Ejército de Alejandro I “A LA MANERA FRANCESA”

Tradicionalmente se cree que el punto de partida de la influencia francesa en la forma del ejército ruso fue la reunión de los emperadores Alejandro y Napoleón en Tilsit el 25 de junio de 1807. De hecho, los préstamos franceses penetraron en el ejército ruso un año antes con el comienzo. de la organización del batallón de la Milicia Imperial, que formalmente formaba parte de la milicia Zemstvo, pero en su estructura, organización, uniforme y equipamiento, era una unidad regular de pleno derecho, que luego pasó a formar parte de la guardia imperial.

El 6 de noviembre de 1806 se publicó el manifiesto más alto sobre la entrada de Rusia en la próxima campaña contra Francia como parte de la coalición ruso-prusiana. El 30 de noviembre, Alejandro I decide convocar el “Ejército Zemstvo o Milicia Temporal Interna” para mantener el ejército regular. El Emperador da ejemplo a la nobleza rusa y da la orden de crear, a sus expensas, con los campesinos de las propiedades pertenecientes a la familia imperial, un batallón de milicias, que se formó el 12 de diciembre de 1806 con el nombre de “Batallón de la Milicia Imperial” compuesta por un granadero, tres compañías Jaeger y una media compañía de artillería.

El 18 de febrero de 1807, el inspector de regimientos navales, mayor general P.S. Shirkov recibió el agradecimiento del zarevich Konstantin Pavlovich por su participación en la formación del batallón y, en particular, por el hecho de que "especialmente en los primeros uniformes del batallón imperial, los rangos inferiores los desempeñabas tú".

Sin duda, la formación y uniformación del batallón de Milicias Imperiales se produjo bajo la marcada influencia de la campaña contra los franceses que tuvo lugar en 1805. Las filas del batallón fueron las primeras entre las unidades de la guardia y del ejército en recibir uniformes con solapas. Además, las solapas de los puños se cortaron según el patrón figurado francés común con tres "dedos". Por el contrario, al elegir un modelo de pantalones de tela, volvieron a una tradición doméstica anterior: pantalones Potemkin con calzas de cuero con botones de cobre. Fue esta versión de la ropa de invierno la que se aprobó en diciembre de 1807 para los rangos inferiores de los regimientos de infantería del ejército 2 y en 1808 para los regimientos de guardia. El equipo abandonó los cinturones tradicionales para el ejército ruso. Los rangos inferiores no recibieron espadas tradicionales con hojas de cuchilla, sino medios sables con empuñaduras planas, de forma similar al modelo utilizado por los franceses. Se introdujeron cinturones de hombro, de nuevo siguiendo el modelo francés, para llevar estos medios sables y bayonetas en sus fundas. En lugar de mochilas cilíndricas con una bandolera, se introdujeron las rectangulares, con dos correas para los hombros y una transversal. Sin duda, fueron los paquetes del batallón de la Milicia Imperial los que sirvieron de modelo para el desarrollo de nuevos paquetes para los guardias y la infantería del ejército 3. El abrigo enrollado se sujetaba a la funda superior de la mochila mediante dos cinturones con hebillas de hierro. En lugar de sombreros de tela, que demostraron su impracticabilidad durante los combates de 1805, el batallón introdujo shakos con base y ribetes laterales de cuero. A juzgar por los dibujos realizados durante ese período por A.I. Orlovsky, los shakos de los policías también fueron tomados prestados de los franceses.

Por primera vez, fue en este batallón donde la compañía de granaderos comenzó a dividirse en pelotones de granaderos y fusileros. La división de las compañías de granaderos según este principio en los restantes regimientos de la guardia y del ejército no se produjo hasta octubre de 1810. Los oficiales del batallón recibieron charreteras, de forma similar a las de sus homólogos franceses de ese período. Fue este tipo de charretera el que sirvió de base para el desarrollo de las charreteras de oficiales, introducidas en la guardia de a pie por el decreto supremo del 9 de septiembre de 1807 4

Durante la campaña de 1807, el batallón se distinguió en Gutstadt, Heilsberg y Friedland 5 . El valor mostrado por las filas del batallón fue uno de los motivos de la decisión.

sobre la asignación del batallón de la Milicia Imperial a la Guardia. El estatus de unidad de guardias finalmente fue asignado al batallón después de la promulgación del decreto supremo del 22 de enero de 1808: "Clasificarlo(batallón - O.L.) al cuerpo de tropas de Salvavidas” 6. Al mismo tiempo, un cuarto párrafo separado del decreto señalaba específicamente que: “Uniforme, municiones, armas, equipaje, etc.: dejar la forma actual, pero en términos del mismo tiempo que los regimientos de infantería de los Salvavidas” 7. El equipo de artillería fue asignado al Batallón de Artillería de Salvavidas por encima del personal, y formalmente se consideró adscrito temporalmente del batallón.

Después de que al batallón se le concedieran los privilegios de la Guardia Imperial, comenzaron una serie de cambios en su apariencia. El 15 de marzo de 1808 llegó a la comisaría la orden de expedición. “tener abrigos del batallón de Salvavidas de la Milicia en lugar de paño gris verde oscuro” g. Anteriormente, el 20 de febrero de 1808, la comisaría recibió una orden del Ministro de Guerra para preparar abrigos para las unidades de guardias según los nuevos plazos. La lista también incluía 340 abrigos para el Batallón de Guardias de la Policía. fue prescrito “Para coser estos abrigos y que estén completamente listos para el 1 de abril, los botones y la lona se enviarán juntos, en hilo. el dinero será liberado” 9. A juzgar por el documento, se puede suponer que sólo un tercio del batallón se puso el nuevo tipo de abrigo. El resto de las filas vistieron abrigos de color verde oscuro hasta el final del período asignado (enero de 1810), lo que era una práctica común en los regimientos de guardias de la época.

El 8 de abril de 1808 se emitió un decreto sobre el cambio de nombre. "Batallón de la Milicia de Salvavidas" o "Salvavidas del Batallón de Milicias Imperiales" V "Batallón de la Guardia Finlandesa" o «Batallón Finlandés de Salvavidas»» 0.

Tanto los oficiales como los rangos inferiores deberían llevar escudos en sus shakos y ojales en sus uniformes, siguiendo el modelo de otros regimientos de Guardias." Posteriormente, este decreto, publicado en el libro de estados PSZ 12, fue erróneamente atribuido por los compiladores de la “Descripción Histórica...” a todos los regimientos de infantería de la guardia y pasó a ser considerado el 18 de abril de 1808 como la fecha de la Introducción de shakos en todos los guardias de infantería. De hecho, la infantería de la guardia recibió un shako a principios de 1808. Al mismo tiempo, se introdujeron en la guardia amplios sultanes piramidales, inspirados en el batallón de la Milicia Imperial. En particular, el 28 de febrero de 1808, el comandante del regimiento de salvavidas Semyonovsky

ordenado "en las empresas de la antigua forma de shako(se refería a sombreros de tela. - O.L.) y entregar a los sultanes al campo de entrenamiento del regimiento" 13 . Un poco antes, el 16 de febrero, "El Emperador Soberano se ha dignado ordenar que todos los regimientos de infantería de rango inferior siempre lleven orejeras de tela en sus shakos".(Las orejeras originalmente se cosían en sombreros de tela. - O.L.) y se les cosieron y se forraron con lona, ​​para que pudieran atarse en cualquier época del año en caso de mal tiempo, lo cual fue observado por los jefes de regimiento al inspeccionar partes del shako."

Varios guardias shakos mod. 1808, destacando por su especial

Detalle: paredes laterales cóncavas, almohadillas para la cabeza de cuero cosidas y orejeras de tela 15. A lo largo de 1808, el batallón de la milicia de la guardia continuó usando los viejos shakos de "milicia" con lados rectos.

El 22 de mayo de 1808, la expedición del comisariado recibió un mensaje de que el emperador deseaba verbalmente que “todas las filas combatientes y no combatientes del batallón deberían tener tirantes escarlata en sus caftanes y levitas en lugar de los antiguos de color verde oscuro, por lo que el alto mando del batallón construyó inmediatamente dichos tirantes” 16.

El 30 de septiembre de 1808, Tsarevich Konstantin Pavlovich, en una carta al Ministro de Guerra, enfatizó especialmente: “Como el Batallón de Milicias Imperiales debe estar, por Orden Suprema, en el puesto de Guardias, entonces Su Excelencia se digna ordenar que los plazos para todos los uniformes y municiones se consideren similares a los plazos para estos regimientos”" 7. El 5 de octubre de 1808 se aprobaron nuevas condiciones para la asignación uniforme del batallón imperial. A partir de enero de 1809, se suponía que todos los años se fabricarían artículos de uniforme (caftanes, pantalones de invierno y de verano).

A lo largo de 1808, el batallón conservó los mismos uniformes y equipos de policía, pero con la adición de distinciones de guardias (escudos de armas en shakos y ojales de la insignia de guardias). En noviembre de 1808, los finlandeses recibieron 138 personas más: cartucheras con cinturones negros, cinturones negros para espadas, carteras de cuero negro con correas para los hombros, cinturones emparejados para atar abrigos a las carteras y hebillas de hierro para ellos. Además, fueron aceptadas 669 personas. "correas para auriculares koi para shakos" 1 ". Luego, en noviembre, el batallón exigió a la comisaría lo que faltaba: tela escarlata y negra, 313 pares de calzas de cuero. "con correas

debajo del talón", vainas de bayoneta, alfanjes, modales y 138 pares “manoplas de ante con huargos” 19. Al mismo tiempo, a cambio de 50 machetes faltantes, el batallón pidió "Para lograr uniformidad, entregue sables exactamente iguales a los que se entregaron anteriormente a este batallón". La comisaría cumplió con los requisitos del batallón y asignó la cantidad requerida de sables y guantes con "warigamis" liberó el dinero.

A juzgar por la lista de municiones recibidas en 1808, el batallón continuó usando abrigos enrollados en tubos sobre las mochilas, y esto a pesar de que el 8 de octubre de 1808 todas las unidades de infantería de la guardia recibieron un nuevo documento reglamentario: "Descripción de cómo Cómo debe vestir un soldado en campaña" 20. De acuerdo con las nuevas reglas, se suponía que el abrigo se enrollaría en un anillo largo, se ataría en los extremos con un cinturón con una hebilla de hierro y se llevaría sobre el hombro izquierdo debajo de las correas de la mochila. Además, los finlandeses siguieron destacándose con un cinturón transversal con hebilla en el cinturón de la mochila. Para los demás regimientos de la Guardia y del Ejército, las correas transversales para las mochilas no se aprobaron hasta principios de abril de 1809.21 A finales de diciembre de 1808, el batallón recibió la suma para coser 900 nuevos shakos (según el modelo de la Guardia, en lugar de los shakos policiales anteriores) a razón de 3 rublos. 40 kopeks por pieza 22. En enero de 1809, tras la aprobación.

boleta de calificaciones uniforme del batallón finlandés, el costo de los materiales suministrados para la fabricación de un shako de guardia se redujo drásticamente a 2 rublos. 39 1 Un kop. (incluido el costo de la etiqueta y la bardana) 23. En los años siguientes, la lista y la cantidad de consumibles necesarios para la fabricación de un shako para otras unidades de guardias repitieron exactamente los datos del boletín de calificaciones finlandés y se mantuvieron sin cambios hasta 1814.24

El 29 de diciembre de 1808, se entregaron a los oficiales del batallón insignias inspiradas en los salvavidas del regimiento Izmailovsky. Con la introducción de nuevas corazas para oficiales de la guardia en 1808, se conservó la tradición: los jefes de los Preobrazhentsy y Semyonovtsy continuaron usando en sus insignias números y letras que indicaban la fecha de la Batalla de Narva en 1700, ubicada debajo del emblema estatal y militar. guarniciones. Los oficiales del Estado Mayor y todos los izmailovitas recibieron insignias sin fecha.

Después de una serie de cambios, aunque pequeños, pero variados, en la asignación de uniformes del batallón, surgió la cuestión de desarrollar la dotación de personal y las boletas de calificaciones uniformes para la nueva unidad de guardias. Desde noviembre de 1808 hasta principios de enero de 1809, con la participación directa del Ministro de Guerra A.A. Arakcheev y Tsarevich Konstantin Pavlovich desarrollaron los documentos mencionados. A la hora de elaborar las normas para las asignaciones para ropa, a juzgar por la correspondencia conservada, la comisaría se basó en la situación que existía en ese momento para los salvavidas del batallón Jaeger. En particular, se planeó liberar el número de botones del abrigo. “como en el [regimiento] de Salvavidas Jaeger” 25. La propuesta de sustituir las mochilas disponibles en el batallón no fue aprobada. a la pregunta “Las mochilas están en la misma posición, ¿hay que dejarlas así o ponerlas en piel de becerro?” Arakcheev determinó que “debe ser negro” 26. Los finlandeses empezaron a diferenciarse del resto de la infantería de la guardia.

la cantidad de accesorios en las mochilas. El trabajo de la comisión anotó la cantidad de hebillas de hierro para mochila necesarias: “Para los guardias, antes eran 5 a las mochilas, pero según la normativa vigente, 3, en el mismo estado eran 6” 2 - 7. En las boletas de calificaciones aprobadas, se mantuvo el estándar de seis hebillas de hierro: tres en la tapa de la mochila, una en la correa cruzada del hombro y dos en la parte posterior de la mochila para sujetar los extremos de las correas de los hombros. En tres regimientos de la Infantería Pesada de la Guardia, las hebillas de las mochilas se distribuyeron de la siguiente manera: tres hebillas de hierro en la tapa de la mochila y, a partir de abril de 1809, una hebilla adicional de cobre en la correa transversal del hombro 28 .

En los regimientos del ejército de infantería pesada y ligera, a partir de enero de 1810, se emitieron hebillas de hierro a través de los depósitos de la comisaría para el cinturón transversal del hombro. El hecho de que en los regimientos de infantería del ejército, a diferencia de los guardias, era necesario llevar una hebilla de hierro en un cinturón transversal de mochila, se confirmó una vez más en 1817 durante el desarrollo de nuevas regulaciones uniformes 29 .

El deseo verbal inicial del emperador de introducir tirantes rojos en el batallón se reflejó primero en el borrador del boletín de calificaciones y luego en su versión finalmente aprobada. Originalmente se suponía que se emitiría una trenza de suboficial “al precio de Gvardeyskaya” 1 frote. 22 kopeks "en especie". Según el cronograma aprobado, comenzaron a vender pantalones anchos de lana para los guardias para ojales en cuellos y solapas de mangas a razón de 1 arshin por persona (71,12 cm): 20 kopeks. por arshin. Las normas para el suministro de tela para pantalones de invierno siguieron siendo las mismas: 1 arshin 5 vershok (0,93 m) por persona.

El 21 de enero de 1809 se aprobó la versión final del boletín de calificaciones uniforme de los salvavidas del batallón finlandés 30. A pesar del estudio cuidadoso de las partidas de gastos en la libreta de calificaciones uniforme, no fue posible evitar errores y contradicciones en el documento ya aprobado. Se planeó producir telas para caftanes según los estándares de los salvavidas del regimiento Jaeger. Al mismo tiempo, los compiladores lograron olvidar el consumo de telas para solapas. La tasa de consumo de tela escarlata también se determinó sin tener en cuenta el ribete a lo largo de los bordes de las solapas. De los accesorios metálicos para un caftán, según la tabla, se suponía que solo se harían 24 botones de cobre, aunque con el estilo existente para un caftán se necesitaba un juego de 26 botones y 17 pares de ganchos y presillas.

Las normas para la liberación de pantalones de guardia para adornar caftanes para bateristas y flautistas eran las siguientes: 19 arshins para un baterista de batallón (rango de suboficial) y 15 arshins para todos los demás. El orden de bordado de los caftanes de bateristas y flautistas no estaba determinado por la mesa. La versión del bordado del caftán del baterista del batallón probablemente coincidió con el bordado de los trompetistas del Regimiento de Salvavidas Uhlan. La mesa de los guardias lanceros indicaba claramente el orden de bordar el caftán con solapas de 19 arshins de los pantalones de los guardias: “a lo largo de las dos costuras laterales de la espalda, a lo largo y a lo largo de las mangas, a lo largo del piso, a lo largo de las colas, a lo largo del cuello y a lo largo de los hombros de las conchas” 11. Los bateristas y flautistas de compañía entre los finlandeses probablemente se distinguían por la falta de bordados en la espalda, los pisos y las solapas de los faldones.

Para los bateristas del batallón finlandés, por primera vez en la infantería de la guardia, aprobaron hondas "placas de cobre según el patrón" Con casquillos para fijar baquetas. Lo más probable es que fue después de los finlandeses que aparecieron placas de cobre en bandas de tambores en toda la infantería de la guardia. Además, a finales de 1811, la infantería pesada llevaba una insignia en combinación con tres granadas de cobre de un solo fuego, y la infantería ligera solo llevaba la insignia 32.

Por decreto supremo del 16 de diciembre de 1809, se concedieron escamas de cobre a la infantería de la guardia para el barboquejo 33 . Los finlandeses recibieron escalas sólo a finales de 1811, cuando el batallón se reorganizó en un regimiento.

Las mallas de cuero en los pantalones de tela en realidad diferían del estándar estándar. Según la boleta de calificaciones de las calzas, se suponía que el dinero se liberaría a razón de 80 kopeks. por par, mientras que antes, el 8 de noviembre de 1808, para el año siguiente, 1809, se planeó dinero para la producción de calzas para los regimientos de Salvavidas Semenovsky y Jaeger y el batallón finlandés a razón de 1 rublo. 30 kopeks por par 34 . Esto significa que los espacios en blanco de cuero eran más grandes que el tamaño estándar y las mallas en sí, cuando se fabricaban, eran más altas que las aprobadas, lo que se confirma con una serie de decretos emitidos en 1809, independientemente del tamaño estándar finlandés.

El 10 de octubre de 1808, se aprobaron muestras de calzas para pantalones de invierno para regimientos de guardias en dos tallas. “por mayor y menor crecimiento” 35. El 31 de mayo de 1809 se aumentó la altura de las calzas de cuero de los pantalones de invierno. Al mismo tiempo “Fue del agrado del Soberano Emperador restablecer una muestra de tales cueros para grandes alturas y que la anterior, que se utilizaba para este crecimiento, fuera ya para alturas menores” 36.

El 31 de agosto de 1809, el emperador decidió introducir nuevos modelos de calzas altas de cuatro alturas (en lugar de las dos anteriores) sólo para los salvavidas de los regimientos Preobrazhensky, Semyonovsky e Izmailovsky 37 . Al mismo tiempo se ordenó “Las muestras anteriores deben dejarse en su fuerza para el Regimiento de Guardias Jaeger, los batallones de Artillería, Finlandia y Garrison, entregados a la mitad contra cada muestra” 3 *.

Los finlandeses tenían en sus boletas de calificaciones botas altas de charol, con un precio de 2 rublos. por par, y esto a pesar de que, por orden del Ministro de Guerra, desde 1809, a todas las unidades de la infantería de la Guardia se les ordenó liberar dos pares "botas suaves"(1 rub. 30 kopeks el par) del nuevo modelo 39. Botas "lacado punta redonda" Precio de 2 rublos. para una pareja también se conservaron en la boleta de calificaciones uniforme del Batallón de Guarnición de Salvavidas, aprobada el 1 de septiembre de 1809.

El 13 de octubre de 1809, para los Salvavidas del Regimiento Jaeger y el Batallón Finlandés, se aprobaron diseños y tamaños de letras en las tapas de las bolsas de cartuchos: “G.E.” y "F.G." 40 El 8 de febrero de 1811, en San Petersburgo, en el Arsenal de la Expedición de Artillería 41, se ordenó la producción de cartas para los guardias forestales. Quizás allí también se hicieron las cartas para los finlandeses.

A principios de 1810, en todas las unidades de guardia donde debían llevar penachos, se cambió el uniforme. Las anchas plumas de pelo piramidales fueron reemplazadas por unas estrechas en forma de cono hechas del mismo material. Un año más tarde, se introdujeron en el ejército los sultanes de un nuevo modelo de guardia.

El 11 de octubre de 1811, se emitió el decreto más alto sobre el despliegue de los salvavidas del batallón finlandés en el regimiento 42 de tres batallones. La expedición de la comisaría recibió el 31 de octubre de 1811 la orden de suministrar armas y machetes a cuatro nuevos batallones de guardias (dos socorristas del regimiento lituano y dos socorristas del regimiento finlandés). Arsenal de Petersburgo. Además, si se siguen las estadísticas, además de los rifles, todos los rangos de combate de los dos nuevos batallones del regimiento finlandés recibieron machetes de infantería 43 . Resultó que un antiguo batallón del regimiento estaba completamente equipado con sables, y los dos nuevos estaban provistos de machetes de infantería. Esta imagen contradecía las normas adoptadas en ese momento, según las cuales las compañías Jaeger de los regimientos de infantería ligera no tenían armas blancas, a excepción de los suboficiales y músicos. Quizás la contradicción que surgió se corrigió tras el máximo decreto del 11 de noviembre de 1811, según el cual el nuevo regimiento pasó a ser considerado oficialmente. “entre la infantería ligera” 44.

