK: 24 niños. 12 niños y 12 niñas. Simplemente se les mostró la muñeca, sin observar primero ninguna acción de otras personas en relación con la muñeca.
Conclusiones de Albert Bandura:
- EG1 (niños que observaron acciones agresivas) actuaron más agresivamente hacia el muñeco en comparación con los niños de otros grupos.
- Los niños tenían más probabilidades de repetir actos físicamente violentos que las niñas. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre niños y niñas en agresión verbal.
- Las niñas tenían más probabilidades de imitar el modelo de comportamiento de una mujer y los niños tenían más probabilidades de imitar el comportamiento de un hombre (semejanza con un modelo a seguir).
Sin embargo, no es tan simple. Para implementar cualquier tipo de comportamiento no basta sólo con la observación y un modelo que reproduzca este tipo de comportamiento.
Además, para que se adopte un modelo de comportamiento, éste debe ser “atractivo e interesante” para los que lo repiten. La cultura también juega aquí un papel fundamental. No todas las personas pueden convertirse en un ejemplo para un niño en todas las situaciones de la vida.
Es cierto que un niño que observa una conducta agresiva la incorpora a su repertorio conductual, lo que a su vez aumenta la probabilidad de acciones agresivas por su parte. Sin embargo esto no determina completamente el comportamiento del niño.
Las personas están dotadas de conciencia, la capacidad de tomar decisiones y elecciones. Por lo tanto, habiendo adquirido algún conocimiento o habilidad, el niño debe querer utilizarlo en este momento. En otras palabras, dependiendo de sus objetivos, elija la línea de comportamiento más correcta, desde su punto de vista.
En este experimento, los niños fueron influenciados por el hecho de que se les mostró cómo manejar un objeto con el que no tenían experiencia previa (la muñeca era un objeto nuevo y desconocido para ellos). En este sentido, la libertad de los niños era hasta cierto punto limitada, ya que se les enseñaba cómo comportarse. En otras palabras, el comportamiento de un niño diferirá según las opciones que tenga en una situación determinada.
Muñeco Bobo de Albert Bandura
La teoría del aprendizaje social o vicario de Albert Bandura. Procesos
Albert Bandura identificó cuatro procesos que intervienen en el aprendizaje social o vicario:
1. Atención
Es necesario que la atención del observador se centre en el modelo que está observando. Cualquier distracción interrumpirá la tarea.
2. Ahorro
La memoria juega el papel más importante. Una persona debe almacenar un nuevo tipo de comportamiento en su memoria para poder reproducirlo en el futuro.
3. Reproducción
Además de implementar un determinado tipo de comportamiento en la práctica, una persona debe poder reproducir este comportamiento simbólicamente. Es decir, aunque un niño vea jugar mucho a su tenista favorito, no podrá golpear la pelota tan bien como lo hace, ya que para ello se requieren ciertas habilidades motoras. El niño puede reproducir el tipo de movimiento y acción, pero se necesita repetición y entrenamiento para una correcta reproducción.
Además, se requieren ciertas habilidades cognitivas para poder activar todos los mecanismos. Es decir, el niño debe alcanzar un determinado nivel de desarrollo cognitivo.
4. Motivación
Incluso si una persona recuerda el comportamiento que observó, para repetirlo es necesario tener el deseo de hacerlo. Nuestros motivos pueden ser muy diferentes, por ejemplo:
- Refuerzo/castigo recibido: Basado en la teoría conductista o enfoque conductista. Cuando ya hemos reproducido algún tipo de conducta y hemos recibido algo bueno por ello (refuerzo). Esto significa que volveremos a repetir este tipo de conducta para poder recibir el mismo refuerzo.
- Refuerzos/castigos futuros: expectativas de lo que queremos conseguir. Imaginamos las consecuencias.
- Refuerzo/castigo vicario: lo que recibió o logró el modelo que observamos.
¿Cómo se pueden utilizar en la práctica los métodos de la teoría del cognitivismo social?
1. Aprendizaje observacional en educación
Los niños de todo el mundo tienen en cuenta el comportamiento de los adultos para recordar y adoptar patrones y pautas de comportamiento... Aprenden tomando como estándar a determinadas personas. Alberto Bandura dice:
"Afortunadamente, el comportamiento humano se modela en gran medida a través de la observación".
Esto ayuda a evitar mucho ensayo y error, ya que el niño tiene la oportunidad de observar la situación, el comportamiento y las consecuencias. Sin embargo, los niños no prestan atención y no recuerdan todos los tipos de comportamiento del modelo, esto depende de varios factores, como la complejidad, el ajuste de las habilidades cognitivas, la importancia y la autoridad del modelo adulto para el niño, así como el valor funcional de la conducta modelada.