Según la declaración del 13 de noviembre de 1811, los finlandeses en los nuevos estados necesitaban además los siguientes accesorios y municiones: 2233 pares de escamas shako (para los tres batallones); 1210 hebillas de cinturón de espada de cobre; 1307 petacas con correas y hebillas de hierro; 2310 hebillas de hierro para bolsas de cartuchos (2 por bolsa); 1294 mochilas con correas; para mochilas, hebillas de hierro 7764 (a razón de 6 hebillas por mochila); 1307 "impermeables" cinturones con hebillas de hierro y 1257 escudos de shako (para dos batallones) 45.

En agosto de 1811, la Guardia cambió el patrón del fagot de lana en cuellos y solapas de mangas. Ahora se produjo en dos tipos: ancho, para ojales longitudinales del cuello y válvulas de manga (1 arshin de 4 pulgadas - 88,9 cm) y estrecho, para diseños transversales en los mismos ojales (el mismo 1 arshin de 4 pulgadas). Además, los bucles del fagot se recortaron alrededor del perímetro con un cordón de lana amarillo (1 arshin 12 vershoks - 1,245 m) 46.

Ni la forma del caftán ni el cuello sufrieron cambios a finales de 1811 y principios de 1812. Declaración "Descripción histórica..." sobre la introducción en la guardia y los ejércitos en enero de 1812 de uniformes con cuellos ciegos abrochados con ganchos, un error desafortunado basado en una interpretación incorrecta de fuentes documentales e iconográficas. Los cuellos cerrados, como tendencia de moda, pero no como un elemento establecido del uniforme, aparecieron entre los oficiales de la guardia en la primavera de 1814, y oficialmente entre los soldados recién en 1815. Basado en los retratos conservados de los oficiales de los salvavidas finlandeses Regimiento del período 1814-1815, se puede suponer que con la introducción de nuevos ojales uniformes, solo cambió el corte de las válvulas de las mangas: en lugar de rizados, comenzaron a hacerse rectangulares.

En 1813, las tropas rusas, incluida la guardia, se enfrentaron a problemas casi catastróficos a la hora de suministrar uniformes. Para compensar la grave escasez de uniformes, se utilizaron reservas francesas capturadas. Después de la fallida campaña de verano de 1813, los finlandeses, según el rango inferior del regimiento de Nazarov, recibieron botas y botas después de capturar el convoy francés 47 . Según la historia del regimiento, se suponía que el regimiento finlandés de salvavidas debía producir para el invierno de 1813-1814. pantalones y botas de tela por la incomodidad de los pantalones de servicio con calzas de cuero 48 .

El uso de botas de tela y botas para ellos en 1814 por dos regimientos de guardia (finlandés y lituano) está confirmado por documentos oficiales. Al organizar el suministro de batallones de salvavidas de los regimientos lituano y finlandés, asignados a un destacamento de guardia separado en Varsovia, el jefe del Ministerio de Guerra, el príncipe A.I. Gorchakov, en una carta fechada el 16 de julio de 1814, afirmó: “No se enviarán cueros para pantalones a ambos batallones, sino que se enviarán en especie o en dinero, según lo deseen los batallones y como mejor, se reconocerá paño negro y stock para botas en la cantidad requerida, porque a ambos estos batallones tienen botas” 49.

4 En septiembre de 1814, tras el regreso de la 2.ª División de Guardias a San Petersburgo, se decidió que el Regimiento de Salvavidas finlandés tendría cinturones de espada y tahalíes fabricados según el modelo de los Guards Jaegers 50. Es imposible decir con certeza cuáles eran las diferencias en el diseño de municiones en los dos regimientos de infantería de la guardia en ese momento.

El equipamiento del regimiento finlandés comenzó a barnizarse sólo después del decreto del 10 de octubre de 1814. 50 Los guardabosques tenían barnizada la munición negra desde finales de 1804. 51 Al mismo tiempo, en octubre de 1814, se fabricó un nuevo modelo de shako. introducido para todos los regimientos de infantería de la Guardia y para el Cuerpo de Granaderos con colapso.

El 13 de noviembre de 1814, el emperador ordenó que las empuñaduras de los alfanjes de todas las guardias de infantería fueran de cobre rojo y un nuevo uniforme modelo 53.

Los cambios de finales de 1814 se convirtieron en el comienzo de otra reforma uniforme de posguerra, que finalizó en 1817-1818.

Este artículo habla sobre el estado del ejército ruso en los primeros años del reinado de Alejandro I y lo que provocó la derrota en Austerlitz.

Este artículo original titulado “En el camino hacia la reforma: el ejército ruso al comienzo del reinado de Alejandro I” fue publicado en la colección “Francia y Rusia a principios del siglo XIX” (M.: 2004. págs. 116 -127)

V.M. Sin complicaciones. En el camino de la reforma: el ejército ruso al comienzo del reinado de Alejandro I

Pocos historiadores militares centraron su atención en el período inicial del reinado de Alejandro I: 1801-1805. Las razones de esto son claras: los principales acontecimientos militares asociados con la historia del ejército ruso ocurrieron después de 1805 y dejaron en las sombras los primeros cinco años del reinado de este monarca. Sin embargo, durante estos años se intentaron cambios importantes en el ámbito militar, y es muy interesante analizarlos.

Cabe señalar que en el campo del arte militar en Europa en ese momento luchaban activamente dos tendencias. Después de la Guerra de los Siete Años, durante la segunda mitad del siglo XVIII, el sistema militar prusiano de Federico el Grande siguió siendo el pionero de la moda militar (organización, disciplina, formación, marcha, porte, uniformidad), y los postulados tácticos desarrollados por dominaban los prusianos (tácticas lineales, maniobras, acción de caballería, conducción de “pequeñas batallas”), etc.). El ejército prusiano fue considerado ejemplar, y los teóricos prusianos, como herederos de la gloria de la batalla de Rosbach de 1757, tuvieron una poderosa influencia en la conciencia de los líderes militares de toda la Europa feudal, incluida Rusia. Al mismo tiempo, los brotes de una nueva doctrina militar (denominada en la literatura “táctica de columnas y formación suelta”), nacida del entusiasmo de la lucha por la independencia de los colonos norteamericanos y de la Revolución Francesa, estaban prácticamente no percibido en la Europa feudal. Las resonantes victorias de las armas francesas fueron entonces explicadas por los especialistas contemporáneos como razones aleatorias, muy alejadas de la verdad. Las ventajas obvias del nuevo sistema militar avanzado se hicieron plenamente evidentes y comenzaron a ser comprendidas activamente en los ejércitos europeos sólo después de la aplastante derrota de los prusianos en Jena y Auerstadt en 1806. No fue Austerlitz de 1805, sino precisamente los acontecimientos de 1806 los que puso fin y resumió el desarrollo de tácticas lineales.

En Rusia, de estas dos direcciones principales de los asuntos militares a principios de siglo, había una clara
Se dio preferencia al sistema prusiano, como lo demostró claramente todo el reinado de Pablo I. Además, la experiencia nacional positiva anterior prácticamente no se generalizó y se dio prioridad incondicional a las tendencias extranjeras, aunque muchos modelos internos de guerra en el siglo XIX. Los investigadores posteriores del siglo XVIII los definieron como elementos de táctica de columna y sistema flexible. Las tendencias negativas claramente manifestadas durante las operaciones militares de 1799 del ejército imperial ruso contra las tropas francesas no se tuvieron en cuenta a tiempo. De los tres teatros de operaciones militares donde lucharon las tropas rusas, en dos se produjeron fracasos: Holanda y Suiza. Sólo gracias al talento militar de A.V. Suvorov y sus victorias en Italia, el ejército ruso quedó completamente rehabilitado. Al mismo tiempo, las autoridades y muchos historiadores ensalzaron oficialmente la campaña suiza de Suvorov de 1799 como una victoria indiscutible, que difícilmente puede evaluarse objetivamente de esta manera. Teniendo en cuenta los tristes resultados de la campaña, es razonable decir que Suvorov, en las circunstancias más difíciles y dramáticas, logró salvar su honor y no dañar el prestigio de las armas rusas. La gloria del comandante ruso eclipsó los fracasos militares y no permitió a Rusia pensar en sus causas.

¿Qué posición adoptó Alejandro I respecto del ejército al comienzo de su reinado? Detrás de los hombros del emperador ruso estaba la escuela de maniobras sofisticadas que pasó en su juventud entre el salón de su abuela, la sedienta de poder Catalina II, y el cuartel de Gatchina de su siempre sospechoso padre, Pablo I. Según V.O. , tuvo que vivir durante mucho tiempo “con dos mentes, para mantener dos rostros ceremoniales " Pero la educación militar
Alejandro lo recibí bajo la supervisión directa de su padre, y su bisabuela no interfirió en esto de ninguna manera. Muchos contemporáneos notaron que el espíritu y las tradiciones de Gátchina dejaron una profunda huella en él y en los primeros años de su reinado no siguió los pasos de la "época victoriosa de Catalina". Así, el almirante A.S. Shishkov comparó muy negativamente la sucesión militar de los reinados de Catalina y su nieto y escribió en sus memorias: “Todo lo que no estaba con ella y que se introdujo después de ella a imitación de los prusianos se mantuvo sin cambios; las mismas órdenes de servicio militar, producciones diarias, dimisiones, pequeñas observaciones, desfiles de turnos, salas de ejercicio, barreras, etc., la misma distribución de órdenes a médicos y mozos de cuadra. En una palabra, el reinado de Pablo, aunque no con la misma severidad, pero sí con imitaciones e innovaciones similares a los extranjeros, continuó” 1 .

A pesar de la dura valoración del célebre autor de memorias, al comienzo del reinado de Alejandro I también se produjeron cambios en el ámbito militar. Ya el 29 de marzo de 1801 (17 días después de ascender al trono), el emperador devolvió los regimientos a su anterior histórico. nombres. Luego siguieron otros cambios, principalmente en lo que respecta a los uniformes y atributos militares. En 1801, la imagen de la cruz de Malta se eliminó de las insignias de los oficiales y, a partir de 1803, los miembros inferiores comenzaron a usar correas en ambos hombros. También hubo cambios en los peinados: a todos los rangos se les ordenó cortarse los rizos y acortar las trenzas, y usar polvos solo para desfiles y días festivos. A partir del 12 de marzo de 1802, de acuerdo con la "Tabla de artículos de uniformes, municiones y armas" conformada, se introdujeron en uso nuevos tipos de tocados: gorras de granadero, fuselaje y gorras, así como sombreros de mosquetero. En 1803 se cambió la cobertura de silla de montar y lingotes en la caballería. Desde 1802, se dejaron en los regimientos dos estandartes por batallón (uno de los seis se consideraba regimiento). A partir de 1803, se introdujeron nuevos estandartes del modelo de 1803 para los regimientos emergentes 2. En general, se puede afirmar que el sistema militar de Pavlov, incluso exteriormente, permaneció casi sin cambios, las innovaciones eran de naturaleza externa y estaban dictadas por la moda militar o personal; Preferencias del nuevo monarca.

Inicialmente, la tarea principal del emperador que ascendió al trono era neutralizar a los participantes más activos en la conspiración contra su padre. Logró sacar rápidamente a gr. del ejército y sacarlo de la capital. P.A. Palen y L.L. Bennigsen al cargo de gobernador militar de Vilna. En el camino, numerosos jubilados comenzaron a regresar a las filas del ejército (durante el gobierno de Pavlov, 7 mariscales de campo, 363 generales y 2.156 oficiales fueron despedidos). Al mismo tiempo, Alejandro I comenzó a colocar a personas que le agradaban en puestos militares clave. Tampoco hay duda de que el nuevo emperador, al colocar personal, se guió por los antiguos líderes militares y se guió por el principio de antigüedad en el servicio. Esto se evidencia en los nombramientos de importantes puestos administrativos y de mando en las tropas de campo de las "Águilas de Catalina" de I.V. Gudovich, M.N. Kutuzov, I.I. Mikhelson, A.A. El ex zar A.A. Arakcheev incluso fue devuelto al servicio y reinstalado en el puesto de inspector de artillería, quien luego gozó de la confianza absoluta del emperador, lo que despertó la envidia de muchos cortesanos.

También se produjeron cambios en el ámbito de la alta administración militar, pero inicialmente fueron de carácter externo. Las reformas liberales en la esfera civil al comienzo del reinado de Alejandro 1 casi no afectaron la esfera militar. A pesar de la creación del Ministerio de Fuerzas Militares Terrestres el 8 de septiembre de 1802, el Colegio Militar siguió funcionando dentro de su estructura. El general de infantería S.K. Vyazmitinov (ex vicepresidente del Colegio Militar) fue nombrado ministro. Muchos investigadores modernos consideraban que el poder del entonces ministro era absoluto. De hecho, aunque funciones importantes (inspección, economía, trabajo de oficina rutinario) estaban bajo el control del ministro, no tenía derecho a interferir en el mando de las tropas en el campo y los principales líderes militares no se sometían a él. Además, todas las innovaciones y las más altas órdenes continuaron viniendo del jefe de la Oficina de Campaña Militar del Emperador, el joven ayudante general Kh.A. Lieven: sus contemporáneos lo compararon en importancia con el Ministro de Guerra, ya que desempeñó un papel igualmente importante en la solución de los asuntos del ejército.

En general, la ley principal que regulaba la gestión y las actividades de las tropas de campaña seguía siendo el "Reglamento militar" introducido por Pedro I en 1716, y los principales documentos para el entrenamiento y el entrenamiento de combate en los regimientos eran los reglamentos e instrucciones pavlovianos en el espíritu prusiano. En particular, para la infantería, el "Reglamento militar sobre el servicio de infantería de campaña", adoptado en 1790, al comienzo del reinado de Pablo I. Preveía solo formaciones lineales, al mismo tiempo ni siquiera se mencionaba formación suelta, cuadros y columnas, y se prestó especial atención a la preparación de las guardias, al mantenimiento correcto y preciso de las distancias y los intervalos, y a la regulación mezquina y pedante de todos los casos especiales 3 . La antigua forma de vida del ejército, el desfile, la belleza de la formación y el alineamiento en las filas, las marchas y los ejercicios continuaron dominando y determinando la vida diaria de las tropas al comienzo del nuevo reinado. Como resultado, los regimientos demostraron con éxito su porte y marcharon ante los altos comandantes, pero estaban mínimamente preparados para el combate.

Alejandro I, sin duda, tenía sus propios puntos de vista sobre el ejército. La evidencia de que era latentemente consciente de la necesidad de cambios en el entorno del ejército fue la actividad de la "Comisión Militar para revisar la posición de las tropas y su organización", establecida por él el 24 de junio de 1801, presidida por el Gran Duque Konstantin Pavlovich. La comisión incluía a los generales A.A. Prozorovsky, M.I., que ocupaban cargos de responsabilidad. Golenishchev-Kutuzov, I.V. Es cierto que este organismo consideró principalmente los problemas organizativos y económicos del ejército y no abordó el entrenamiento de combate de las tropas. La comisión recibió “altas instrucciones” de no tocar “simulacros y tácticas escolares” 4 . Además, también se fijó la tarea de ahorrar fondos destinados a las necesidades militares 5 .

La comisión llegó a la conclusión de que era necesario aumentar, en primer lugar, el número de unidades de infantería "en relación con las fuerzas de las potencias vecinas". De 1802 a 1805 se formaron 12 nuevos mosqueteros, tres cazadores, seis dragones, dos lanceros, un regimiento de húsares, así como un regimiento de artillería de pioneros y uno de pontones. En 1801 se disolvieron nueve regimientos de artillería, en 1803 se revivieron nuevamente y en 1806 se disolvieron nuevamente 6. El 30 de abril de 1802, se introdujeron nuevos estados, según los cuales los regimientos de granaderos consistían en un batallón de granaderos y dos de fusileros, los regimientos de mosqueteros, en un regimiento de granaderos y dos mosqueteros, los cazadores, en tres batallones de cazadores (4 compañías). En el Regimiento Vitalicio de Granaderos, los tres batallones siguieron siendo granaderos. El número de unidades de ingeniería se incrementó en aproximadamente un 25%.

Es de destacar el hecho de que las unidades Jaeger se fortalecieron (aumentando el número de personal en los regimientos) y se dio prioridad a la caballería ligera: húsares y lanceros, utilizados efectivamente para reconocimiento, guardias de combate y acciones aisladas de las fuerzas principales. El aumento de los regimientos de dragones (caballería de uso general - "infantería de montar") se logró de acuerdo con las recomendaciones de la comisión reduciendo el número de unidades de choque de élite (coraceros).

La falta de número de caballería regular en relación con la infantería, según la comisión, debería haberse compensado con la presencia de caballería irregular, cuya base eran las tropas cosacas, que tradicionalmente servían según sus "ritos" históricamente establecidos. Se tomó la decisión fundamental de armonizar gradualmente las reglas de gestión y regulación del servicio militar de los cosacos según el modelo de las tropas regulares.

Uno de los factores de la futura derrota en Austerlitz fue el error de cálculo estratégico cometido por la Comisión de 1801 en sus conclusiones, porque consideró que Rusia no libraría tres guerras al mismo tiempo (en 1805-1809, las tropas rusas lucharon en tres teatros de guerra). operaciones militares, de 1809 a 1813, luchadas en tierra con dos oponentes). Como resultado de un error de cálculo estratégico, las fuerzas armadas de Rusia se reconstruyeron sobre la marcha, luchando en 1805 con Persia, Turquía y Francia (en 1808-1809 fue reemplazada por Suecia).

Las transformaciones no afectaron la organización de campo ni el entrenamiento de combate de las tropas, que todavía se guiaban por las regulaciones de Pavlov. En tiempos de paz, los regimientos se distribuían, como bajo Pablo I, entre 14 inspecciones (distritos territoriales militares subordinados a tres inspectores para los tipos de armas: infantería, caballería, artillería). La mayoría de las tropas estaban concentradas en las fronteras. Sólo en caso de guerra, sobre la base de inspecciones, se preveía la creación de ejércitos de campaña (divididos en columnas y cuerpos) mediante una conexión mecánica arbitraria de unidades de varios tipos de tropas.

Tenga en cuenta que hasta 1805 en el ejército ruso, la formación táctica más alta seguía siendo, de hecho, un regimiento. Así, incluso en teoría, las formaciones tácticas superiores construidas sobre la improvisación total, que no tenían una estructura clara, una subordinación estricta y una intercambiabilidad rápida, tenían muchas deficiencias que ya eran claramente evidentes en tiempos de guerra. Así, inicialmente el ejército de M.I Kutuzov, enviado a Austria, no se dividió ni siquiera en cuerpos, sino en seis columnas de 6 a 8 mil personas cada una. en cada uno (si era necesario, la columna se dividió en destacamentos separados). Las columnas ni siquiera podían considerarse organismos militares, porque eran esencialmente una formación aleatoria y temporal de regimientos, lo que hacía extremadamente difícil controlar las tropas durante la batalla. Según muchos expertos e investigadores autorizados, el desastre de Austerlitz se debió en gran medida a defectos organizativos del ejército ruso. Presentemos evidencia escrita de sólo dos de las luminarias prerrevolucionarias más venerables de la historia militar. Así, el profesor del departamento de arte militar de la Academia Nikolaev del Estado Mayor, L.K. Baiov, creía que “grandes errores contra los principios básicos de la organización” se convirtieron en las principales razones de la derrota de 1805. 7 Una descripción más extensa de la organización. Los defectos de 1805 (como uno de los principales ejemplos de la influencia de las bases organizativas del ejército en los resultados de batallas fallidas) fueron dados por el teórico militar y profesor honorable de táctica y arte militar de la Academia Nikolaev del Estado Mayor G.A. Citémoslo casi completo: “Una de las principales razones de la falta de apoyo mutuo y comunicación en las acciones de los aliados en Austerlitz es toda la batalla, por parte de los aliados.<...>cae en toda una serie de episodios, aunque brillantes, pero separados, sin ninguna conexión interna entre ellos, radica en la organización errónea de sus columnas (que desempeñan el papel de cuerpo), que no tenían caballería en su composición, es decir. pecadores, de nuevo contra el principio básico de independencia” 8. No es casualidad que, basándose en las lecciones de Austerlitz, en 1806 se introdujera apresuradamente en el ejército un sistema divisional 9 .

Durante la campaña de 1805 en Austria, durante batallas y batallas individuales (en Lambach, Melk, Amstetten, St. Pölten, Krems, Schöngraben, Raussnitz, Wischau, etc.), muchas unidades militares, destacamentos y regimientos del ejército imperial ruso mostraron sus mejores lados y mostraron ejemplos de heroísmo y coraje 10, y el propio Napoleón apreció la fortaleza y tenacidad de la infantería rusa, como una vez llamó la atención sobre esto Federico el Grande 11. Pero el entrenamiento (tiros individuales deficientes, despliegue lento), las formaciones de batalla y las tácticas de combate (formación lineal de tropas en dos o tres líneas, formaciones de batallones desplegadas en tres filas), en general, no correspondían a la práctica militar francesa más avanzada y progresista. . La única excepción fue la artillería, que no era inferior a los franceses ni en términos de material ni de entrenamiento táctico.

Una gran deficiencia del ejército ruso en ese momento era la falta de un sistema de gestión de cuartel general bien establecido. El séquito de Su Majestad Imperial en la unidad de intendencia, que sustituyó al cuartel general destruido por Pablo I, seguía siendo sólo un cuerpo auxiliar y no podía satisfacer ni siquiera mínimamente las necesidades de la administración del cuartel general en tiempos de guerra, ya que la mayoría de sus filas no tenían la experiencia y calificaciones apropiadas, siendo esencialmente sólo buenos dibujantes. De hecho, el nivel más alto de cuartel general en 1805, como durante las campañas de A.V Suvorov en 1799, fue entregado a los austriacos. Por ejemplo, la disposición de la Batalla de Austerlitz fue el intendente general interino del ejército unido, que luchó bajo las pancartas de Suvorov, el notorio austriaco F. Weyrother (antes de eso, el puesto lo ocupaba el mariscal de campo y teniente austriaco G. Schmidt , que murió en la batalla de Krems el 30 de octubre de 1805). La mayor parte de la documentación del personal se redactó inicialmente en alemán y luego se tradujo al ruso. Así, la disposición de Weyrother sobre Austerlitz fue escuchada y aprobada en el consejo militar la noche del 20 de noviembre (2 de diciembre) de 1805, y después de su traducción por K.F. Tolem, en un número limitado de copias, entró en las tropas sólo a las 6 en punto. Reloj de la mañana del día de la batalla 12. De hecho, el estado mayor no tuvo tiempo no sólo de comprender, sino también de familiarizarse con sus principales disposiciones.

Las cosas tampoco iban bien en el nivel medio del cuartel general. Debido a la desconfianza justificada de la mayoría de los líderes militares rusos hacia los oficiales de la unidad de intendencia (debido a su falta de preparación, falta de experiencia en el servicio militar, aislamiento de la vida militar), todo el trabajo del personal fue realizado por varios rangos de "deber". ”(similar al cuartel general bajo el mando de altos comandantes) y a través de los ayudantes del general. No es casualidad que la reforma de la unidad de intendencia tras los fracasos de 1805 y 1807. Se prestó mucha atención, pero la mayoría de las omisiones (y luego no todas) pudieron eliminarse solo en 1812. El jefe de este servicio, el príncipe P.M. Volkonsky, inmediatamente después de la paz de Tilsit en 1807, fue enviado a Francia, donde. Estudió la organización del cuartel general del ejército napoleónico y al regresar a Rusia reformó las actividades del cuartel general siguiendo el modelo francés.

En resumen, podemos nombrar, sin considerar el factor personal (las acciones de Alejandro I, M.I. Kutuzov y otros representantes de los generales), varias razones principales de la derrota en Austerlitz, derivadas del estado del ejército ruso antes de la guerra: 1) compromiso y adherencia ciega a formas obsoletas y congeladas de táctica lineal prusiana; 2) pasión excesiva por el servicio de primera línea y entrenamiento de combate deficiente de las tropas; 3) la virtual ausencia en ese momento de una estructura organizativa de las tropas de campaña en condiciones de combate; 4) una condición claramente insatisfactoria o, en caso contrario, la ausencia real de un sistema de gestión de la sede que funcione bien.

El pensamiento militar en Rusia en aquella época se encontraba verdaderamente en una encrucijada. Pero entre la élite militar rusa en ese momento no había personas que pudieran discernir y comprender las razones del retraso en el campo militar, así como influir enérgicamente en el gobierno para lograr cambios en la vida del ejército. Por una evaluación inoportuna del desarrollo de tendencias militares avanzadas y el posterior reconocimiento de imperfecciones en la organización, tácticas y entrenamiento de combate en 1805-1807. El ejército ruso tuvo que pagar un alto precio en los campos de batalla de Europa. El camino hacia las reformas en el ejército ruso pasó por la amargura de las derrotas de Austerlitz y Friedland. Estas batallas (casi cien años después) se convirtieron en una nueva "Narva" para el ejército ruso y sirvieron de catalizador de las reformas militares llevadas a cabo por otros ministros de guerra: primero A.A. Arakcheev desde 1808, y luego M.B.

Derrotas de los franceses en 1805 y 1807 Lo obligó a emprender reformas militares y prestar mucha atención a las tácticas y la organización militar de Napoleón. Poco a poco, todo el entrenamiento y el entrenamiento de combate de las tropas rusas comenzaron a construirse de acuerdo con los cánones franceses 13. Esto lo señaló con mucha precisión el embajador de Napoleón en San Petersburgo, A. de Caulaincourt, en sus informes a París: “Música al estilo francés, marchas francesas; Enseñanza de francés." Esta influencia fue especialmente notable en el uniforme militar de las fuerzas terrestres rusas. El mismo Caulaincourt comentó en esta ocasión: “Todo es según el modelo francés: costura para los generales, charreteras para los oficiales, cinturones de espadas en lugar de cinturones para los soldados.<...>» 14. Alejandro I inició las reformas con lo que tradicionalmente todos los representantes masculinos de la dinastía Romanov siempre han hecho con especial amor: los uniformes. El futuro héroe de 1812, el general N.N. Raevsky, escribió desde San Petersburgo a finales de 1807: “Aquí hemos vuelto a afrancesar todo, no en el cuerpo, sino en la ropa; cada día hay algo nuevo” 15. De hecho, los uniformes napoleónicos de aquella época dictaban la moda militar en Europa, y la reuniformidad de las tropas rusas sólo presagiaba nuevos enfoques en los asuntos militares. Los cambios también afectaron áreas más serias: entre los jóvenes oficiales se puso de moda estudiar las obras del joven teórico militar de la era napoleónica A. Jomini, los elementos de la táctica de columna y la formación dispersa comenzaron a usarse activamente en la vida de combate diaria del ejército. , y hasta 1812, nuevas regulaciones e instrucciones prácticas para el entrenamiento y el entrenamiento de combate de las tropas, mejoraron el sistema divisional e introdujeron un sistema de organización de cuerpo permanente, se produjeron cambios dramáticos en los mandos superiores y de campo de los ejércitos.

En la historia de Rusia se pueden encontrar muchos ejemplos en los que las autoridades rusas tomaron prestado mucho de sus oponentes y, como resultado, salieron victoriosas de los enfrentamientos militares. Así, el primer emperador ruso, el XI, Pedro I, en la lucha contra Suecia en la Guerra del Norte, vistió, entrenó y organizó su todavía joven ejército al estilo sueco y, como resultado, logró la victoria. Casi un siglo después, el ejército imperial ruso repitió esta experiencia y pudo hacerlo en 1812-1814. resistir y derrotar con éxito a un enemigo igualmente formidable: el Gran Ejército de Napoleón.

1 cotización Del libro: Cuerpo de Oficiales del Ejército Ruso. M., 2000. P.75.
2 Ver: Ulyanov N.E. Infantería regular. 1801-1855. M., 1996.
3 Historia del ejército y la marina rusos. M., 1911. T.III. págs. 17-18.
4 Colección completa de leyes del Imperio Ruso. T.26. n° 19926; M.I.Kutúzov: sáb. documentos. M., 1950. T.I. P.667.
5 Baiov A. Curso sobre la historia del arte del canto ruso. CI16., 1913. Edición. VII. P.5-9.
6 Ver: Podmazo A.A. Jefes y comandantes de regimientos regulares del ejército ruso (1796-1815). M., 1997.
7 Baiov A. Curso de historia... P.42.
8 Leer. Tácticas aplicadas. San Petersburgo, 1877. Número 1. P.20.
9 Véase: Beskrovny L.G. Ejército y marina rusos en el siglo XIX. M., 1973. P.12.
10 Véase: Oksman G.V. Maniobra de marzo de Kutuzov en la campaña de 1805 //Comandante Kutuzov. M., 1955. P. 57-85.
11 Historia del ejército y la marina rusos... P.33.
12 M.I.Kutuzov: sáb. documentos. M., 1951. T.P. P.226-227.
13 Ver: Totfalushin I.P. La influencia de la doctrina militar francesa en el desarrollo del ejército ruso y del arte militar ruso // Historia nueva y reciente: Problemas de la vida pública. Saratov, 1991. P.25-33.
14 Relaciones diplomáticas entre Rusia y Francia según informes de los embajadores de los emperadores Alejandro y Napoleón (1808-1812). San Petersburgo, 1908. T.6. C.3.
15 Archivo Raevsky. San Petersburgo, 1908. T. 1. P.66.

No cabe duda de que los soldados que regresaban de las campañas trajeron consigo nuevos conceptos de dignidad humana y por primera vez tuvieron una idea del deber de un ciudadano y sus derechos. Pero, sin embargo, tal desarrollo del personal de las unidades militares se puede observar sólo en la guardia y en un pequeño número de unidades del ejército en el resto del ejército, el desarrollo tanto de los oficiales como de los rangos inferiores, y especialmente de las relaciones entre ellos; , eran completamente diferentes. Hay que tener en cuenta que todavía había muchos antiguos “gatchinaitas” y sus fervientes seguidores en el ejército, que continuaban profesando el catecismo de instrucción de Pavlov; Sólo entendían métodos de enseñanza crueles y era extraño prescindir del castigo corporal. Es cierto que con el ascenso al trono de Alejandro I, estos oficiales se callaron y temporalmente relegaron sus métodos de educación al olvido, pero aún así su actitud difería demasiado de la relación de los oficiales avanzados, a pesar de que muchos de estos descendientes de Gatchina visitado en el extranjero. Al parecer, tales oficiales eran bastante numerosos, como se desprende de una circular especial de 1810, en la que el Ministro de Guerra Barclay de Tolly, llamando la atención sobre el aumento de la morbilidad y mortalidad en las tropas, señaló a los generales el arraigado costumbre de “toda ciencia, disciplina y orden militar basar en castigos corporales y crueles; incluso hubo ejemplos de oficiales que trataron a los soldados de manera inhumana”. Y, lamentablemente, había muchos de esos "capitanes valientes" en el ejército.

Fortalecimiento del papel de Arakcheev bajo Alejandro I ¦ Reseñas de contemporáneos sobre las reformas llevadas a cabo por Arakcheev en el campo de los asuntos militares

Después de sus campañas en el extranjero, se produjeron cambios dramáticos en el carácter de Alejandro I: desde los primeros días de su reinado, el emperador tuvo que gastar mucha energía en diversas reformas administrativas en Rusia. En 1805 comenzó una intensa lucha con Napoleón; en 1812, el soberano, con su lucha irreconciliable contra Napoleón, mostró una fuerza de carácter asombrosa; las campañas extranjeras le quitaron mucha energía a Alejandro I para resolver todo tipo de tensiones entre los aliados; En este sentido, la campaña de 1814 fue especialmente difícil, cuando Austria ya estaba haciendo las paces abiertamente con Napoleón, y el resultado exitoso de la campaña para la coalición se debió enteramente a Alejandro. Modesto y siempre ecuánime, amando a sus tropas y acercándose a ellas, el emperador en ese momento estaba en la cima de su gloria y fue sin duda la primera persona en Europa. Totalmente cautivado primero por la idea de derrocar al tirano europeo Napoleón, y luego hábilmente llevado por Metternich con la idea de erradicar las ideas revolucionarias en Europa, Alejandro I quedó cautivado durante mucho tiempo por el papel de árbitro europeo. distraído para siempre de sus brillantes ideales anteriores en la reestructuración de su propio estado. En estas condiciones, la carga del gobierno interno se volvió más pesada e insoportable para él. Se hizo necesario traspasar parte de esta carga a su asistente más cercano y de confianza. Naturalmente, tal asistente debería haber sido el heredero del príncipe heredero, pero el gran duque Konstantin Pavlovich, ya al comienzo de su reinado, declaró su firme intención de no aceptar nunca el trono, y después de 1815 se dejó llevar por el disposición de su ejército polaco que abandonó su amada Varsovia con extrema desgana.

La cuestión del nombramiento del gran duque Nikolai Pavlovich como heredero al trono se resolvió sólo en los años 20; también necesitaba completar su educación militar; y el gran duque Mikhail Pavlovich era aún demasiado joven. El emperador tuvo que depositar la carga del gobierno en un simple mortal. El elegido resultó ser el conde Alexey Andreevich Arakcheev, quien al final del reinado de Alejandro I se convirtió en el gobernante ilimitado e incontrolado de todo el estado, el único portavoz en todos los asuntos de gobierno, un hombre tan importante que incluso el Gran El duque Konstantin Pavlovich tuvo que contar con él.

No hay duda de que Arakcheev debe su destacada posición en el estado enteramente a Pablo I, a quien entró en servicio en las tropas de Gatchina el 4 de septiembre de 1792, siendo recibido por el príncipe heredero con bastante sequedad. En el primer divorcio, se mostró como si hubiera servido en Gatchina durante un siglo, y con su celo, conocimiento del asunto y actuación precisa, pronto se ganó el favor del Gran Duque, quien lo nombró con el rango de Capitán comandante de su compañía de artillería. Arakcheev se dedicó por completo a sus nuevas funciones y en poco tiempo puso la artillería de Gatchina en un orden ejemplar. Sin acercarse a nadie, sin ganarse el favor de nadie, sin mostrar en absoluto su propio carácter, logró altas distinciones y nombramientos que rápidamente se sucedieron gracias a su estricta actitud de servicio, celo y rapidez en el cumplimiento de las órdenes del zarevich.

Conde A. A. Arakcheev (de un cuadro de George Dow)

La necesidad de maniobrar y adaptarse constantemente, de sentirse constantemente como si estuviera en el filo de un cuchillo, agudizó la flexibilidad inherente de su alma. La capacidad de llevar una máscara impenetrable en su hermoso rostro se convirtió para él en un instrumento consciente de autoconservación, pero con el ascenso de Pablo I, al Gran Duque se le asignaron toda una serie de nuevos puestos militares, lo que lo obligó a presentarse diariamente a el emperador voluble y de mal genio. Fue aquí donde Arakcheev, que todavía gozaba de la plena confianza de Pablo I y en ese momento había estudiado perfectamente el carácter del emperador, ayudó mucho al joven Gran Duque, tanto con consejos como con habilidad para suavizar los puntos álgidos de la relación entre el emperador y su hijo; El Gran Duque nunca lo olvidó.

Siendo en ese momento una amenaza para las tropas, Arakcheev vigilaba la ejecución precisa y ciega de las instrucciones del soberano y el cumplimiento de la ley, permaneciendo implacable y estricto. Sablukov en sus notas nos dejó una descripción de la apariencia de Arakcheev: “En apariencia, Arakcheev parece un mono grande con uniforme. Era alto, delgado y nervudo; no había nada armonioso en su almacén; ya que era muy encorvado y tenía un cuello largo y delgado, en el que se podía estudiar la anatomía de las venas, músculos, etc. Además, de alguna manera arrugaba convulsivamente la barbilla. Tenía orejas grandes y carnosas, una cabeza gruesa y fea, siempre inclinada hacia un lado; su tez era sucia, sus mejillas hundidas, su nariz ancha y angulosa, sus fosas nasales hinchadas, su boca grande, su frente caída. Para completar su retrato, tenía los ojos grises hundidos y toda la expresión de su rostro era una extraña mezcla de inteligencia y ira”.

El 27 de julio de 1807, Arakcheev fue elevado al rango de general de artillería, y el 12 de diciembre fue nombrado, manteniendo los rangos que ocupaba, todavía sirviendo bajo el mando del Emperador en la unidad de artillería; finalmente, el 13 de enero de 1808, el Conde Arakcheev fue puesto al frente del Ministerio de Guerra y, además, nombrado inspector general de toda la infantería y artillería; luego se le confió la oficina de campaña militar del soberano y el cuerpo de mensajería. De la lista de todos estos puestos queda claro que Arakcheev bajo Alejandro I ocupó una posición más alta en el departamento militar que durante la época de su favor con Pablo I, pero su influencia se hizo cada vez más poderosa; ahora se sentía más seguro, en primer lugar, gracias al carácter amable del emperador y a su agradecimiento especial y puramente amistoso por la ayuda en su servicio anterior, y en segundo lugar, a la ausencia de cortesanos más capaces y diestros (el príncipe Volkonsky en ese momento estaba en un largo viaje). viaje de negocios al extranjero) excluyó la competencia y, en tercer lugar, Alejandro I vio su fructífero servicio en beneficio de nuestra artillería.

¿Cuál es el secreto de tan extraordinario ascenso del conde?

El joven emperador era extremadamente celoso de cualquier intento de disminuir su poder, mezquino y, para colmo, sospechoso. El principal objeto de su cuidado era el ejército. La pasión por los espectáculos y las enseñanzas la heredó de Pablo I. Todo lo que concernía al ejército, hasta el encargo más pequeño, tenía que venir del emperador, de modo que el ejército sólo lo conocía a él. Este era el lugar santísimo, que nadie se atrevía a tocar; en esta zona no se toleraba la intervención de nadie, donde todo se decidía por orden y con la participación directa del emperador. Conociendo a Arakcheev como un buen trabajador y un experto en asuntos militares, aunque no tenía una perspectiva y habilidades amplias, pero tenía mucha experiencia, el emperador valoró en él, en primer lugar, el silencio total y el cumplimiento ciego del destino desde arriba. , de lo que Alejandro estuvo convencido repetidamente durante el reinado de su padre. Arakcheev, que no participó en el regicidio, tampoco sirvió como reproche vivo y no perturbó la herida que nunca sanó en el alma de Alejandro. El emperador confiaba en que la antipatía siempre inculcada por Arakcheev contribuiría a su aura.

Dotado de la plena confianza del soberano, Arakcheev, cuando era Ministro de Guerra, simplificó enormemente los asuntos de este departamento. Sus actividades afectaron a casi todos los departamentos de la administración militar, pero no se puede decir que concediera la misma importancia a todos los sectores, que tuviera un plan bien conocido para racionalizar y unir en un todo coherente el trabajo de todos los departamentos del ministerio. Al no tener un conocimiento suficientemente profundo de los asuntos militares, habiendo sido educado por Pablo I en el espíritu de un pequeño y ostentoso servicio militar, el nuevo ministro llamó la atención sobre lo que le resultaba más accesible: la unidad de combate, el suministro oportuno de tropas con todo lo necesario y su disposición, e incluso los hospitales militares eran “la ocupación principal” del Ministro de Guerra, como lo definió el Conde Arakcheev.

¿Por qué fue asignado a un asunto tan importante? La respuesta a esta pregunta se puede encontrar en uno de los más altos decretos de 1808: “Las experiencias de operaciones militares pasadas me han asegurado la justa opinión de que la disciplina estricta es el alma del servicio militar, que la más mínima relajación del comandante es la primer comienzo del desorden en su conjunto y que partes del mismo, relajándose poco a poco de este comienzo, acarrean finalmente consecuencias que ni el poder ni la prudencia son capaces de detener de repente. Estos motivos fueron el motivo de la mala obediencia de los más jóvenes frente a los mayores, la rivalidad entre los mayores y, finalmente, el resurgimiento de los merodeadores, que tan importantes daños causaron a todo el ejército”. Alejandro I, recordando con qué celo Arakcheev siguió la disciplina bajo Pablo I, naturalmente tuvo que elegirlo, ya que consideraba necesario mejorar la disciplina en el ejército, sacudido por las infructuosas campañas de 1805, 1806/07.

Sin embargo, las reformas a nivel nacional iniciadas por Alejandro I tras su ascenso al trono requirieron transformaciones radicales de todo el sistema militar, que debían iniciarse de inmediato; finalmente, el emperador tenía claro que pronto se produciría una lucha seria con Napoleón, era necesario comenzar los preparativos de inmediato; Alejandro I era plenamente consciente de que Arakcheev no podía cumplir con todos estos requisitos y, en general, liderar al ejército hacia adelante. En vista de esto, el Conde Arakcheev tuvo que ceder el cargo de Ministro de Guerra a otra persona que combinaría las habilidades administrativo-militares necesarias y el conocimiento de la vida militar en tiempos de paz con experiencia de combate, con comprensión de la guerra y todo lo necesario para llevar el entrenamiento de combate del ejército al nivel necesario para luchar contra Napoleón.

En enero de 1810, el general de infantería M.B. Barclay de Tolly fue nombrado ministro de Guerra y el conde Arakcheev permaneció con el soberano, conservando otros cargos. En mayo de 1812 acompaña a Alejandro I a Vilna y permanece con él en el ejército hasta Pólotsk. Después de regresar a San Petersburgo, el conde Arakcheev, como miembro de un comité especial bajo el emperador, estaba ocupado organizando milicias distritales, a principios de agosto formó parte de otro comité dirigido por el conde N. I. Saltykov, que eligió a M. I. Kutuzov como líder supremo de todos; nuestras tropas lucharon contra Napoleón, y ese mismo mes acompañó al soberano a Abo para reunirse con el Príncipe Heredero de Suecia. El comité militar de Su Majestad estaba bajo su jurisdicción, y esto por sí solo era prueba suficiente de su importancia. “Y a partir de esa fecha”, escribe Arakcheev en sus notas autobiográficas, “toda la guerra francesa pasó por mis manos, todos los informes secretos y las órdenes escritas a mano del Emperador”.