Así, se concluyó que los niños, por regla general, imitan en mayor medida tipos simples de conducta recompensados cercanos a su nivel de competencia cognitiva, demostrados por modelos que tienen autoridad para ellos en el momento en que observan activamente dicho modelo-objeto. de imitación.
Desde la perspectiva de la teoría del aprendizaje cognitivo social, podemos poner este conocimiento en práctica en la escuela de diversas maneras. Es deseable que los niños perciban al maestro o educador como una persona autorizada que les enseña constantemente nuevos modelos verbales, conductuales y simbólicos. La eficacia dependerá de la coherencia de los modelos, su relevancia para la competencia de los estudiantes, la valencia afectiva y la eficacia de cómo el profesor o educador presenta estos modelos. Por otro lado, los estudiantes tienen la oportunidad de observar y recordar lo que dicen y hacen no sólo los profesores sino también sus compañeros, practicando así habilidades de aprendizaje por observación.
2. Previsión y aprendizaje en educación
Lo más destacado de Bandura pronóstico como un elemento muy importante en la enseñanza a los niños, ya que muy rápidamente aprenden cuáles son las consecuencias de su conducta, pudiendo distinguirlas según la situación.
Por ejemplo, a veces los padres se preguntan ¿por qué los niños se portan bien con unos profesores y mal con otros? O, por ejemplo, se preguntan: ¿por qué un niño ignora a sus padres hasta cabrearlos?
Esto sucede debido a las predicciones que hacen los niños. Por ejemplo, Si cada vez que Iván se queda quieto, el maestro “A” no lo aprecia (no lo elogia), Iván hará lo que le gusta o le interesa en ese momento. Si el maestro “B”, cada vez que Iván intenta levantarse, lo regaña y le hace un comentario sobre quedarse en su asiento, entonces esto enseñará a los niños no solo a sentarse en clase, sino también a sentarse tan pronto como el maestro comience. para alzar la voz. Por lo tanto, Iván y otros niños recordarán que en la lección del maestro “A” puedes comportarte como quieras, mientras que si el maestro “B” comienza a enojarse y levantar la voz, entonces debes sentarte.
Por eso, según la teoría del aprendizaje social, el maestro no solo enseña a los niños a comportarse, sino que también crea situaciones y modelos de conducta de respuesta.
Allende, esperanzas de heredar Las personas, en este caso los niños, no necesariamente tienen que estar relacionadas con una experiencia personal. Por ejemplo, si el chico más popular de la clase exhibe un comportamiento disruptivo o problemático, muchos lo imitarán para lograr lo mismo: popularidad y atención.
Es muy útil aplicar estos conocimientos en la escuela, lo principal es hacerlo correctamente. Lo realmente eficaz es recompensar al alumno por sus buenas acciones para que se convierta en un ejemplo para la mayoría de los demás niños. Esto es mucho más eficaz que centrarse en las fechorías.
3. Motivación y aprendizaje en educación
Albert Bandura cree que las consecuencias de la conducta (como los refuerzos y los castigos) desempeñan un papel importante a la hora de fortalecer o debilitar, respectivamente, un tipo particular de conducta.
Esto es lo principal en la motivación y en lo que se basa el entrenamiento clásico. Sin embargo, la diferencia en el modelo de Bandura y Skinner es que, según la teoría de Albert Bandura, las consecuencias crear expectativas, lo que, a su vez, fortalecerá o debilitará este tipo de comportamiento en el futuro. En contraste con Skinner, quien define las consecuencias como determinados determinantes que resultan de la repetición de un tipo de conducta.
Por lo tanto, siguiendo los supuestos de Albert Bandura, las consecuencias percibidas controlan la conducta más que las consecuencias reales. Esto explica por qué el niño se comporta así, dándose cuenta de que es posible que no consiga lo que quiere. ¿Por qué un niño se pasa todo el día intentando llamar la atención de todos en clase, aunque muchas veces fracasa? Porque sabe que ya lo logró una vez.
Las personas analizan las relaciones de causa y efecto y sacan conclusiones de esta información.
4. Pensamiento y regulación de los procesos cognitivos en educación.
Como aprendimos anteriormente, según Albert Bandura, la base del comportamiento es pensamiento. Cuando un niño aprende, es importante que construya representaciones simbólicas conceptuales. En otras palabras, entendí contexto, comportamiento y se preguntó - ¿Por qué?