Se puede considerar que el actual director del departamento militar en ese momento, debido a que Barclay de Tolly estaba al frente del 1.er Ejército Occidental, era Arakcheev, pero era un director irresponsable, ya que fue juzgado temporalmente por disturbios. en el suministro de alimentos a los ejércitos, el jefe del Ministerio Militar, el teniente general Príncipe A.P. Gorchakov.

En París, el 31 de marzo de 1814, el soberano ya había escrito de su propia mano una orden para ascender a Arakcheev a mariscal de campo general, pero el conde suplicó cancelar la orden y el 30 de agosto sólo aceptó el retrato real para lucirlo alrededor de su cuello. Acompañó al soberano en su segundo viaje al extranjero, en 1815.

Y así, cuando toda la reserva de la fuerte voluntad de Alejandro I se agotó en la lucha contra Napoleón, cuando Alejandro comenzó a dedicar todo su tiempo a resolver los asuntos políticos de Europa, el emperador en la última década de su reinado ya no pudo ser el Alejandro de años anteriores; vio que tanto en la propia Rusia como en sus amadas tropas, las cosas nuevas que surgían de las aspiraciones progresistas no estaban equipadas y las cosas viejas estaban siendo sacudidas; Sería necesario reconstruir todo de nuevo, pero ya no tenía tiempo ni energía para ello. Ahora buscaba a sus asistentes no reformadores valientes, sino empleados eficientes y precisos. Estas son las condiciones bajo las cuales la carga de los asuntos estatales pasó gradualmente a las “manos duras de un amigo fiel”, cuya confianza ahora se ha vuelto ilimitada. Como solía decir el conde Rostopchin: "El conde Arakcheev es el alma de todos los asuntos". A partir de ese momento, la resolución de uno u otro asunto estatal dependía del arbitrio del todopoderoso conde; la importancia de los ministros quedó reducida a poca; el único subordinado directo al soberano era Arakcheev, como miembro del comité de ministros; Llegó al punto que Arakcheev tomaba notas y escribía conclusiones en los diarios del comité de ministros presentados a Su Majestad, y esto se convirtió en una costumbre. Según N.K. Schilder, "la oscura figura de Arakcheev ya ha logrado proteger completamente a Rusia de la mirada de Alejandro". Una confirmación típica de esto es el episodio contado por el barón V. I. Shteingel (decembrista). El general A.P. Tormasov, que era comandante en jefe en Moscú en 1815, elaboró ​​​​un plan para la restauración de la capital dañada por los incendios y se lo presentó personalmente al soberano en el Palacio de Invierno, habiendo llegado para ello desde Moscú. Al día siguiente, Arakcheev ya tenía un plan. Arakcheev pidió ayuda al ayudante de Tormasov, el barón V.I. Shteingel, y le dijo: “Hola, señor barón; Usted y Alexander Petrovich vinieron aquí con proyectos. El Emperador me los entregó para que pudiera examinarlos con él. Así que informa a tu Alexander Petrovich, como él quiera: ¿iré yo a él o él vendrá a mí? Está claro que el general Tormasov acudió a él con un informe y, como resultado, unos días después el proyecto y el plan recibieron la máxima aprobación.

Sin tocar los asentamientos militares, que se discutirán más adelante, hay que reconocer que durante este período las actividades del conde fueron integrales. Según el historiador N.K. Schilder, en los últimos años del reinado de Alejandro, los viejos ministros (Tatishchev, Lobanov, Lanskoy, Shishkov) dormitaban al mando del Estado; Parecían más ministros fantasmas que ministros reales. Sólo Arakcheev, odiado por todos, estaba despierto; sin embargo, Alejandro I seguía siendo el comandante ilimitado de las tropas y solo proporcionaba a Arakcheev trabajos de baja categoría. Durante el reinado de Alejandro I ha llegado una era que se llama “Arakcheevshchina”, así como en el siglo XVIII el reinado de Anna Ioannovna se llamaba “Bironovshchina”.

Naturalmente, Arakcheev no pudo ocultar la evolución en la visión del mundo de los oficiales de la guardia y de muchos rangos inferiores después de regresar de campañas en el extranjero. También es natural que Arakcheev, criado por Pablo I, fuera el menos inclinado a fomentar esto. Para evitar violaciones disciplinarias y reprimir las tendencias amantes de la libertad entre oficiales y soldados, Arakcheev decide ampliar el alcance de las actividades de primera línea, en particular reduciendo el tiempo libre del servicio militar. No fue difícil inculcarle esta idea a él y al soberano.

A los comandantes les bastó con conocer la importancia que el emperador y Arakcheev concedían a las actividades de primera línea para adquirir un amplio alcance. Los oficiales, educados en el entrenamiento de Paul, se animaron; pronto la pasión traspasó todas las fronteras; olvidaron por qué se crearon estas clases, pero creyeron que debían servir como corona de todo entrenamiento de tropas; El propio emperador, y después de él el resto de los principales comandantes, generalmente prestaban atención en la revisión solo al entrenamiento de instrucción.

Es interesante rastrear la correspondencia entre el gran duque Konstantin Pavlovich, que en ese momento comandaba el ejército polaco en Varsovia, y el general Sipyagin, jefe del Estado Mayor del Cuerpo de Guardias.

“Por orden dada a su cuerpo el 30 de enero”, escribe el Gran Duque, “que el Emperador se dignó señalar que los regimientos de guardia están equipados con oficiales de otros batallones para la guardia del 1er escuadrón, y se confirma que todos los oficiales deben conocer igualmente el servicio, les diré que no hay nada de qué sorprenderse cuando los comandantes de regimiento eligen y envían a los mismos oficiales al 1er departamento para su corte, porque ahora se ha desarrollado tal ciencia de la danza en el frente que ganó No sirve de nada; Entonces, inevitablemente, enviarán a los mismos oficiales, tal como se ve habitualmente en los bailes: en la cuadrilla francesa siempre saltan las mismas personas: cuatro u ocho parejas, mientras que otros no están permitidos. He estado sirviendo durante más de veinte años y puedo decir la verdad, incluso durante la época del difunto soberano fui uno de los primeros oficiales en el frente, pero ahora son tan inteligentes que no podrás encontrarlos”.

A la carta de N.M. Sipyagin sobre el hecho de que el comité creado por orden suprema para redactar el reglamento militar tiene la tarea de igualar tanto la postura del batallón de entrenamiento establecido bajo la guardia, como el paso, las técnicas de tiro y el equipo, y que después de la revisión real los soldados del batallón regresarán a sus regimientos y servirán allí como modelo en todo, escribió Konstantin Pavlovich: “No me sorprende, no me sorprende, qué tipo de nuevo batallón de entrenamiento tienes; en mi opinión, parece una nimiedad; Es bueno formar un batallón de entrenamiento para regimientos que están en la distancia y reunir gente de ellos para uniformar, pero de esas tropas que están delante de tus narices y siempre frente a tus ojos, esto es sorprendente; ¿No saben ya cómo enseñar en los regimientos de guardias? - y me parece que aprenderán mejor con ellos que con un nuevo batallón de entrenamiento: sí, ahora tengo pensamientos sobre los guardias que les enseñan tanto e incluso los preparan con diez días de anticipación con órdenes de cómo marchar. columnas, que ordenaron a los guardias que se pusieran de manos con los pies en alto y la cabeza gacha y que marcharan, así marcharán; y no es de extrañar: cómo no aprenderlo todo, tienes entre los comandantes en jefe maestros de danza, maestros de esgrima, tal vez Franconi Empezamos, y aquí, sentados en un agujero, todo lo que podemos hacer es aprender de usted y de alguna manera ponernos al día”.

Sin embargo, no sólo en la guardia, sino también en otras partes del ejército ruso, el entrenamiento y el entrenamiento de combate eran de la misma naturaleza.

El gran duque Konstantin Pavlovich en su ejército polaco logró resultados aún mejores en el entrenamiento lineal que en la guardia. Así lo demuestra un extracto de la carta del príncipe heredero sobre dos divorcios en Varsovia en 1816: “El batallón lituano se divorció y entrenó para dos batallones. Esta enseñanza se llevó a cabo tan perfectamente en todos los aspectos que sorprendió a todos los espectadores, y los movimientos hombro con hombro de batallones enteros, la marcha en filas y medias vueltas de todo el frente eran tan perfectos, y tal era la postura. Observé que con sincero placer les hice plena justicia en el sentido de que esto no puede ser superado. Después de esto, al día siguiente hubo una retirada del batallón finlandés y entrenamiento para dos batallones, y debo admitir que no solo era inferior a los lituanos en nada, sino que fue absolutamente un milagro, un silencio, una postura y una fidelidad extraordinarios. y la precisión son incomparables, marchar en frentes y filas enteras es asombroso, y en el cambio de frente los pelotones mantenían el pie y caminaban en paralelo tan bien que debería compararse con muros en movimiento, y en general hay que decir que lo hacen. no marchan, sino que flotan y, en una palabra, demasiado bien y, en verdad, buenos tipos y verdaderos hijos de los socorristas rusos".

Reseña de la caballería polaca del gran duque Konstantin Pavlovich en Varsovia en la Plaza Sajona en 1824 (de un cuadro de Jan Rosen)

Por el tono de esta carta de admiración del zarevich, un gran experto y celoso servidor en la época de Pavlov, se puede juzgar el grado de perfección alcanzado en la enseñanza lineal de los salvavidas del regimiento finlandés. Surge la pregunta: ¿cuánto tiempo, esfuerzo y ejercicios hubo que dedicar para lograr tal automatismo desde los rangos inferiores y obtener la apariencia de un batallón completo desde la formación? flotante paredes? No podemos evitar sentir que los tiempos de Federico el Grande han resucitado y que aún no ha llegado el glorioso año de 1812, en el que nuestras tropas demostraron tanta habilidad en el combate.

Desafortunadamente, el comandante en jefe del 1.er Ejército, el mariscal de campo Barclay de Tolly, después de 1815, obedeciendo las demandas de Arakcheev, comenzó, según el general Paskevich, “a exigir la belleza del frente, llegando al punto de las acrobacias, persiguieron a viejos soldados y oficiales que no eran capaces de esto, habiendo olvidado que recientemente habían realizado milagros de valentía, salvado y exaltado a Rusia. El ejército no se benefició del hecho de que, habiendo perdido oficiales, sólo le quedaron los ejercitadores. En nuestro país, la mediocridad se ha apoderado del departamento de ejecución, y como es mayoritario, de él empezaron a surgir fuertes en el estado, y después de eso ninguna guerra es capaz de inculcar inteligencia en el entrenamiento de las tropas. ¿Qué deberíamos decir nosotros, los generales de división? ¿Cuando el mariscal de campo inclina su alta figura hacia el suelo para nivelar los dedos de los pies del granadero?(Las cursivas son mías. - V.N.) ¿Y entonces qué clase de estupidez no se puede esperar de un mayor del ejército? Federico II no hizo esto. ¿Pero quién sabía y pensaba lo que estaba haciendo Federico? Y Barclay de Tolly estaba allí delante de todos. En el año de la guerra, la guerra fue olvidada, como si nunca hubiera sucedido, y las cualidades militares fueron reemplazadas por la destreza del deportista”. Estas notas del héroe de Smolensk son extremadamente características. Héroe de 1812 y de la guerra de Suecia, ex Ministro de Guerra, hombre educado, cumple ciegamente los requisitos de instrucción de Arakcheev, ¿y de qué otra manera los cumple? Así, durante la época de Pablo, sólo Arakcheev cumplió sus demandas. Con estudios tan serios, ¿había todavía tiempo para estudiar las hazañas de Federico y otros grandes comandantes? Por supuesto que no.

La situación no era mejor en el 2.º Ejército. El Emperador y Arakcheev consideraban al nuevo comandante en jefe de este ejército (después de Bennigsen), el Conde Wittgenstein, como un hombre débil y demasiado amable. En 1818, su futuro jefe de estado mayor, el joven y diestro general de división Kiselev, fue enviado al ejército desde San Petersburgo con instrucciones de preparar al ejército para la más alta revisión. Creyendo que el ejército, estacionado lejos de San Petersburgo, no dominaba suficientemente el nuevo ejercicio, sobre el cual el comandante en jefe se mostraba bastante escéptico, decidieron enviar a una persona experimentada que pudiera entrenar y entrenar al ejército. Hay que pensar que este viaje de negocios fue obra del príncipe P.M. Volkonsky, quien estaba especialmente celoso de que el soberano no se molestara por el mal entrenamiento de las tropas que más amaba. Y que Alejandro I en ese momento concedía gran importancia a los desfiles y entendía mucho al respecto, se puede ver al menos en el incidente que ocurrió en Varsovia el 23 de septiembre de 1816. Durante un gran desfile de todas las tropas estacionadas en Varsovia y sus alrededores. , cuando la infantería bien entrenada pasó junto a las columnas de los batallones, el soberano, con una sonrisa agradable, le dijo al zarevich: "Esto es exactamente como los informes polacos escritos en cajas". De esto podemos deducir hasta qué punto los pensamientos de Alejandro I en ese momento se habían vuelto similares a plantillas, lo que lo acercó aún más a Arakcheev. En ese momento, el deseo del emperador de suavizar e igualar todo ya se había convertido en manía.

En enero de 1818, Kiselev llegó a Tulchin, llevándose desde San Petersburgo al gran experto en ejercicios, el coronel Adamov, dos suboficiales y un músico. La importancia del papel que jugó Adamov en el ejército se puede ver en la respuesta del general Zakrevsky, a quien Kiselev, después de la muerte de Adamov en 1821, pidió que enviara como reemplazo a alguien que conociera en detalle todas las reglas y procedimientos aceptados en la guardia y acogiera con agrado. por el emperador: "No sé si puedo reemplazar al profesor Adamov, pero es mejor ponerse en contacto con los comandantes de regimiento de la guardia, ante quienes tiene poderes".

Pero quizás la característica más sorprendente de los métodos de entrenamiento de tropas en ese momento serán las siguientes líneas del general Kiselev de su correspondencia con Zakrevsky. La cuestión de la guerra con Turquía, en vista del levantamiento de Grecia, que no se aclaró en 1821, quedó sin resolver a principios del año siguiente, y el 2.º Ejército no sabía para qué prepararse: para la guerra o para el largo plazo. -esperada revisión del soberano. “No tenemos nada de usted desde San Petersburgo”, escribió el general Kiselev, entonces ya jefe del Estado Mayor del ejército, a Zakrevsky el 12 de enero de 1822, “y no sabemos para qué prepararnos; la guerra y el paso de entrenamiento son dos artículos completamente diferentes, y en primavera serán necesarios ambos; Probablemente conoces el asunto, ilumínanos y guíanos por el verdadero camino”. A finales de febrero repitió la misma pregunta: “¿De verdad no sabes nada? No creerás lo difícil que es prepararse para la guerra y para actividades pacíficas." (Las cursivas son mías. - V.N.) Entonces, incluso las figuras más destacadas del ejército, personas extremadamente talentosas, soportan el hecho de que en tiempos de paz las tropas no están preparadas para la guerra, sino para desfiles. De esto se desprende cuán serios eran los requisitos de inspección de esa época, si uno tenía que prepararse para ellos con anticipación, con perseverancia y perseverancia. Hay que reconocer que el sistema de Arakcheev, que no es responsable del ejército, pero influye en él más que cualquier ministro de guerra, gracias a su relación personal con el emperador, es desastroso. Las lecciones más útiles de las guerras con Napoleón quedaron olvidadas, y esta vez de forma irrevocable. Los rangos inferiores eran en su mayoría analfabetos; Dejaron de pensar en su educación, no había tiempo. La vida útil seguía siendo de 25 años (para los odnodvortsev, residentes de la Pequeña Rusia, Novorossiya y Slobodskaya Ucrania, 15 años); Los funcionarios penitenciarios cumplieron sus funciones indefinidamente. En 1818, la vida útil de los rangos inferiores de la guardia se redujo a 22 años.

Esto no es lo que vemos en el ejército caucásico, dirigido por el talentoso Ermolov; en él, la vida de combate estaba en pleno apogeo, no había necesidad ni siquiera de pensar en ejercicios y ejercicios lineales, no había tiempo; se dedicó poco tiempo a las tropas caucásicas y a las inspecciones; El desfile de San Petersburgo que terminó en este ejército quedó impresionado en primer lugar por la apariencia desgarbada de las tropas y, a veces, de su boca salía la palabra despectiva "ragamuffins" cuando compartía sus impresiones después de regresar a San Petersburgo. Pero la gloria rusa tronó no sólo en todo el Cáucaso, sino también en Persia y Asia Menor.

Por lo tanto, es necesario llegar a la conclusión de que al final de su reinado, bajo la influencia de Arakcheev, Alejandro I se enamoró de la instrucción militar, cuyos principios tan firmemente sentó Pablo I. Se olvidaron de que en tiempos de paz sólo se debe enseñar lo que habrá que hacer en la guerra; Creían que todo el objetivo de los asuntos militares residía en el desfile pedante: en estudiar las reglas para sacarse los calcetines, alinear filas y realizar técnicas de disparo. El comandante en jefe del 2.º ejército, el conde Wittgenstein, que comandó honorablemente un cuerpo separado en 1812 y un ejército en 1813, se preocupa casi exclusivamente por nimiedades ante la más alta revisión. Así, en su carta a Kiselev, fechada en el otoño de 1823, pide: "Preste atención al hecho de que las etiquetas y otras cosas se blanquean lo mejor posible, porque el soberano presta mucha atención a esto". En una de las órdenes enviadas al ejército tras la revisión del comandante en jefe, se decía que “los pantalones de la infantería no están lo suficientemente blanqueados”. Las cosas llegaron al punto en que la guerra se consideraba lo más dañino para los soldados. El emperador Alejandro, en una conversación con el conde Kapodistrias, dijo directamente: “Ya ha habido suficientes guerras en el Danubio, desmoralizan a los ejércitos" (Las cursivas son mías. - V.N.) No en vano uno de los conscientes del daño de tal entrenamiento, el general Sabaneev, comandante del 6.º Cuerpo de Infantería (que fue jefe de estado mayor de Chichagov en Berezina y en la campaña de 1814, jefe de estado mayor del ejército de Barclay) , escribió a Kiselev: “Un paso de entrenamiento, una buena postura, una mirada rápida, un soporte contra la boca, el paralelismo de las filas, la inmovilidad de los hombros y todo eso, insignificantes para el verdadero propósito, han ocupado objetos y Preocupa tanto a todos que no hay tiempo para ocuparse de las cosas más útiles. Un paso de entrenamiento y el transporte de municiones estrangularon a todos, desde el jefe hasta el rango inferior.

¡Qué tormento para el desventurado soldado, y todo sólo para prepararlo para el desfile! ¡Ahí es donde está la tiranía! ¡Ésta es la dignidad de Schwartz, Kleinmichel, Zheltukhin y similares! ¡Aquí es donde se dirigen todas las habilidades, todas las preocupaciones de los jefes! ¿Qué virtudes buscan hoy en un comandante de regimiento? La dignidad de un mecánico de primera línea, aunque sea un árbol de verdad. ¿Qué debemos esperar? Es imposible sin un sincero arrepentimiento ver el terrible desaliento de los soldados, agotados por el entrenamiento y la alteración de municiones. En ninguna parte se escucha ningún otro sonido excepto técnicas de rifle y palabras de comando, en ninguna parte hay otra conversación excepto calzas, cinturones y, en general, el baño de un soldado y su paso de entrenamiento. Solía ​​ser que había canciones por todas partes, diversión por todas partes. Ahora no los oirás por ningún lado. En todos lados tsyts-gasas y todo un ejército de equipos de entrenamiento. ¿Qué enseñan? ¡Paso de aprendizaje! ¿No es una vergüenza enseñar a un anciano, cuyas piernas han caminado diez mil millas, cuyo cuerpo está cubierto de heridas, en igualdad de condiciones con un recluta que, por supuesto, en poco tiempo se convertirá en su maestro?

Revisión de las tropas del emperador Alejandro I frente al Palacio de Invierno en San Petersburgo

¿Quién fue el motivo de reformas tan terribles? Sí, el mismo Arakcheev, que en ese momento contaba con la confianza ilimitada de Alejandro I. Uno recuerda involuntariamente las palabras del mismo Sabaneev de su carta del 13 de noviembre de 1819 a Kiselev: “¿No es triste ver a todos los que piensan bien? persona que influencia este pilar podrido tiene asuntos de Estado”?

El viaje de negocios de Volkonsky a Francia en 1807 ¦ El papel de Volkonsky como jefe de estado mayor bajo el emperador ruso durante las campañas extranjeras ¦ La mejora de Volkonsky de la unidad de intendencia ¦ Las fricciones entre Arakcheev y Volkonsky y sus consecuencias

A principios de 1810, el principal asistente del emperador en la transformación del sistema militar, junto con M.B. Barclay de Tolly, fue el príncipe Piotr Mijáilovich Volkonsky, estrecho colaborador de Alejandro desde el día de su ascenso al poder. Las campañas de 1805 y 1806/07 enfatizaron especialmente la desorganización de nuestro servicio de cuartel general (intendencia). Después de la reunión de Tilsit, durante la cual el príncipe Volkonsky estaba en el séquito del emperador, Alejandro I, habiendo llegado a la conclusión de que era necesario reorganizar todas nuestras instituciones centrales, envió inmediatamente al príncipe Volkonsky, que gozaba de su gran confianza, a Francia, para quien En consecuencia, se propuso estudiar todas las instituciones militares francesas, cuyos méritos se evaluaban a través de una costosa experiencia de combate.

El príncipe Volkonsky, que pasó unos tres años en Francia, estudió concienzudamente el sistema militar francés. La organización del control del ejército al más alto nivel de mando fue un tema de estudio particularmente exhaustivo. Al regresar, Volkonsky presentó un informe detallado al soberano. Alejandro I quedó bastante satisfecho con la información recopilada por el príncipe y lo nombró en 1810 director de la unidad de intendencia, simultáneamente con el nombramiento de Barclay de Tolly como ministro de Guerra. Para reformas importantes en el ejército, el emperador buscó personas con una perspectiva amplia y las encontró.

Volkonsky se dedicó ardientemente a reformar las instituciones de la sede. Fue difícil preparar los cuadros necesarios de oficiales del servicio de intendencia en dos años; Aún quedaba mucho por terminar, pero la experiencia de combate de 1812 confirmó la viabilidad de las reformas de Volkonsky.

Poco antes de esta guerra, simultáneamente con el "establecimiento del Ministerio de Guerra" el 27 de enero de 1812, se anunció "una institución para la gestión de un gran ejército en el campo", que "desde el plan inicial hasta el último final". de cada parte fue compilada, procesada y corregida bajo la supervisión directa y de acuerdo con los comentarios del propio soberano, quien personalmente dirigió las actividades de una comisión formada específicamente para este caso, en la que Bakralay de Tolly era presidente y Volkonsky como miembro.

Esta institución estableció la autoridad unificada del comandante en jefe de los ejércitos que operan en un teatro de guerra, proporcionó un sistema coherente de cuarteles generales y direcciones para transmitir órdenes del comandante en jefe y los comandantes posteriores, y también proporcionó la formación de órganos auxiliares de alta dirección y mando militar. Nuestra unidad de intendencia estuvo a la altura de las circunstancias y durante la guerra de 1812 ascendió a varios comandantes activos y capaces (Ermolov, Dibich, Tol, Harding, Dovre, etc.), y en 1813 incluso ocupó prácticamente el primer lugar en las filas. del estado mayor de los ejércitos aliados, a pesar del aparente predominio del alto mando extranjero (Schwarzenberg, Blücher).

A finales de 1812, con la llegada del emperador al ejército, se formó el departamento principal y Volkonsky se convirtió en el jefe del cuartel general principal de Su Majestad. Tenía mucho trabajo que hacer, especialmente durante las campañas en el extranjero; Además de habilidades estratégicas y tácticas, también debían demostrar habilidades diplomáticas. Con su hábil selección de asistentes y su trabajo incansable, el príncipe Volkonsky justificó brillantemente su nombramiento; Además, el largo servicio en la corte contribuyó en gran medida a la adquisición de la capacidad de resolver todo tipo de tensiones, lo que fue tan útil en 1814, cuando la coalición estaba desgarrada por diferencias que se resolvieron únicamente gracias a la perseverancia de Alejandro I y el diplomacia del propio Volkonsky y miembros de su personal (Tol, Dibich). Naturalmente, después del final de las guerras, Alejandro I deseaba preservar la organización que contribuyó al éxito en la lucha contra Napoleón.

En decreto personal al Senado del 12 de diciembre de 1815, se anunció que para gestionar todo el departamento militar se estaba creando el Estado Mayor de Su Majestad Imperial, integrado por: a) el jefe del Estado Mayor, b) el Ministro de Guerra, c) el inspector de artillería y d) el inspector del cuerpo de ingenieros. El decreto, en particular, prescribía lo siguiente: “Todos los asuntos de la administración militar se dividen en dos tipos: el primero incluye, por así decirlo, la parte de primera línea, es decir, el número de personas en el ejército, los elementos incluidos en el orden, etc.; y al segundo, sin excepción, todo aquello en lo que hay circulación de cantidades monetarias, en una palabra, la parte económica. Los casos del primer tipo los lleva el jefe del Estado Mayor y los del segundo, el ministro de Guerra”. Este último está subordinado al jefe del Estado Mayor, que era el único relator del soberano sobre los asuntos del departamento militar; También informó al Ministro de la Guerra sobre las órdenes dadas por el soberano en relación con el sector económico.

El ayudante general Príncipe P. M. Volkonsky fue, por supuesto, designado para el puesto de Jefe del Estado Mayor General de Su Majestad Imperial. Además del sentimiento de estrecha amistad, Alejandro I le tenía un respeto especial como su socio militar y un gran experto en asuntos militares; y lo más importante, Volkonsky era un hombre amable, incluso de voluntad débil, y no eclipsaba la personalidad de Alejandro I.

El ayudante general Konovnitsyn, héroe de 1812, fue nombrado Ministro de Guerra, un hombre diestro pero capaz y muy activo, pero que no mostraba claramente su carácter.

El príncipe Volkonsky mejoró la unidad de intendencia y la colocó en un lugar muy alto; tenía una organización excelente y líderes ilustrados y talentosos. Nuestro ejército y el Estado Mayor le deben al Príncipe Volkonsky que figuras como Dibich y Tol pasaran a primer plano en las filas de este cuartel general (entonces llamado unidad de intendencia). El ejército le debe principalmente la creación de literatura militar y especialmente la parte cartográfica.

El 12 de diciembre de 1816 se aumentaron los sueldos de los oficiales, desde el alférez hasta el coronel inclusive, y se ordenó que, además del salario, también se entregara dinero de mesa a los comandantes de regimiento, generales de brigada, comandantes de división y cuerpo, y jefes de estado mayor del ejército. El mérito de esto es para el asistente directo del príncipe Volkonsky, el general del Estado Mayor de turno, el general Zakrevsky.

Pero además de sus actividades oficiales, Volkonsky tenía un peso muy grande debido a su especial cercanía al soberano, ya que el príncipe, se podría decir, estaba constantemente bajo Alejandro I, al mismo tiempo que cumplía con los deberes de ministro de la corte. . Todas las mañanas, a las ocho y media, se aparecía al soberano al final del baño; Nadie, excepto el príncipe, en ese momento tenía derecho a entrar al emperador, quien generalmente le daba órdenes a Volkonsky sobre el patio y la mesa del comedor. Tan pronto como el soberano terminó de arreglarse, llamaron nuevamente a Volkonsky con un informe sobre el lado militar; Después de él vino el conde Arakcheev, quien hizo un informe sobre la situación en el imperio (“del cual él era el verdadero gobernador”, señala un contemporáneo), y Arakcheev discutía a menudo lo que acababa de informar el príncipe Volkonsky. Estuvieron una hora y media en la oficina. Después de ellos, los diplomáticos fueron recibidos durante media hora, luego se llamó al comandante en jefe o gobernador general de la capital, al comandante y a los ordenanzas.

Danilevsky-Mikhailovsky señaló que en 1819 sólo Volkonsky y Arakcheev tenían acceso diario al emperador y utilizaban su poder; Aparte de ellos, nadie en la corte significaba nada. Al viajar por Rusia, el soberano siempre viajaba en el mismo carruaje que Volkonsky, pero si Arakcheev también lo acompañaba, entonces, acercándose a alguna gran ciudad, Alejandro llevó a Arakcheev a su carruaje, enfatizando así su suma importancia. Y Volkonsky lo soportó pacientemente.

En general, Alejandro I trató a Volkonsky con mucha más dureza que Arakcheev, cuya relación en los últimos años se caracterizó por una cortesía asombrosa; El soberano a menudo reprendía a Volkonsky por razones sin importancia. El príncipe Volkonsky era desinteresadamente devoto del emperador; Pensando sobre todo en la paz de Alejandro I, tomó todas las medidas para ello, sin preocuparse en absoluto por sí mismo y sin tener una vida personal por ello. Gracias a su cercanía con el soberano, recibía informes de los altos mandos, que normalmente transmitían lo que era deseable llamar la atención del soberano, pero que no podía hacerse de forma oficial. Volkonsky solía asumir esa misión y enviaba al escritor la opinión o incluso la resolución del soberano.

Acompañando constantemente al emperador en todos sus viajes, estuvo presente en todas las revisiones militares y, por lo tanto, conocía bien el estado de las tropas. Sin embargo, gracias a su carácter cauteloso y amable, y lo más importante, a su excepcional devoción por Alejandro I, no consideró posible ofrecer sus consejos al emperador, disminuyendo así su importancia a la de un típico cortesano; sin embargo, es poco probable que Alejandro I hubiera tolerado a una persona tan cercana a él que pudiera ejercer una fuerte influencia sobre él y, más aún, que hubiera canalizado sus ideas a través de él.

Educado, amigable, inteligente y desarrollado, propenso al progreso, capaz de encontrar y promover asistentes capaces, Volkonsky despertó la especial simpatía del emperador; sin embargo, no era tan importante como Arakcheev, ya que era cauteloso hasta el punto de la timidez.

El conde Arakcheev había mirado durante mucho tiempo con envidia y descontento la excepcional cercanía de Volkonsky al soberano y había hecho todo lo posible por borrarla. Dada la creciente decepción del soberano con el pueblo a lo largo de los años, esto no fue particularmente difícil de hacer, incluso en relación con Volkonsky, y en 1823, debido a los malentendidos que surgieron sobre la reducción de las estimaciones militares (Volkonsky admitió que era posible reducir la estimación en sólo 800 mil rublos, contando los gastos restantes necesarios, y el Conde Arakcheev redujo estos gastos en 18 millones de rublos), debido al comentario ofensivo hecho por Alejandro I sobre esto, Volkonsky pidió en una carta al soberano que lo despidiera y se quedara. en el extranjero hasta que se curase la enfermedad. Rápidamente se le concedió permiso en el extranjero y se nombró para su cargo al ayudante general Dibich, a quien Alejandro I, en su primer encuentro, le dio las siguientes instrucciones sobre las futuras relaciones con el Conde Arakcheev: “Encontrarás en él a una persona sin educación, pero el sólo uno en su celo y arduo trabajo hacia mí; trata de llevarte bien con él y vive amigablemente: tratarás con él a menudo y le mostrarás toda la confianza y el respeto posibles”. Dibich aprendió esto perfectamente y siempre mostró un enfático respeto a Arakcheev.

El príncipe Volkonsky regresó del extranjero a San Petersburgo a principios de 1824. Alejandro I le concedió la Orden de San Petersburgo. Andrés el Primero Llamado con un rescripto misericordioso, pero no ofreció el puesto anterior, ya que Arakcheev no lo quería. Le ofrecieron convertirse en comandante en jefe del 2.º ejército, pero Volkonsky optó por seguir siendo ayudante del soberano y cumplir las órdenes más altas, principalmente las de la corte (por ejemplo, acompañar a la emperatriz Isabel Alekseevna a Taganrog).

Naturalmente, el príncipe Volkonsky en su correspondencia llamó a Arakcheev nada más que una "maldita serpiente", un "villano" y expresó su convicción de que este monstruo estaba destruyendo a Rusia y destruiría al soberano.

Si una persona tan cautelosa como el príncipe Volkonsky habló con tanta dureza sobre Arakcheev, entonces se puede juzgar con qué odio se trataba al conde en el ejército, cuyos asuntos se le habían confiado. En ese momento, las tropas en la mayoría de los casos estaban dirigidas por personas que agradaban o agradaban al conde.

Reglamentos de infantería y artillería ¦ Causas y consecuencias del entrenamiento acelerado de oficiales

Poco después de las guerras napoleónicas, se promulgaron nuevos reglamentos: el reglamento de infantería en 1816 y el reglamento de caballería en 1818 (publicados en Varsovia, sede del augusto Inspector General de Caballería). Los años de publicación de las cartas indican que Arakcheev tuvo una participación importante en ellas. De hecho, los estatutos estaban llenos de muchos detalles minuciosos; no contenían casi nada relacionado con el entrenamiento de combate en sí. En el “Reglamento Militar sobre el Servicio de Infantería” no hay una sola línea sobre cómo se lleva a cabo un ataque; No hay una sola palabra sobre esto en las "Reglas de entrenamiento de regimiento para infantería" (ed. 1818) y en el "Reglamento militar sobre entrenamiento lineal" (1820).

En el "Reglamento militar sobre el servicio de combate de caballería" hay un breve capítulo "Sobre el ataque"; Durante un ataque, instruye a "retener a los caballos que están demasiado calientes", "nunca atacar más de 80 pasos en una cantera", también galopar 80 pasos y varias veces enfatiza que lo principal al atacar es la alineación. Sin embargo, la nota indica la importancia de entrenar a la caballería para cargar; En esta carta, el proceso de formación se considera mucho más amplio que en la infantería, lo que se explica por la personalidad del inspector general de caballería, bajo cuya dirección se publicó esta carta. El gran duque Konstantin Pavlovich, participante en las últimas campañas de Suvorov, no podía olvidarse de la esencia principal de las enseñanzas de Suvorov: el ataque; Además, es posible que el Gran Duque no haya tenido en cuenta la opinión de Arakcheev, a diferencia de los generales.

Sin embargo, en la misma carta hay instrucciones como "no atacar a la infantería lista para encontrarse con la caballería", "considerar imposible atacar a una columna de infantería", es decir, se presta mucha atención a la conveniencia de la caballería, su seguridad, pero en la guerra la situación manda a todos y, ante todo, hay que cumplir el objetivo fijado, por muchos sacrificios que cueste.

Con el tiempo, los requisitos externos finalmente oscurecen la esencia interna de la carta. Así, en el “Reglamento militar sobre el servicio de combate de caballería” (ed. 1823) se encuentran las siguientes instrucciones: “el frente de ataque debe dirigirse al enemigo de la manera más pomposa posible y tratar de estar completamente cerrado en filas, porque el éxito en el ataque Depende más de esto”.

Al dedicar mucho esfuerzo a los ejercicios lineales en preparación para ellos, las tropas no tuvieron tiempo de disparar, aunque el reglamento lo dice con bastante peso (“no es necesario demostrar lo importante y necesario que es que los soldados estén entrenados disparar con precisión. La experiencia enseña que incluso las operaciones militares más exitosas dependen en gran medida de la perfección en este arte". El reglamento establece: “cada año, durante el período de entrenamiento, todos los suboficiales y soldados del regimiento son entrenados para disparar a un blanco, utilizando para ello sólo la mayor parte de la pólvora asignada para el entrenamiento”.

Lamentablemente, el reglamento no preveía una distribución exacta de los ejercicios de tiro, por lo que algunos comandantes consideraron suficiente disparar cinco balas al año para el entrenamiento de tiro y utilizar la pólvora restante al menos en días especiales para fuegos artificiales.

Finalmente, estaban las “Reglas de la Formación Dispersa, o Instrucciones sobre la Acción Dispersa de la Infantería” (ed. 1818), que proporcionaban información muy útil sobre la importancia del fuego en la batalla. En el párrafo 1 se afirma que este sistema es muy acorde con el armamento de infantería, pues su fuerza radica principalmente en el fuego, pero no en la multitud, sino en la precisión de los disparos; la posición dispersa de la infantería hace que sea más conveniente disparar con precisión; En una formación suelta, existe otra ventaja: el terreno irregular casi siempre proporciona protección contra las balas enemigas.

Estas reglas confirman una vez más la importancia de la puntería: “Muchas personas todavía creen que una bala daña al enemigo sólo por accidente. Sin embargo, esta opinión sólo está justificada en aquellos casos en que los ignorantes utilizan un arma; cuando el arma está en manos de un verdadero tirador, un maestro en su oficio, entonces el éxito del tiro no dependerá del azar”.

La esencia de la formación dispersa en el manual se expresa muy claramente: “Con este método de combate, la acción de cada tirador se presentará en forma de pelea privada o personal: para los detalles de la acción, por ejemplo, el medios más ventajosos para dañar al oponente, elegir un lugar para cerrar y proteger el propio, etc. Depende completamente de la voluntad y los conceptos del propio tirador”. ¡Resulta extraño leer, entre otros estatutos puramente formalistas, un llamamiento así a la iniciativa privada!

En el 2.º Ejército, la primera revisión de tiro, ante la insistencia del joven jefe de estado mayor, el general Kiselev, se llevó a cabo en 1819; esta revisión mostró que el tiroteo en el ejército se encuentra en un estado lamentable; la razón hay que buscarla en el hecho de que los superiores no le daban ninguna importancia, ya que no había tiempo para estudiarlo a fondo, y lo más importante, las máximas autoridades en las revisiones no solían estar interesadas en ello, dedicando todo su atención a la enseñanza lineal. Además, las tropas tenían muchas armas defectuosas.

En general, todo el propósito de entrenar a los rangos inferiores se puede expresar en las siguientes líneas: “habiendo enseñado a cada soldado a pararse correctamente, empuñar y operar un arma, marchar y girar, y en general todos los movimientos, será muy fácil perfeccionar la formación de la compañía, de la que depende la perfección del batallón y del regimiento; Para ello, los comandantes de regimiento y batallón deben vigilar lo más diligentemente posible a los comandantes de compañía, de modo que cuando entrenen a los soldados uno por uno, interpreten claramente, con paciencia y sin castigo, todas las reglas pertinentes, mostrando qué y cómo seguirlas; Utilice el rigor en la enseñanza sólo para los descuidados, pero incluso aquí proceda con moderación y precaución. Un jefe cariñoso y hábil puede inculcar en sus subordinados el deseo de servicio y obediencia; También trata de avergonzar a los soldados y de castigarlos egoístamente”.

Desafortunadamente, estas buenas instrucciones de los reglamentos militares, en cuya redacción participaron figuras destacadas de guerras pasadas, pronto fueron olvidadas; La influencia de Arakcheev barrió por completo el lado ideológico del entrenamiento, y los requisitos de inspección de las más altas autoridades obligaron a los comandantes de regimiento, batallón y compañía a pensar exclusivamente en el ejercicio, en el que había que mostrar "rigor en el entrenamiento" no sólo a los descuidados, sino a todos; Está claro que pocos comandantes de compañía sabían “actuar con moderación y precaución”.

Según el famoso partisano D.V. Davydov, “en cuanto a la alineación de filas y el establecimiento de ritmos, nuestro ejército es sin duda superior a todos los demás. ¡Pero, Dios mío, qué mayoría de generales y oficiales, en quienes se ha matado el deseo de educación, por lo que odian toda ciencia! Estos ignorantes mediocres, verdaderos amantes del elegante servicio de cinturón, creen en su sabiduría de que la guerra, que debilita la información de primera línea adquirida por el ejército en tiempos de paz, es perjudicial sólo para él. Es como si el ejército no estuviera entrenado para la guerra, sino exclusivamente para ejercicios pacíficos en los Campos de Marte. Habiendo servido en más de una campaña y consciente por experiencia de los beneficios del entrenamiento militar para los soldados, nunca me permitiré rechazar incondicionalmente el lado útil de las regulaciones militares; De esto, sin embargo, no se sigue que reconozca el beneficio de un sistema basado únicamente en sobrecargar y embotar las habilidades con la presentación de una increíble cantidad de bagatelas que no explican, pero sí extremadamente oscuras, el asunto. Imponer grilletes a individuos talentosos y así dificultarles salir de un entorno de mediocridad ignorante es el colmo del sinsentido. De esta manera sólo se puede lograr lo siguiente: ignorantes mediocres, distinguidos por un entendimiento más estrecho, finalmente expulsan de todas partes a personas capaces que, asesinadas por exigencias sin sentido, no tendrán la oportunidad de desarrollarse para una acción independiente y se someterán incondicionalmente a las mayoría."

La lucha contra Napoleón requirió muchas tropas y, en este sentido, fue necesario fortalecer significativamente el cuerpo de oficiales. Es cierto que en 1812, durante la formación de la milicia, muchos funcionarios, jubilados o incluso nobles fueron aceptados como oficiales; Muchos de ellos se unieron a regimientos regulares en 1813 y luego permanecieron en el ejército en servicio activo, pero aun así la pérdida de oficiales fue grande. El departamento militar estaba muy preocupado por aumentar el contingente de oficiales, tratando de compensar el conocimiento insuficiente de los oficiales liberados. En los tiempos más difíciles, las instituciones educativas militares incluso graduaban dos veces al año. El regimiento noble, por ejemplo, produjo 1.139 oficiales en 1812.

Las condiciones de servicio que cambiaron después de 1815, en relación con la visión de Arakcheev sobre los asuntos militares, obligaron a muchos oficiales a irse y, como señala el príncipe Paskevich, muchos "nuestros cruces de San Jorge renunciaron y se convirtieron en alguaciles del vino". Tuvimos que volver a hacer lanzamientos mejorados. Así, en 1823, por orden más alta, 122 estudiantes del 1.º y 2.º cuerpo de cadetes, estudiantes del Regimiento Noble, del orfanato militar y del Liceo Tsarskoye Selo, fueron ascendidos a oficiales antes de completar el curso. Pero tales liberaciones de emergencia, por supuesto, no podrían compensar radicalmente la falta de agentes.