Albert Bandura cree que si un niño no comprende las consecuencias de su comportamiento, no podrá aprender correctamente.
Basándonos en la teoría del aprendizaje social, en la escuela debemos explicar a los niños por qué están aprendiendo, qué lograrán y cuáles son los objetivos del aprendizaje. De lo contrario, según esta teoría, recibirán el conocimiento “automáticamente”, sin entender por qué lo necesitan.
Además, la repetición constante y consciente de un tipo particular de comportamiento conducirá al hecho de que dicho comportamiento será natural para los niños y podrán concentrarse mejor en sus estudios.
¿Has oído hablar alguna vez de este psicólogo? ¿Tienes una idea de cómo utilizar su teoría en tus estudios? ¿Qué opinas sobre la teoría del cognitivismo social? ¿Estás de acuerdo con ella?
Estaremos agradecidos por sus preguntas y comentarios sobre el artículo.
Traducción de Anna Inozemtseva
Psicóloga Sanitaria especialista en Psicología clínica.
Enamorada de las relaciones entre pensamientos, emociones y comportamiento humano.
Descubramos conocimientos compartiendo información.
“Cada uno es dueño exclusivo de sus pensamientos, hasta que decide compartirlos a través de sus conductas”
Albert Bandura, el menor de seis hermanos y único hijo de pequeños agricultores, nació en Mandera, Alberta, Canadá. En sus venas se mezclaba sangre ucraniana y polaca.
Las oportunidades educativas en la pequeña aldea eran más que modestas. Albert recibió sus primeros conocimientos en una escuela de un pequeño pueblo. Sin embargo, el niño no se limita a un curso escolar, sino que participa activamente en la autoeducación para ampliar el alcance de sus conocimientos y su comprensión.
Siguiendo las instrucciones de su padre, Albert ingresa en la Universidad de Columbia Británica. Es aquí donde descubre de repente la psicología académica. Un día, habiendo llegado a clase mucho antes de la hora acordada, el niño decide ocupar su mañana libre con algo. Y, por casualidad, se topa con una carrera de psicología. Aquí es donde un simple “pasatiempo” despierta en él un interés genuino y marca la dirección de sus actividades futuras. Después de estudiar durante unos tres años, en 1949 Bandura se graduó de la universidad con una licenciatura y entró en la escuela de posgrado de la Universidad de Iowa, que era el corazón del conocimiento teórico en psicología. En 1951, Albert obtuvo una maestría y un año después un doctorado en filosofía.
Actividades científicas
Ya en la universidad, Bandura se desvió de la teoría tradicional del conductismo que dominaba las mentes de esa época. En cambio, centra sus esfuerzos en describir un proceso psicológico que someterá a estudio experimental más de una vez.
Al centrarse en lo imaginario, representa su propia comprensión de la relación del individuo con el mundo que lo rodea. En lugar de aplicar el psicoanálisis y el estudio de la personalidad, centra sus esfuerzos en desarrollar una teoría práctica que describe los procesos mentales a través del aprendizaje observacional y la autorregulación.
Después de recibir su título, Bandura ejerció la medicina en el Counseling Center en Wichita, Kansas. Al año siguiente, 1953, asumió un puesto docente en la Universidad de Stanford, donde permanece hasta el día de hoy.
Al comienzo de su carrera científica, las opiniones de Bandura estuvieron fuertemente influenciadas por el trabajo de Robert Sears sobre el tema del comportamiento social y la identificación. Uniendo fuerzas con Richard Walters, Bandura comienza a investigar el proceso de socialización y las manifestaciones de agresión.
Basado en la teoría de la socialización, encuentra que el aprendizaje y la copia del comportamiento por parte de un individuo se basa en tres principios: el estímulo que da forma a la respuesta conductual, la respuesta que influye en la respuesta conductual y las funciones cognitivas de socialización que influyen en la respuesta conductual.
Después de una investigación detallada sobre este tema, en 1959 Bandura publicó su primer libro, “Agresión adolescente”. Este trabajo rechaza por completo los modificadores de conducta de Skinner (recompensas, castigos y refuerzos positivos y negativos) como métodos clave para tratar a los niños agresivos. En cambio, el autor propone descubrir el motivo de tal crueldad excesiva.
Investigaciones adicionales en esta área llevaron a la publicación en 1973 de su segundo libro, Aggression: An Analysis of Social Learning. Continuando con su trabajo, Bandura escribió el trabajo científico “La teoría del aprendizaje social” (1977), que cambió radicalmente la dirección en la que se desarrolló la psicología en los años 1980.