La popularidad del servicio militar entre la nobleza está disminuyendo; La invasión de Rusia por Napoleón arruinó a muchos terratenientes, pero era difícil vivir únicamente con un salario del gobierno: después de 1812, los precios en toda Rusia aumentaron enormemente. Esto provocó un aumento en la remuneración de los oficiales, anunciado el día del cumpleaños del soberano, el 12 de diciembre de 1816.

Dado que en el período de 1801 a 1825 sólo se graduaron 16 mil oficiales de todas las instituciones educativas militares, el departamento militar se vio en la necesidad de establecer escuelas primarias especiales para alféreces; de 1822 a 1825 se organizaron escuelas de este tipo en Mogilev, en el cuartel general del 1.er Ejército; una escuela de cadetes, en el cuartel general del 2.º Ejército, en la ciudad de Tulchin, y escuelas de cuerpo, en el Cuerpo de Granaderos y en el cuerpo del 1.º Ejército. La creación de todas estas escuelas tenía como objetivo preparar a los jóvenes para el grado de oficial, dándoles los conocimientos necesarios para un oficial de combate, educándolos moralmente e inculcándoles las reglas de la disciplina militar; sin embargo, el nivel de conocimientos adquiridos por los futuros oficiales en estas escuelas era bajo y los fundamentos morales frágiles, ya que la estancia de los estudiantes en las escuelas era corta y la composición de los profesores se seleccionaba al azar.

Incluso en las instituciones educativas militares, el trabajo educativo no alcanzó un alto nivel; el beneficio de los profesores extranjeros es pequeño y había pocos profesores propios; los programas eran sorprendentemente multitemáticos, los libros de texto faltaban o estaban desactualizados. El servicio y el apoyo material de los profesores antes de 1819 no eran envidiables. Según uno de sus contemporáneos, los profesores de las clases bajas eran "personas amables y conocedoras", pero algunos de ellos eran tan pobres que "permitían a los cadetes llenar los bolsillos vacíos de los profesores con trozos de pan, carne, gachas y mantequilla en trozos de papel”. ¡En un orfanato militar, un profesor de ruso tenía derecho a un salario de 300 rublos al año durante 18 horas semanales!

Sólo cuando el humanitario conde Piotr Petrovich Konovnitsyn (1819-1822) se convirtió en director de las instituciones educativas militares, finalmente prestaron seria atención a mejorar las condiciones materiales, el alojamiento de los estudiantes y, lo más importante, a su educación moral. Desafortunadamente, el conde Konovnitsyn no permaneció en el cargo por mucho tiempo y su influencia pronto se estabilizó. La moral se volvió más tosca, el nivel de educación disminuyó, ya que las demandas de Arakcheev eran diametralmente opuestas a las opiniones del Conde Konovnitsyn.

Baste señalar que el general Klinger, que estuvo al frente del 1.er cuerpo de cadetes (1801-1820) durante casi 20 años, un maestro muy apreciado por el director de las instituciones educativas militares, el gran duque Konstantin Pavlovich, solía decir : “¡A los rusos hay que enseñarles menos y golpearlos más!” . De hecho, con la excepción del período Konovnitsa, en las instituciones educativas militares florecieron los castigos corporales y el trato duro y grosero tanto entre estudiantes como entre profesores. Está claro que cuando se convirtieron en oficiales, transfirieron el mismo trato a sus soldados, especialmente si vieron el aliento de su compañía, batallón y, a menudo, incluso del comandante de su regimiento.

El general Kiselev, después de asumir el cargo de jefe de estado mayor del 2.º Ejército, escribió a Zakrevsky el 13 de julio de 1819: “En cuanto al nombramiento de futuros comandantes de regimiento, aquí realmente no conozco a nadie excelente, los batallones se llevan bien. , pero un regimiento es un asunto diferente”. En esta época ya era claramente evidente la falta de educación y educación entre los patrones, empezando por los más jóvenes. Los oficiales no recibieron capacitación durante su servicio; sólo buscaban convertir a oficiales y soldados en máquinas capaces de ejecutar órdenes de manera monótona y simultánea.

Durante mucho tiempo, analizando las campañas de 1812-1814. Es como si dejaran de interesarse. Sin embargo, las descripciones y planes de las batallas más importantes fueron elaborados por el general Tol, pero fueron distribuidos a un círculo muy limitado de especialistas. Es interesante notar que durante el reinado de Alejandro I, solo aparecieron dos descripciones de la guerra de 1812: una de D. Akhsharumov y la otra de Buturlin, e incluso entonces en francés. Estas obras eran en general poco conocidas entre los oficiales. Algunos investigadores de esta época señalan que Alejandro I experimentó una sensación desagradable cuando le recordaron los acontecimientos de la Guerra Patria, y especialmente la Batalla de Borodino, cuya gloria se atribuyó a Kutuzov, lo que involuntariamente restó valor a la personalidad de Alejandro en el ejército. Sucedió que la fecha memorable de esta batalla no estaba marcada en absoluto, incluso cuando el emperador pasó este día en Moscú.

Esta actitud de Alejandro I provocó la imitación entre otros, por lo que el recuerdo de los hechos heroicos de esta guerra comenzó a desvanecerse en nuestro ejército: ni los días de celebración, ni los estudios del curso de las campañas, ni, finalmente, aquellas tradiciones. y métodos de enseñanza, cuya vitalidad confirmó las gloriosas batallas de esta época; al contrario, todo parecía recordar los tiempos de Pablo. Como escribió con razón el general Paskevich en sus notas: "Con el tiempo, la guerra fue olvidada, como si nunca hubiera ocurrido, y las cualidades militares fueron reemplazadas por la destreza del deportista".

Además, los oficiales se distinguían por su actitud cruel hacia los rangos inferiores. "Durante mi servicio, vi comandantes que luchaban sólo porque ellos mismos eran combatidos", escribió Sabaneev a Kiselev. En el informe sobre castigos corporales, elaborado por el mismo Sabaneev, se dice, entre otras cosas: “En el regimiento, desde el cabo hasta el comandante, todos golpean y matan a la gente, y como alguien dijo: en el servicio ruso el asesino es el que mata enseguida, pero el que en dos o tres golpea a un hombre, no es responsable”.

El trato rudo a los oficiales y el trato cruel a los rangos inferiores comenzaron a convertirse en la norma después de 1820. El comandante en jefe del 2.º Ejército, el Conde Wittgenstein, en su orden del 7 de julio de 1822, escribe: “Me di cuenta de que en algunos regimientos de la 14.ª división, señores, los comandantes de regimiento tratan a sus oficiales con mucha rudeza, olvidándose del debido respeto. para el título de noble, se permiten el uso de expresiones que no son propias del trato que todo oficial tiene derecho a esperar de su superior. La severidad y la mala educación, la disciplina y el insulto son cosas completamente diferentes, y por mucho que la primera sea necesaria, la segunda es perjudicial para el servicio. En cuanto al trato a los rangos inferiores, debo señalar que no deben ser castigados corporalmente por enseñar, y especialmente de una manera tan cruel como se hace a menudo ... "

Pero Wittgenstein se distinguía por su nobleza, y muchos otros altos mandos reconocieron la necesidad de darse cuenta de la mala situación en el ejército. Al menos en sus filas no está ningún Arakcheev, que resucitó con éxito la época pavloviana en asentamientos militares.

Unión de Bienestar ¦ Sociedades Secretas del Norte y del Sur ¦ Represión de un estallido de descontento en el Regimiento de Salvavidas Semenovsky ¦ Disturbios en las tropas durante el interregno ¦ Motín en el Regimiento de Chernigov

Como ya se indicó, los grandes acontecimientos de la Guerra Patria dejaron impresiones profundas y edificantes en el alma de oficiales y soldados, y durante la estancia de las tropas rusas en el extranjero, muchos oficiales conocieron ideas y teorías políticas progresistas sobre el desarrollo del Estado.

El ejemplo de la unión secreta prusiana (Tugendbund) parecía confirmar claramente lo que sus miembros podían hacer por el florecimiento de su patria. Desde el comienzo de su reinado, Alejandro I trató favorablemente las aspiraciones liberales de sus subordinados, insistió en la introducción de una constitución en Francia y, poco después del final de las guerras con Napoleón, le dio a Polonia, que luchó tan ferozmente contra nosotros, la gobierno más liberal. La sociedad rusa en general y los oficiales en particular estaban encantados con esto, especialmente porque en la inauguración del primer Sejm polaco el 15 de marzo de 1818, el soberano indicó en su discurso que al introducir el gobierno en Polonia sobre la base de las reglas de legalmente instituciones libres, obtendría al mismo tiempo un medio para mostrar a la patria lo que ha estado preparando para ella durante mucho tiempo y de qué se beneficiará cuando alcance la madurez política adecuada.

Desde que Arakcheev introdujo el ejercicio en el entrenamiento de tropas, y especialmente después del establecimiento de asentamientos militares, surgió el descontento no solo con su posición, sino también con la posición de Rusia entre los oficiales, principalmente en la guardia. Las campañas extranjeras acercaron a los oficiales a la prensa política desarrollada en ese momento en Europa Occidental. A su regreso, muchos oficiales, especialmente los de la Guardia y el Estado Mayor, comenzaron a leer periódicos y revistas extranjeros, que a menudo presentaban dramáticamente la lucha por el orden constitucional en los estados de Europa occidental. Al estudiar teorías y sistemas políticos audaces, muchos oficiales soñaban con aplicarlos en su tierra natal. Este fue el tema principal de las conversaciones entre los círculos de oficiales que se formaron en abundancia después de 1815. Además, conocieron los estatutos de las sociedades políticas secretas que se multiplicaron en Francia y Alemania. El surgimiento de tales círculos entre nuestros oficiales se vio facilitado por un cierto aislamiento de la vida en San Petersburgo, que se observó después de 1815; Ya sea debido a un cambio en el carácter del emperador o debido a la recesión económica, los oficiales comenzaron a disfrutar mucho menos.

A finales de 1816, varios jóvenes oficiales de la Guardia y del Estado Mayor formaron una sociedad secreta. Al principio, esta sociedad se limitó a reclutar nuevos miembros y familiarizarse con la teoría constitucional occidental. La propaganda se llevó a cabo con bastante libertad, ya que la policía, incluso la de la capital, no era muy observadora y, además, todos conocían la actitud liberal de Alejandro I hacia el cultivo de tales ideas; Además, las actividades de la sociedad aún no afectaban el orden existente, sino que eran de naturaleza puramente educativa.

A finales de 1817, uno de los miembros de la unión secreta rusa, el príncipe Ilya Dolgorukov, durante un viaje a Alemania entabló relaciones con el Tugendbund prusiano y recibió su estatuto en Moscú, en una reunión de miembros en 1818, este estatuto. , adaptado a nuestras condiciones, fue adoptado como estatuto de la unión política rusa, que tomó el nombre de Unión de Bienestar.

Sin recurrir a medidas violentas, el sindicato tenía la intención de actuar en la sociedad rusa con medios morales y educativos generales, erradicar, si fuera posible, la ignorancia y el abuso mediante la persuasión y el buen ejemplo, dar una buena dirección a la educación de la juventud, tomar medidas para abolir la servidumbre de los campesinos y ayudar celosamente al gobierno en sus buenas intenciones. Pero la tarea más interna de la unión era introducir un gobierno constitucional en Rusia; La mayoría de los miembros seguían siendo partidarios de la monarquía, pero también había partidarios del gobierno republicano. Estas ideas sólo pudieron llevarse a la práctica con una ruptura radical del orden existente y, por tanto, la Unión de Bienestar se convirtió en una unión puramente política. Inspirados por las aspiraciones más puras, obviamente perdieron de vista las desastrosas consecuencias que siempre conlleva la intervención de tropas en los asuntos estatales de su patria y, finalmente, descuidaron su deber oficial, que les prohibía celebrar alianzas secretas. Después del Congreso de Moscú, el número de miembros del sindicato aumentó considerablemente: no solo se unieron jóvenes, sino también personas de edad más madura: varios generales (M. Orlov, S. G. Volkonsky), muchos comandantes de regimiento (Pestel, Fonvizin, Bulatov ) y oficiales del cuartel general, especialmente del 2.º Ejército, así como terratenientes y funcionarios. En el período de 1818 a 1823, la unión creció significativamente; al mismo tiempo, se crearon otras sociedades políticas, por ejemplo, una militar, cuyos miembros se reconocían por la inscripción grabada en las hojas de espadas o sables: “Por ¡verdad!" Incluso se formaron dos logias masónicas, que en su mayoría estaban formadas por miembros de la Welfare Union.

Las actividades de los sindicalistas no se extendían a los soldados; No hubo agitación entre los rangos inferiores, pero los oficiales miembros del sindicato dejaron de usar el castigo corporal, que floreció bajo el régimen de Arakcheev, y con su actitud humana establecieron la conexión más estrecha con los rangos inferiores, que generalmente eran muy caros. Amaba a estos comandantes.

El intento de algunos historiadores de relacionar el estallido en el Regimiento de Salvavidas Semenovsky en 1820 con las actividades de la Unión de Bienestar no tiene fundamento serio, ya que la indignación fue provocada por un cambio extremadamente brusco en el régimen del regimiento. En ese momento, el propio Alejandro I ya estaba suficientemente imbuido de aspiraciones reaccionarias. Al tener información secreta bastante completa sobre la amplia difusión de las ideas de la Unión de Bienestar entre los oficiales y no ver los beneficios de un trato demasiado humano hacia los rangos inferiores, que algunos comandantes incluso vieron como un debilitamiento de la disciplina, Alejandro I, bajo el mando Influencia de Arakcheev y Volkonsky, decidió realizar un reemplazo a gran escala del personal de mando. Así, se nombraron comandantes de los regimientos de guardias: Preobrazhensky - el coronel Pirkh, Izmailovsky - Martynov, Moscú - Friederiks, Grenadier - Sturler y Semenovsky - el coronel Schwartz.

Fue especialmente difícil para el Regimiento de Salvavidas Semenovsky; como sabéis, este regimiento gozó siempre del favor especial de su augusto jefe, el emperador; el comandante anterior, el general Potemkin, se distinguía por su gentileza y trato delicado tanto con los oficiales como con los rangos inferiores, a quienes cuidaba paternalmente: se proporcionaban camas para los rangos inferiores y casi todos tenían su propio samovar. Se establecieron las mismas buenas relaciones entre oficiales y soldados. Los semionovitas vivían más ricos que otros, quizás también porque muchos de ellos eran excelentes zapateros, sultanes y, cumpliendo encargos privados, ganaban bastante dinero. Los oficiales del regimiento, poco después de regresar de las campañas extranjeras, formaron un artel y sentaron las bases de una biblioteca de oficiales; En este artel algunos comían, lo que contribuyó a un acercamiento más estrecho entre los oficiales, reforzado por la lectura conjunta y el conocimiento de la literatura política.

Por el contrario, el nuevo comandante, el coronel Schwartz, era un hombre con poca educación. Fue nombrado comandante del regimiento el 11 de abril de 1820, con toda probabilidad, siguiendo instrucciones de Arakcheev (Shvarts de 1809 a 1815 sirvió en el regimiento de granaderos del conde Arakcheev y se ganó su favor), quien, desaprobando extremadamente el régimen de Potemkin en el Regimiento Semenovsky, supuestamente yo diría: "Necesitamos sacarles la mierda de la cabeza a estos tipos".

En una orden al regimiento fechada el 1 de mayo, Schwartz expresó su desaprobación de las órdenes anteriores y las cambió radicalmente; A partir de ahora, los soldados dejaron de ver un trato amistoso por parte de su comandante de regimiento. Mantuvo relaciones puramente oficiales con los oficiales del regimiento: daba órdenes e instrucciones principalmente a través de sargentos mayores, a quienes reunía para verlo varias veces al día con este fin. Sucedió que a través de los sargentos transmitió sus comentarios a los comandantes de compañía. Al reducir la influencia de los comandantes de compañía, socavó su autoridad.

Además de mejorar los ejercicios generales e individuales de primera línea, Schwartz también introdujo revisiones personales de los rangos inferiores; para ello ordenó que le enviaran una docena de compañías de rango inferior e inspeccionó su porte y uniforme; aquellos a los que se les notaba el más mínimo mal funcionamiento debían acudir a una inspección secundaria; Por lo general, se preparaban para tales espectáculos por la noche; Al regresar de la revisión, inmediatamente acudieron a una formación de la empresa; Los rangos inferiores estuvieron ocupados todo el día. A menudo, Schwartz obligaba a todo el batallón o a algún pelotón que no le agradaba a marchar durante tres horas seguidas.

Mundt, nombrado ordenanza del gran duque Mikhail Pavlovich, dijo que antes de esto, como una especie de prueba, tuvo que llevarle a Schwartz un vaso lleno de agua, colocado sobre un shako, durante dos semanas, sin derramar una gota.

Los domingos, en las compañías asignadas al equipo de la iglesia, Schwartz dedicaba dos horas a la enseñanza preliminar, por lo que estas compañías normalmente sólo llegaban al final de la misa. Debido al lavado frecuente, los pantalones de invierno se desgastaron y los soldados se vieron obligados a comprar unos nuevos, por supuesto, por su cuenta. Es bastante natural que el comandante de brigada, el gran duque Mikhail Pavlovich, a menudo se sorprendiera por la apariencia letárgica de los semenovitas.

Schwartz aumentó significativamente los castigos. Así, del 1 de mayo al 3 de octubre hubo 44 castigos corporales (de 100 a 500 varas), lo que ya fue extraordinario para el regimiento Semenovsky. Contrariamente a la ley, Schwartz sometió a los Caballeros de San Jorge a castigos corporales; Durante el entrenamiento, a menudo peleaba y le escupía en la cara. Está claro que tal trato puso a todo el regimiento en su contra. Los intentos de los soldados de quejarse de la opresión del comandante del regimiento no dieron resultados favorables. Los oficiales hostiles, aparentemente, no dudaron en expresar en voz alta su descontento y, frente a los soldados, condenar las acciones de su comandante. Por supuesto, si la relación entre el comandante y los oficiales fuera normal, deberían haber advertido sobre el creciente enfado entre los soldados.

Finalmente, tras el ejercicio del 16 de octubre, cuando Schwartz castigó, como de costumbre, a uno de los rangos inferiores de la 2.ª Compañía de Fusileros, los guardias decidieron presentar una denuncia por el acoso al comandante del regimiento. Reunidos sin permiso en el pasillo a las 11 de la noche, llamaron al comandante de su compañía y le pidieron que solicitara la cancelación de revisiones extraordinarias, especialmente en días festivos. El comandante de la compañía fue a informar de lo sucedido a los comandantes de batallón y regimiento. El coronel Schwartz ordenó vigilar el orden y esperar órdenes por la mañana, y él mismo informó lo sucedido a su comandante de brigada, el gran duque Mikhail Pavlovich, y a través del jefe de estado mayor del Cuerpo de Guardias, Benkendorf, al comandante del cuerpo, Príncipe. Vasilchikov. Este último, al no encontrarse bien, envió a Benckendorff a investigar. Ya durante esta investigación quedó claro lo inquietos que estaban los soldados del 1.er Batallón. Benckendorff exigió la entrega de los instigadores. Como siempre sucede durante los disturbios masivos, la emoción comenzó a crecer y los instigadores no fueron entregados. Las autoridades decidieron castigar a los soldados por resistencia y, al final, considerándolos culpables de obstinación y desobediencia, el comandante del cuerpo ordenó el arresto de toda la compañía, la encerró en la Fortaleza de Pedro y Pablo y la juzgó. En la tarde del día 17, los soldados fueron llevados a la fortaleza escoltados por dos compañías del Regimiento de Salvavidas Pavlovsky.

Al día siguiente, el regimiento Semenovsky debía nombrar una guardia de la ciudad. Cuando el 1.er batallón se enteró del destino de la 1.ª compañía, estalló la indignación; la persuasión de los comandantes de compañía y de batallón fracasó; La gente declaró que harían guardia sólo con su propia cabeza, es decir, con la 1ª compañía, ya que sin ella “no hay nada a qué apegarse”. Desde el cuartel la agitación se extendió al patio del regimiento.

El coronel Schwartz no se atrevió a aparecer ante los preocupados e incluso pasó la noche fuera del regimiento. Por la noche, el gobernador general militar, el conde Miloradovich, vino a persuadir al regimiento, pero, a pesar de su popularidad, fue en vano; El intento del ex comandante general Potemkin también terminó sin éxito. Entonces el príncipe Vasilchikov anunció que a las 6 de la mañana él mismo inspeccionaría el regimiento y ordenó que el cuartel Semyonovtsy de los salvavidas fuera ocupado por el regimiento Jaeger, y que el general Orlov y los guardias a caballo se acercaran a la plaza.

El príncipe Vasilchikov, que llegó por la mañana, anunció que había ordenado llevar a juicio a la 1.ª compañía arrestada y que ya no podía liberarla sin el permiso del soberano, y como las demás compañías habían desobedecido las órdenes de sus superiores; les ordenó que fueran inmediatamente arrestados a la fortaleza. “Donde hay cabeza, hay cola”, dijeron los soldados y con calma, sin entrar al cuartel, se dirigieron en masa hacia la fortaleza. Los oficiales estaban con ellos y caminaban adelante.

A su llegada, los rangos inferiores fueron colocados en casamatas y los oficiales regresaron a sus alojamientos. Luego, el 19 de octubre, el 2.º batallón fue enviado en barco a la fortaleza de Sveaborg, el 3.º por tierra a Kexholm y el 1.º, como el más culpable, quedó en la fortaleza.

La historia de Semyonov entusiasmó a casi toda la guardia. Algunos comandantes dijeron que no podían confiar plenamente en sus regimientos. Sin embargo, debido a que el brote fue espontáneo y no estuvo acompañado de agitación externa, se extinguió fácilmente. La sociedad de San Petersburgo quedó extremadamente agitada por este incidente; Todas las simpatías estaban del lado de los semyonovitas. La policía explicó esto por el hecho de que en la ciudad había muchos familiares y buenos amigos de los oficiales de Semyonov.

En aquel momento el emperador se encontraba en el congreso de Troppau. Habiendo recibido esta triste noticia, Alejandro I atribuyó los disturbios a influencias externas, por así decirlo, a la propaganda; Ninguno de los altos funcionarios intentó aclarar la verdad. El 2 de noviembre, el soberano firmó una orden que decidía el destino del regimiento. Se ordenó que todos los rangos inferiores se distribuyeran entre diferentes regimientos del ejército. Se reconoció que el estado mayor y los oficiales principales no estaban involucrados en desobediencia, por el contrario, se observó que intentaron diligentemente restablecer el orden, pero fracasaron por su incapacidad para tratar con los soldados y obligarlos a obedecer, por lo que fueron; Se ordenó su traslado a regimientos del ejército. Schwartz fue juzgado por no mantener al regimiento en la debida obediencia.

Para reponer inmediatamente el regimiento Semenovsky, se asignó un batallón de los batallones de granaderos favoritos de Arakcheev, que llevan el nombre del Emperador de Austria, el Rey de Prusia y el Príncipe Heredero de los regimientos del cuerpo de asentamiento militar.

La historia de Semyonov obligó al soberano a prestar mucha atención a la situación de los soldados. En enero de 1821, el príncipe Volkonsky informó al príncipe Vasilchikov del deseo del zar de que los generales, empezando por él mismo, sin avisar a nadie, visitaran el cuartel a distintas horas del día y observaran qué hacían los soldados, qué les daban de comer, si tenían todo lo que les faltaba y, a menudo hablando con ellos fuera del trabajo, escuchaban sus quejas y trataban de satisfacer sus peticiones, para así ganarse su cariño y respeto.

Los rangos inferiores del regimiento Semenovsky se distribuyeron en las divisiones de infantería 1, 2, 3, 4, 5, 13, 15 y 23, cada una con 200 personas, y en la 8.a División de Infantería (en Lubny), alrededor de 400 personas. La mayoría de los oficiales terminaron en el 2.º Ejército.

La situación de los oficiales y rangos inferiores del regimiento Semenovsky transferidos al ejército era difícil. A los oficiales se les prohibió renunciar, ni siquiera se les permitió licencia temporal, fueron destituidos de sus puestos de mando y, en general, fueron considerados multas. La distribución de oficiales y rangos inferiores en casi todo el ejército, y especialmente la excesiva severidad hacia ellos, tuvo las consecuencias más desfavorables. Según Wigel, “los oficiales descontentos esparcidos por todo el ejército se encontraron con otros descontentos y junto con ellos, difundiendo sus opiniones, prepararon otros levantamientos, que después de 5 años fueron más difíciles de calmar”.

Los soldados, por supuesto, eran el elemento más dócil de las sociedades secretas, ya que, al odiar al gobierno, despertaban los mismos sentimientos en sus camaradas; Por su nivel de desarrollo, los antiguos guardias se destacaron notablemente y, por supuesto, ganaron fácilmente influencia sobre el resto de los soldados. Sería más conveniente enviar el regimiento Semenovsky con todas sus fuerzas al Cáucaso, donde podría servir en el campo de combate.

Después de un estallido de descontento en el regimiento Semyonovsky, el gobierno reforzó la vigilancia de la policía secreta; Esto llegó a conocimiento del Welfare Union y lo obligó a tomar las precauciones adecuadas. A principios de 1822, se reunieron en Moscú diputados de San Petersburgo, Tulchin y la provincia de Kiev, que decidieron abolir la unión; la abolición era ficticia, pero con ello los principales dirigentes del sindicato querían, por un lado, engañar al gobierno y, por otro, deshacerse de algunos miembros que inspiraban desconfianza.

Mientras tanto, el sindicato siguió trabajando y desarrollándose; No hay duda de que el estallido en el regimiento Semenovsky suscitó entre los miembros del sindicato la cuestión de la actividad revolucionaria en las tropas. En ese momento, el sindicato constaba de dos ramas: la del Norte, en San Petersburgo, y la del Sur, en Tulchin. A la cabeza del Norte estaban el teniente Príncipe Obolensky, dos civiles: Pushchin y Ryleev, dos hermanos Bestuzhev y el capitán de personal Kakhovsky. El núcleo de la sociedad del Sur era el coronel Pestel, comandante del regimiento de infantería de Vyatka, el teniente coronel del regimiento de Chernigov S.M. Muravyov-Apostol, transferido al ejército desde el Regimiento de Salvavidas Semenovsky, el Coronel Príncipe Trubetskoy, el Mayor General Príncipe S. G. Volkonsky y otros.

La rama sur se distinguía por una dirección más extrema. Pestel redactó una constitución para Rusia llamada "Verdad rusa".

Al parecer, entre los miembros del sindicato ahora comenzó a tomar fuerza la idea de aprovechar la ayuda de las tropas para lograr sus objetivos revolucionarios; Es cierto que algunos miembros moderados señalaron el peligro de una intervención militar, pero otros insistieron en la posibilidad de recurrir a las medidas más extremas en la lucha contra el antiguo régimen.

Los temas en las reuniones del sindicato se discutieron tan abiertamente que el público lo sabía y muchos altos funcionarios lo sabían. En este sentido es conocida la extensa nota de Benckendorff sobre las sociedades secretas en el ejército, presentada a Alejandro I por el príncipe Vasilchikov a mediados de 1812. El Emperador no hizo nada al respecto.

No hay duda de que los miembros del sindicato -algunos oficiales del 2.º Ejército- hablaron de actividades revolucionarias con los rangos inferiores; Al menos esto es precisamente lo que puede explicar los disturbios en el regimiento de infantería de Chernigov, pero estas conversaciones fueron aisladas.

En cualquier caso, los dirigentes del sindicato, habiendo decidido recurrir a la ayuda revolucionaria de las tropas, durante mucho tiempo no pudieron desarrollar un plan definido, en qué exactamente debería expresarse esta ayuda y cuándo sería aconsejable recurrir a ella. ; En este sentido, la rama del Sur estaba por delante de la del Norte; el estado de ánimo de los sureños era mucho más radical, pero tampoco tenían un plan de acción preparado.

Al final del reinado de Alejandro I, había personas entre el personal militar que, creyendo que las tareas revolucionarias del sindicato violaban el deber del juramento, lo informaron a las más altas autoridades; éste resultó ser el cadete del regimiento Bug Uhlan Sherwood; se recibió una denuncia sobre las actividades de Pestel del capitán de su regimiento, Mayboroda; También hubo informes sobre las sociedades secretas del funcionario Boshniak.

Toda esta información, debido a la especial importancia y necesidad de mantener el asunto en completo secreto, fue comunicada únicamente al emperador, quien la trató con calma, al Jefe del Estado Mayor, al ayudante general Dibich y al Conde Arakchev. Se suponía que debía capturar a todos los líderes de la rama sur, para lo cual, por orden de Alejandro I, el coronel Nikolaev fue enviado al regimiento cosaco de los salvavidas, pero la grave enfermedad del emperador y luego su muerte en el lejano Taganrog, y la mayoría Es importante destacar que la eliminación no autorizada del conde Arakcheev de todos los asuntos, que conmocionó demasiado la muerte de Nastasya Minkina, detuvo este importante evento en el período más crucial y dio la oportunidad de estallar grandes disturbios entre las tropas en San Petersburgo y en Vasilkov, el cuartel general del 2.º batallón del regimiento Chernigov, comandado por el teniente coronel S.I. Muravyov-Apostol. Estos disturbios estallaron espontáneamente, sólo como resultado del interregno, después de la muerte de Alejandro I, que duró 17 días y surgió debido a que solo unos pocos confiaban en Alejandro I, sabían que los papeles sellados con los que Alejandro cambió la ley de sucesión. al trono se mantuvieron en el Consejo de Estado y en la Catedral de la Asunción de Moscú a favor del Gran Duque Nikolai Pavlovich.

El propio gran duque Nikolai Pavlovich y, por orden suya, todo el ejército juraron lealtad a Constantino inmediatamente después de recibir la noticia de la muerte de Alejandro I. Para evitar disturbios, se debería haber adoptado una ley que cambiara las regulaciones básicas de la familia imperial. de Pablo I, según el cual el trono tras la muerte de Alejandro I pasaría al hermano mayor Konstantin, anunciar públicamente con antelación.

Un interregno tan largo dio a los cabezas más calientes de la rama norte de la unión la idea de intentar, si no arrebatar el poder al nuevo soberano, al menos limitarlo. La forma más eficaz era atraer a los soldados al camino revolucionario, pero las tropas no estaban en absoluto preparadas para ello. Se decidió confundirlos con falsos rumores de que Constantino estaba siendo destituido del trono por la fuerza, y no voluntariamente; estos rumores fueron difundidos entre los rangos inferiores por sus oficiales más queridos (Mikhail y Alexander Bestuzhev en el Regimiento de Salvavidas de Moscú, los tenientes A.N. Sutgof, N. Popov y el segundo teniente Kozhevnikov en el Regimiento de Granaderos de Salvavidas); La ausencia del zarevich Konstantin Pavlovich, que se encontraba en Varsovia durante estos días turbulentos, a pesar de la solicitud de Nicolás I de regresar, confundió por completo a los soldados y aumentó la fiabilidad de los rumores que se difundían.

El plan de acción desarrollado apresuradamente en la Rama Norte de la Unión se basó en la tenacidad de los soldados para permanecer leales a Constantino cuando se les ordenó jurar lealtad a Nicolás I. Basándose en información no verificada, esperaban que los siguientes regimientos no tomaran una nueva juramento: Izmailovsky, Yegersky, Life Grenadiers, Moscú, Finlandia, tripulación de la Guardia y parte de la Artillería a Caballo de la Guardia. Tan pronto como los regimientos se reúnan para el nuevo juramento y los soldados muestren resistencia y no quieran darla, los oficiales revolucionarios los sacarán de los patios del regimiento y los reunirán en la plaza Petrovskaya, lo que obligará al Senado a inmediatamente publicar un manifiesto sobre el cambio de la forma de gobierno en Rusia.

De hecho, el día del nuevo juramento, el 14 de diciembre de 1825, fue posible capturar sólo dos batallones (y aun así no del todo) de los regimientos de Moscú y de Granaderos y parte de la tripulación de la Guardia; Estas unidades, apoyadas por una multitud bastante numerosa de chusma, se reunieron ante el monumento a Pedro I gritando: “¡Hurra! ¡Constantín! No había más de 3.000 soldados en el bando rebelde. Después de largas negociaciones, que no condujeron a resultados favorables, pero implicaron sacrificios innecesarios (el conde Miloradovich y el coronel Sturler fueron heridos de muerte), Nicolás I, habiendo concentrado en la misma plaza al resto de las tropas que le habían jurado lealtad, dispersó a los rebeldes. con metralla, y el motín terminó al anochecer del mismo día.

Los disturbios en el 2.º Ejército se expresaron únicamente por la indignación en el regimiento de Chernigov como resultado del arresto el 25 de diciembre de 1825 del teniente coronel S.I. Muravyov-Apostol. Los oficiales del regimiento que adoraban a Muravyov lo rechazaron, hiriendo gravemente a su comandante, el coronel Gebel; luego, el liberado Muravyov y sus oficiales de ideas afines se trasladaron con dos compañías al cuartel general del regimiento, añadiendo cuatro compañías más en el camino. Muravyov-Apostol emitió una proclama que decía: “El ejército ruso viene a restaurar el gobierno popular, basado en la ley sagrada”.

La noticia del motín en el regimiento de Chernigov se difundió muy rápidamente y confundió a las tropas vecinas. El comandante del cuerpo, general Roth, partió la noche del 30 al 31 de diciembre hacia la ciudad de Bélaya Tserkov, ordenando la concentración de nueve escuadrones de la 3.ª División de Húsares, la 5.ª Compañía de Artillería a Caballo y el 17.º Regimiento Jaeger. Al ver que sería difícil para la infantería alcanzar a los rebeldes, el 3 de enero rodeó a Muravyov con caballería por tres lados y, tras varios disparos de artillería, obligó a todos los rebeldes a rendirse.

No hubo otros brotes en el ejército. Es difícil, a juzgar por estos hechos, creer que en ese momento se hicieron serios intentos en el ejército de interferir en la vida política de su patria. Nuestro ejército, como siempre, en este difícil momento se mantuvo fiel a su juramento y deber y, a pesar de los esfuerzos de los miembros de la alianza secreta, no se dejó arrastrar a la política. A pesar de la sustitución de Constantino en el trono por Nicolás, que resultó incomprensible para las masas, a pesar de la agitación revolucionaria de sus comandantes más cercanos y queridos, las tropas se mantuvieron persistentes y firmes en la preservación de la paz en su patria. Y no se puede considerar que la Unión política de Bienestar tuviera un número tan grande de miembros entre los oficiales y rangos inferiores.

Del caso del levantamiento del 14 de diciembre de 1825 se desprende claramente que el Regimiento Consolidado, formado por los soldados rebeldes de la guardia y que partió hacia la Línea del Cáucaso el 27 de febrero de 1826, incluía en total: dos oficiales de estado mayor, 31 oficiales principales, 70 suboficiales, 28 músicos, 1107 combatientes y 49 no combatientes, un total de 1287 personas, y del registro del comandante de la Fortaleza de Pedro y Pablo, el ayudante general Sukin, se desprende que había menos Más de 100 oficiales encarcelados en la fortaleza en relación con el caso Unión de Bienestar.

Metas y objetivos de la creación de asentamientos militares ¦ Reseñas de los contemporáneos sobre la situación en los asentamientos ¦ Disturbios del cólera ¦ Eliminación de los asentamientos militares por Nicolás I

El nombre Arakcheev se volvió especialmente odiado debido a la creación de asentamientos militares. M.A. Fonvizin en sus "Notas" señala que "nada despertó tanto la indignación de la opinión pública contra Alejandro, no sólo de los liberales, sino de toda Rusia, como el establecimiento por la fuerza de asentamientos militares".

La idea de esta institución no pertenecía al Conde Arakcheev; Según el historiador N.K. Schilder, la idea de la conveniencia de asentamientos militares en Rusia se le ocurrió al soberano después de leer el artículo del general Servan: "Sur les force frontieres des etats". El artículo fue traducido por el príncipe Volkonsky al ruso (para Arakcheev, que no sabía francés), y se dejaron márgenes blancos junto al texto para las notas del propio soberano. Alejandro I, viendo cómo el tesoro sufría debido al constante aumento de nuestras fuerzas armadas provocado por las primeras guerras con Napoleón, decidió reducir el coste de mantenimiento de las tropas transfiriendo parte del ejército, es decir, infantería y caballería, para apoyar a la campesinos. Se suponía que las tropas asentadas entre ellos los ayudarían en su tiempo libre, trabajarían en el campo y en casa, y a su vez acostumbrarían a los campesinos a la vida militar, la disciplina y el orden militar. Entonces, la base para los asentamientos militares fue la idea de facilitar a Rusia el mantenimiento de sus numerosas tropas y al mismo tiempo introducir entrenamiento militar para la población masculina (como el sistema Krumper en Prusia), de modo que en el caso En tiempos de guerra, los reclutas podrían ser colocados directamente en las tropas activas sin perder tiempo y esfuerzo en el entrenamiento preliminar e inicial. El reglamento sobre asentamientos militares, emitido en 1825, establecía directamente el propósito de su creación: “una reducción gradual, y luego abolición total del reclutamiento" Sin duda, la idea es tentadora, pero sólo parcialmente factible, y sólo si las tropas asentadas no están demasiado ocupadas con las nimiedades del servicio militar y realmente ayudan al campesino en su trabajo de campo. Aquí se manifestó especialmente claramente el rasgo distintivo de Alejandro I: su forma de pensar especulativa; Sería bueno convertir a los campesinos y a los soldados en figuras mecánicas y reorganizar a unos en lugar de otros. Por tanto, queda claro por qué Alejandro I nunca quiso abandonar su idea, a pesar de las terribles advertencias de un completo fracaso y la evidente falta de simpatía expresada al principio por todos sus colaboradores más cercanos.

No hay duda de que el resultado de la implementación de esta idea dependía enteramente de quien estuviera al frente del asunto; Lo que se necesitaba aquí era una persona con mentalidad de estadista, una perspectiva extremadamente amplia, amplia experiencia en asuntos militares, conocimiento de la vida interna del Estado y, además, una persona incondicionalmente benévola. Digamos que si M.I. hubiera estado a cargo de ello. Golenishchev-Kutuzov, entonces se podía contar plenamente con un resultado más favorable, pero, sin embargo, no con un éxito total, ya que debido a la complejidad de las relaciones mutuas y la heterogeneidad de las responsabilidades de soldados y campesinos, era imposible tener un buen campesino militar y destacado soldado asentado. Por supuesto, si tenemos en cuenta el carácter primitivo del equipamiento militar de esa época, la facilidad de manejo de las armas de fuego y, lo más importante, la posibilidad de simplificar enormemente la preparación y el entrenamiento de los rangos inferiores durante 25 años de servicio, entonces la idea de Los asentamientos militares tenían alguna base.

¿A quién pone el emperador a cargo de este asunto? ¡Conde Arakcheev! Sería difícil encontrar un líder más fracasado y, además, con poderes completamente ilimitados e incontrolados. Insuficientemente educado en el sentido amplio del estado, habiendo resucitado los inicios de la instrucción y la paradomanía pavloviana, cruel, despiadado con sus subordinados, no tolerando ninguna objeción y, lo más importante, no permitiendo ningún cambio en los planes que había adoptado, Arakcheev era un todopoderoso. poderoso tirano, con quien toda persona talentosa y educada evitaba no sólo servir, sino incluso encontrarse.

Surge la pregunta: ¿por qué Alejandro I, teniendo ante sí a destacados estadistas, eligió a Arakcheev para esta importante empresa?

Sin duda, además de su total confianza en él y en la ejecución exacta de sus instrucciones, el emperador admiraba a Arakcheev como un celoso propietario de su propia propiedad, donde también estableció un orden puramente militar. De hecho, las carreteras tan lisas como el parquet, los excelentes cruces de ríos y el bien equipado pueblo adyacente a la finca del conde causaron una impresión sorprendente: las cabañas, pintadas de rosa, se encuentran en fila, a la misma distancia unas de otras; todos los edificios se construyeron según un solo plan; Todos los campesinos están igualmente vestidos y limpios, se ponen de pie y responden de manera militar. Desde el mirador del palacio del conde se ven veintidós pueblos pertenecientes al conde; A través de un telescopio incluso se puede ver lo que hacen los campesinos en cada uno de ellos. Según el conde, sus campesinos han logrado un gran bienestar material y su propiedad genera excelentes ingresos.

En una carta a su hermana, la gran duquesa Ekaterina Pavlovna, fechada el 7 de junio de 1810, el emperador no oculta su alegría por el maravilloso arreglo de la finca Arakcheevsky: “Cuando te escribo, es lo mismo que si te escribiera a George, así que muéstrale estas líneas. Le pido encarecidamente que, cuando pase por aquí, vaya, acompañado por el general Arakcheev, en un droshky por todos los pueblos por los que me llevó, y que preste atención a: 1) el orden que reina en todas partes; 2) por limpieza; 3) para la construcción de caminos y plantación de árboles; 4) por la especial simetría y gracia, que se observan en todas partes. Las calles de estos pueblos tienen precisamente esa pureza especial, que tanto deseo para las ciudades: la mejor prueba de que mi exigencia puede cumplirse es que se cumple también aquí, en el campo. ¡Las calles de Novgorod, Valdai, Vyshny Volochok, Torzhok y Kresttsy deberían haberse mantenido en las mismas condiciones! ¡Y qué diferencia tan dramática! Repito: estos pueblos son la prueba de que esto es posible..."

A finales de 1809, al emperador finalmente se le ocurrió la idea de asentamientos militares. Arakcheev, dicen, al principio no aprobó esta idea e incluso se opuso a su implementación, pero luego, queriendo complacer al soberano y al darse cuenta de que esto podría servir para fortalecer aún más su posición, se convirtió en su más ferviente partidario. El Emperador ordenó a Arakcheev que comenzara a establecer el batallón de reserva del Regimiento de Infantería de Yelets en Klimovichi Povet (más tarde rebautizada como Gobernación de Mogilev), el Eldership Babyletsky, cuyos residentes fueron reasentados en el Territorio de Novorossiysk.