Basada íntegramente en experimentos prácticos realizados por el autor y fáciles de comprobar, la innovadora "Teoría del aprendizaje social" se convirtió en el primer trabajo de este tipo en psicología. Se distinguió marcadamente de las teorías predominantes de Sigmund Freud en ese momento.
En 1961, Bandura llevó a cabo su famoso experimento con el muñeco Bobo, que revolucionó la psicología, cambiando la dirección del conductismo a la cognitiva. Bandura demuestra empíricamente que los jóvenes están muy influenciados por el comportamiento de los adultos. En los casos en que los padres eran elogiados por actos de crueldad, los niños golpeaban continuamente al muñeco, imitando a los adultos. Sin embargo, cuando tal comportamiento no recibió la aprobación de los adultos, los niños dejaron de golpear al muñeco.
Sin limitarse a presentar la teoría, Bandura da una explicación clara de sus propios puntos de vista sobre el conocimiento humano del mundo en el contexto del aprendizaje social. Y, en definitiva, lleva la teoría del aprendizaje social a la formulación de la teoría cognitiva social.
Habiendo revisado la experiencia acumulada desde la perspectiva de representar a una persona como un individuo capaz de autoorganizarse, actuar activamente, introspección y autorregulación, Bandura refuta el concepto tradicional de un modelo de comportamiento determinado por la influencia de factores externos, y en 1986 escribe el libro “Los fundamentos sociales del pensamiento y la acción: teoría cognitiva social”
En este libro profundiza el concepto de teoría cognitiva, sugiriendo que el individuo, además de los factores externos, también está influenciado por su entorno y sus cualidades personales, incluidos los procesos cognitivos, emocionales y biológicos.
En la década de 1970 Bandura estudia la influencia de la creencia en la eficacia de las propias acciones sobre la actividad de una persona. A pesar de que considera este tema a la luz de otros factores, Bandura llama a la autoeficacia el mediador de todos los cambios que ocurren en el individuo, así como la principal fuente de los miedos que surgen.
La teoría de la autoeficacia no sólo ha hecho avanzar el estudio de las fobias, sino que también ha encontrado aplicación en el tratamiento de víctimas de desastres y de quienes padecen trastorno de estrés postraumático. Fue la sensación de control sobre uno mismo lo que ayudó a las personas que experimentaron traumas similares a recuperarse de lo sucedido. Y así, en 1997, Bandura cubrió este tema en el libro Autoeficacia: entrenamiento para el control.
Premios y logros
Durante su larga vida, Albert Bandura recibió doctorados honoris causa de dieciséis universidades diferentes alrededor del mundo, entre ellas la Universidad de Columbia Británica, la Universidad Alfred, la Universidad de Roma, la Universidad de Lethbridge, la Universidad de Salamanca en España, la Universidad de Indiana, la Universidad de New Brunswick, Universidad Estatal de Pensilvania, Universidad de Leiden, Universidad Libre de Berlín, Escuela de Graduados de la Universidad de Nueva York, Universidad. Jaime I de España, Universidad de Atenas y Universidad de Catania.
En 1974, Bandura fue elegido presidente número 82 de la Asociación Estadounidense de Psicología.
En 1980 se convirtió en miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias. Ese mismo año, la Asociación Estadounidense de Psicología le otorgó el Premio a la Contribución Destacada a la Ciencia como el primer científico que estudió seriamente la cuestión de la autorregulación de la personalidad.
En 1999, Bandura recibió el premio. Edward Lee Thorndike "Por sus distinguidas contribuciones al desarrollo de la psicología educativa".
En 2001, Bandura recibió el prestigioso Premio al Logro Científico de la Asociación para el Avance de la Terapia Conductual. La Asociación Occidental de Psicólogos le entregó un premio similar.
La Sociedad Estadounidense de Psicología le otorgó a Bandura el Premio James McKean Cattell y la Fundación Estadounidense de Psicología le otorgó la Medalla de Oro por logros significativos en la ciencia de la psicología.
Por su inestimable contribución al desarrollo de la psicología, Albert Bandura recibió el Premio Grewemeer de la Universidad de Louisville en 2008.
Vida personal y legado
En 1952, Albert Bandura se casó con Virginia Varnes. Esta unión fue bendecida con el nacimiento de dos hijas, Carol y Mary.
Virginia Warnes murió en 2011.
Albert Bandura es el psicólogo más grande de nuestro tiempo, el primero en proponer la teoría del aprendizaje social y sentar las bases de la teoría de la autoeficacia.