La Guerra Patria y las campañas extranjeras suspendieron el desarrollo de asentamientos durante varios años. Al regresar del extranjero en 1815 con las fuerzas espirituales destrozadas, Alejandro I, con enorme energía, sin embargo, tomó asentamientos militares, como si los considerara un asunto personal suyo y de Arakcheev.

Se olvidó el objetivo principal: facilitar al Estado el mantenimiento de las fuerzas militares: se abrió un préstamo ilimitado a Arakcheev, y millones fluyeron hacia él en una amplia ola sin ningún control, sólo para que casi no quedara ningún recuerdo de ellos en menos de 20 años.

El Emperador, cauteloso a la hora de resolver los asuntos estatales más graves, no consideró necesario llevar la cuestión de los asentamientos militares a una discusión preliminar ni en el Consejo de Estado ni en el Comité de Ministros. No existían regulaciones ni disposiciones sobre asentamientos militares, lo que dio a Arakcheev total libertad de acción. Esta vez se eligió la provincia de Novgorod para el asentamiento de la infantería; esto se hizo únicamente para la conveniencia de Arakcheev; Al vivir en Georgia, él, como gobernante ilimitado, se encontraba en el centro de sus principales posesiones: los asentamientos militares.

El 5 de agosto de 1815, hubo un decreto dirigido al gobernador de Novgorod sobre el despliegue del 2.º batallón del regimiento de granaderos que lleva el nombre del Conde Arakcheev en el volost de Vysotsk de la provincia de Novgorod, en el río. Volkhov, al lado del pueblo. Georgiano. La orden de vigilancia en el volost de Vysotskaya, anteriormente confiada a la policía zemstvo, fue transferida al comandante del batallón. El 29 de agosto, el batallón ya había partido de San Petersburgo y cinco días después estaba en su lugar y comenzó a desplegarse. Al establecer este y los siguientes batallones de granaderos, se tuvo en cuenta la experiencia de acuartelar al regimiento Yeletsky.

Los residentes de los volosts asignados al personal de este regimiento fueron dejados en su lugar y registrados para siempre como aldeanos militares, subordinados a las autoridades militares. Los niños varones fueron inscritos como cantonistas y luego sirvieron para reponer las tropas asentadas. La conexión de todos los asentamientos de un regimiento (tres volosts) se llamaba distrito de tal o cual regimiento. Así, en cada distrito había asentamientos de un regimiento, que se dividió en tres batallones, y estos últimos se dividieron en compañías, cabos y pelotones.

Al regimiento de Arakcheevsky le siguieron otros regimientos de granaderos, encabezados por el regimiento del Emperador de Austria, el Rey de Prusia y el Príncipe Heredero; Todos estos regimientos se establecieron en las cercanías de la finca Arakcheevskaya, a lo largo del río. Vóljova. Aquí, en los distritos de Novgorod y Starorussky, pronto se estacionaron 14 regimientos. En el propio distrito, cada empresa vivía por separado: tenía su propia zona de empresa, principalmente para formación, una caseta de vigilancia, una era común y graneros; Los oficiales vivían allí mismo, en casas especiales. Todo el trabajo económico se llevaba a cabo bajo la supervisión y por orden de los oficiales, que también eran asistentes. El centro del asentamiento de cada regimiento era su cuartel general, donde se ubicaban el apartamento del comandante del regimiento, hospitales, un gran estadio, tiendas, etc.; Por lo general, se trataba de una ciudad entera bien equipada. La pasión de Arakcheev por la construcción aquí quedó completamente satisfecha.

Las tropas asentadas recibieron instrucciones detalladas de Arakcheev sobre las condiciones de vida y servicio en los asentamientos; los jefes recibieron instrucciones de "intentar, mediante el buen comportamiento de todos los rangos en general, no sólo evitar quejas y disgustos de sus amos, sino también ganarse su amor y confianza". A los campesinos de los asentamientos se les concedieron muchos beneficios y privilegios, entre ellos: la cancelación de muchos atrasos del gobierno, la flexibilización e incluso la abolición de algunos derechos monetarios y en especie, el uso gratuito de medicamentos, el establecimiento de escuelas para niños y el nombramiento de especialistas en diversos sectores de la economía para mejorar su cultura.

En cuanto al servicio militar, también se les concedieron importantes beneficios, a saber: estaban exentos del reclutamiento general, por urgente que fuera su necesidad. Después de completar los años de servicio especificados, cada colono militar, aunque continuaba viviendo en su aldea natal, estaba exento de realizar cualquier tipo de servicio militar. El gobierno se hizo cargo del mantenimiento de los niños y los preparó para el servicio militar y les proporcionó comida y uniformes.

Resulta, en esencia, una imagen tentadora. Sin embargo, los campesinos acudieron a los asentamientos militares con mucha renuencia, porque por su naturaleza no podían soportar el régimen creado por Arakcheev.

Después de los asentamientos militares de infantería, comenzaron a establecer los mismos asentamientos para la caballería; para ello, las provincias de Kherson (distritos de Kherson, Elizavetgrad, Alejandría y Olviopol), Ekaterinoslav (distrito de Verkhnedneprovsky) y Slobodsko-Ucraniano (Volchansky, Zmievsky, Kupyansky) , distritos de Starobelsky e Izyum). Arakcheev era el comandante principal y autorizado en estos asentamientos, pero, viviendo constantemente lejos de ellos y no considerándolo conveniente entrar en todos los detalles de su vida debido a un conocimiento insuficiente del servicio de caballería, Arakcheev colocó al teniente general Conde Witt en el jefe de estos asentamientos, cuya sede estaba en Elizavetgrad. A Arakcheev le tocó la enorme tarea de desplegar tropas y separar sus actividades de las de los campesinos; Este trabajo se complicó aún más por el hecho de que Arakcheev, sin confiar en nadie, se ocupó de todo él mismo; Hay que tener en cuenta que, al mismo tiempo, Arakcheev no se perdió los asuntos estatales más importantes que seguían presentándose ante él para su consideración.

Gracias a la enorme energía mostrada tanto por el emperador como por Arakcheev en la creación de asentamientos militares, estos se desarrollaron rápida y ampliamente.

El 3 de febrero de 1821, se les dio el nombre de un cuerpo separado de asentamientos militares y, por supuesto, el conde Arakcheev fue nombrado comandante principal del cuerpo; su sede estaba en Novgorod; El jefe del Estado Mayor era el general Kleinmichel, un hombre extremadamente diestro e inteligente. La composición del cuartel general era diversa: incluía ingenieros, auditores e incluso oficiales del servicio de intendencia (Bradke era el intendente jefe del cuerpo de asentamiento militar).

¿Qué era este tipo de ejército sedentario y al mismo tiempo pueblo armado?

Según N.K. Shilder, un cuerpo separado de asentamientos militares, que constituía una especie de estado militar especial bajo el control del Conde Arakcheev, a finales de 1825 constaba de 90 batallones del asentamiento de Novgorod, 36 batallones y 249 escuadrones de Sloboda-Ucraniano, Ekaterinoslav. y los asentamientos de Kherson, que ya incluían a un tercio del ejército ruso.

La principal ocupación de las tropas asentadas seguían siendo los ejercicios de frente y lineales; en este sentido, resucitaron la época pavloviana, que dejó una profunda huella en el alma de Arakcheev; Además, el entrometido Arakcheev, al ver la pasión de Alejandro I por el divorcio, se apoyó en gran medida en esta parte de las tropas asentadas; Era necesario demostrarle al emperador con sus propios ojos que las tropas asentadas no eran de ninguna manera inferiores a las activas en las actividades de primera línea, y en términos de economía, alojamiento y bajo costo de mantenimiento, eran significativamente superiores a ellas. La marcha durante muchas horas para lograr el porte y la postura adecuados, y luego los ejercicios en línea, ocuparon todo el día del soldado asentado; las clases se llevaban a cabo no sólo con severidad, sino incluso con crueldad; A menudo, el propio conde estaba presente en ellos y, si notaba negligencia, les imponía castigos con spitzrutens y, además, los propios comandantes, temiendo caer bajo la ira de Arakcheev o queriendo complacerlo, no perdonaban a los soldados. En este sentido, se destacó especialmente el comandante del regimiento de granaderos que lleva el nombre del Conde Arakcheev, el coronel von Fricken, quien gozó del amor especial de su jefe y fue apodado en los asentamientos Fyodor Kulakov por su feroz matanza.

Al final de las clases o en días especialmente designados (alternativamente), los soldados fueron enviados a trabajos de construcción: para construir cuarteles generales, casas para vivir, construir carreteras. La deforestación, la limpieza de campos, la construcción de carreteras, la fabricación de ladrillos y trabajos similares fueron asignados a batallones de personal del ejército. Según A.K. Gribbe, estos batallones, las desafortunadas víctimas de esa época, en número de 50 a 60, llegaron a los asentamientos en abril y partieron hacia cuarteles de invierno en distritos más o menos remotos de Novgorod y provincias adyacentes, en septiembre; pero a veces aquellos batallones que no tuvieron tiempo de completar las lecciones de trabajo que se les asignaron fueron dejados para octubre como castigo.

Finalmente, completamente agotado por estos trabajos, el soldado también tenía que enseñar a su campesino o a su hijo cantonista. Si a esto le sumamos el tiempo dedicado a limpiar y poner en orden su equipo, así como el tiempo de guardia en el cuartel general, entonces el panorama de su empleo es bastante claro. La vida no era mejor para el campesino. El aldeano militar, agotado por el trabajo de campo, fue encargado de entrenar en primera línea y marchar; Al regresar a casa de clases, tampoco encontró paz aquí: se vio obligado a lavar y limpiar su choza y barrer la calle. Tenía que informar a sus superiores sobre casi todos los huevos que pondría su gallina. Las mujeres no se atrevían a dar a luz en casa: al sentir que se acercaba el parto, tenían que presentarse en la central.

La “preocupación” del conde se extendió hasta el punto de que publicó “Breves reglas para las madres campesinas del estado georgiano” sobre el cuidado de los recién nacidos.

Mejorar la moralidad de la población rural también era una gran preocupación para Arakcheev, como lo demuestran sus "Reglas sobre bodas".

En la enorme propiedad de Arakcheev, el número de novias y novios crecía constantemente; El alcalde solía denunciarlos al conde. Por orden del conde, toda una multitud de niños y niñas llegó a su casa y formaron parejas: el novio y la novia que había elegido: Iván con Matrena y Sidor con Pelagia. Cuando todos están distribuidos de esta manera, el conde ordena a Pelagia que vaya con Iván y le entregue a Matryon a Sidor, y así les ordena casarse. A partir de aquí surgieron discordias y riñas en las familias y floreció el libertinaje. Para colmo, el campesino nunca se quedaba solo con su familia: siempre había soldados instalados en el patio o en la choza, lo que creaba una considerable tentación para las mujeres.

Lo que Arakcheev hizo en su propiedad, comenzó a hacerlo en todos los asentamientos militares, considerando ideal el régimen que creó en Georgia.

Si se tiene en cuenta el enorme trabajo de organización de asentamientos militares, realizado en un período de tiempo relativamente corto, no se puede dejar de sorprenderse ante la diligencia y la energía de Arakcheev.

Sin embargo, en las memorias de los empleados de Arakcheev se ve claramente cuál fue el secreto de la rapidez con la que Arakcheev cumplió los deseos del soberano. Este secreto es bastante simple. Arakcheev no consideró necesario encontrar a las personas más capacitadas para realizar tal o cual trabajo. Creía firmemente en la omnipotencia de la subordinación y predicaba la regla de que en el servicio nadie podía excusarse jamás de la ignorancia y la incapacidad. Basta con ordenar y exigir, y cualquier tarea se realizará.

Imparcial y comedido en sus juicios, Bradke dice directamente en sus “Notas”: “En los estudios sobre asentamientos militares hay mucho ruido, mucho tormento, correr y bullir, pero ningún beneficio real”. En la estructura de los propios asentamientos, según el mismo autor, “en la superficie había brillantez, pero en el interior había desaliento y desastre”. A cada paso se evidenciaban gastos estúpidos, improductivos y despreocupación por el beneficio real de la materia. La fe ciega de los líderes en la omnipotencia del orden fue constantemente refutada por la realidad, pero se negaron obstinadamente a reconocer la validez de las lecciones de vida.

La elección misma de los lugares para establecer asentamientos, según Bradke, fue “fatal”. En la provincia de Novgorod, los lugares para los asentamientos estaban ocupados casi en su totalidad por bosques viejos y podridos con pantanos vastos y profundos. Construyeron magníficos edificios para el cuartel general, construyeron carreteras por todas partes, erigieron casas elegantes para los soldados, pero los prados y pastos estaban ubicados mucho más allá de los campos, y el ganado llegaba a los pastos completamente agotado.

El costoso ganado extranjero fue dado de alta cuando aún no se habían cortado los prados, y la muerte del ganado comenzó por el hambre y la inadecuación de los pastos de los pantanos como forraje. Y a todos esos errores graves se añadió el peso del formalismo pedante y la crueldad sin objetivo en las técnicas de gestión. Ésta es la otra cara de la ostentosa naturaleza “empresarial” de la gestión de los asentamientos militares por parte de Arakcheev. Así lo demuestran las memorias de Martos, Mayevsky y Evropeus.

Y esto es lo que escribe el general Mayevsky, uno de los asistentes destacados de Arakcheev: “Todo lo que constituye la apariencia cautiva la vista hasta el punto de la admiración; todo lo que conforma el interior habla de desorden. La limpieza y el orden son la primera virtud en este asentamiento. Pero imaginemos una casa enorme con un entrepiso en el que la gente y la comida se congelan; imagina una habitación comprimida, una mezcla de géneros sin separación; imaginemos que se guarda una vaca como si fuera un arma de fuego y se obtiene alimento en el campo a 12 millas de distancia; Imagínese que se queman los bosques de la capital y que a Porkhov se le compran otros nuevos para los edificios con una entrega dolorosa, que para conservar un árbol usan una braza de leña para equiparlo con una jaula, y entonces se le ocurrirá la idea de ​Esta economía estatal”.

Cuando Alejandro I recorrió los asentamientos militares, todo brillaba de alegría y prosperidad. Al entrar en diferentes casas a la hora del almuerzo, el soberano encontró en la mesa de cada colono un cerdo asado y un ganso. Sin embargo, los testigos presenciales dicen que estos gansos y cerdos fueron rápidamente llevados por los patios traseros de casa en casa, mientras el soberano pasaba de un colono a otro. Por supuesto, añade un testigo ocular, al soberano no se le mostró ni sopa de repollo vacía ni espaldas golpeadas.

Debido a todas estas incalculables bendiciones, la gente cayó en “miedo” y “adormecimiento”. Una confesión similar surge incluso del propio Arakcheev en sus informes al soberano.

No es sorprendente que en tales condiciones a menudo estallaran disturbios entre los campesinos; Entonces, desde el principio, surgieron disturbios en el volost de Vysotsk. Arakcheev no les daba mucha importancia y generalmente informaba al soberano que los rebeldes eran alborotadores, gente traviesa y gente de mal comportamiento.

Luego, cuando Arakcheev vistió a los hijos de los colonos militares, de entre 6 y 18 años, con uniformes militares, comenzaron los disturbios de mujeres. Al principio, todos estos disturbios se eliminaron con bastante rapidez y facilidad, ya que había muchas tropas en las áreas de asentamiento, la población aún no se había acostumbrado a ellas y Arakcheev se deshizo de ellas de manera ilimitada y decisiva. Poco a poco, Arakcheev empezó a introducir las reformas que reconocía necesarias: los campesinos empezaron a ir al trabajo del campo uniformados; comenzaron a afeitarse la barba. Es cierto que todavía estaban tratando de deshacerse de los beneficios de Arakcheev y enviaron delegaciones al soberano, pero Alejandro I, aceptando amablemente la delegación, en primer lugar les dio instrucciones de obedecer a sus superiores. Las peticiones a la emperatriz madre, el zarevich Konstantin Pavlovich y al gran duque Nikolai Pavlovich fracasaron.

Según Martos, los campesinos decían: “Súmennos más impuestos, exijan un hijo de cada casa para servir, quítennos todo y llévennos a la estepa: más fácilmente nos pondremos de acuerdo, tenemos manos, allí nos pondremos a trabajar”. también y allí viviremos felices.” les dio pantalones de verano y de invierno, abrigos grises, gorras y los asignó a sus compañías; en cada pueblo tomaron una era, comenzaron a enseñarles a girar a izquierda y derecha, caminar al paso, pisotear con los talones, enderezarse, llevar un cuchillo; incluso se preocuparon hasta tal punto que no eran demasiado perezosos para construir estufas en aquellas eras, para que los aldeanos incluso en los días de invierno visitaran la arena, marcharan en ella y escucharan las órdenes del cabo ruidoso, porque su felicidad tan especial”.

Después de todos estos intentos fallidos, los campesinos no tuvieron más remedio que someterse a su triste suerte. El 25 de marzo de 1818, el conde Arakcheev informó al soberano que todo estaba seguro, pacífico y tranquilo en los asentamientos militares. Pero en realidad no fue así: el colono nunca pudo aceptar la restricción de la libertad de vida y la restricción de los derechos de propiedad; Un sordo sentimiento de odio hacia quienes lo pusieron en estas condiciones comenzó a acechar en él. ¿Quién fue el culpable? Los colonos veían constantemente al oficial frente a ellos: vivía entre ellos, realizaba entrenamiento de primera línea; él era, por así decirlo, su terrateniente. Todo su odio se concentraba contra él; Además, entre los oficiales de las colonias militares había muchos partidarios del simulacro; A los altos comandantes de los asentamientos no les agradaban mucho todos los que no compartían sus puntos de vista sobre el servicio militar, se deshicieron de ellos de todas las formas posibles y, en su lugar, promovieron a los suboficiales más celosos. Los sangrientos acontecimientos que estallaron en julio de 1831 a orillas del Vóljov y que se conocieron como los disturbios del cólera fueron, por así decirlo, una expiación por el enorme error estatal cometido en 1815 al establecer asentamientos militares.

Aprovechando el hecho de que dos batallones de cada regimiento asentado emprendieron una campaña contra los polacos rebeldes, criticando el hecho de que médicos y comandantes supuestamente vertieron veneno en los pozos, los colonos campesinos torturaron inhumanamente a varios oficiales. Con esto, los asentamientos militares firmaron su propia sentencia de muerte, y pronto el emperador Nicolás I se vio obligado a comenzar a liquidar la creación de Alejandro I.

Sin embargo, no se puede dejar de admitir que Arakcheev se preocupó por mejorar el apoyo material de los asentamientos militares: se establecieron almacenes públicos de pan, se sentaron las bases para las plantas de cría de caballos; se han creado escuelas cantonistas especiales para niños; Se construyeron aserraderos y otras fábricas y, finalmente, se formó un fondo especial para asentamientos militares, que alcanzó los 32 millones de rublos en 1826. Sin embargo, no se supo que cuando era comandante en jefe de un cuerpo separado de asentamientos militares, distribuyera beneficios de este fondo; se estaba preparando un monumento para la posteridad, pero sólo se ganó el rumor popular de que “sobre él no hay que escribir con tinta, sino con sangre”.

Notas:

Napoleón reconoció el peligro de la posición avanzada de Murat y sugirió que se retirara a Voronov, 30 millas más cerca de Moscú, pero Murat no aprovechó esto.

El 9 de octubre informa a Mara: “Es muy posible que en noviembre Su Majestad se instale en el cuartel de invierno entre el Dnieper y el Dvina para estar más cerca de sus refuerzos, dar un descanso al ejército y resolver muchos otros problemas con menos dificultad.”

Todo lo que Napoleón y sus admiradores contaron posteriormente sobre el duro otoño y las terribles heladas que destruyeron al ejército es completamente falso. Por el contrario, las heladas de 1812 comenzaron más tarde de lo habitual y duraron menos que otros años en esta zona. “Las primeras heladas comenzaron el 15 (27) de octubre, con un cielo despejado y soleado, y recién el 20 de octubre (1 de noviembre) la temperatura bajó a -8 grados, y el 23 de octubre (4 de noviembre) cayó la primera nevada” ( Von Guretzky-Cornitz). “Hasta el 6 de noviembre (25 de octubre), es decir, durante 16-17 días, el tiempo fue excelente y el frío fue mucho menor que en algunos meses de la campaña en Prusia y Polonia e incluso en España” (Gourgaud). En su famoso boletín número 29, el propio Napoleón incluso dice: “Hasta el 6 de noviembre, el tiempo era excelente” (Molodechno, 3 de diciembre).

Napoleón, estando en Fominskoye, a 50 verstas de Moscú, escuchó las explosiones con alegre ira y al día siguiente anunció a Europa que “El Kremlin, el arsenal, las tiendas, todo fue destruido; la antigua ciudadela, de la misma época que el comienzo de la monarquía, el antiguo palacio de los reyes, como todo Moscú, se convirtió en montones de escombros, en una cloaca sucia y repugnante y en adelante no tiene significado político ni militar”. Gracias a Dios no pasó nada parecido. Las minas estaban mal construidas y sólo una pequeña parte de los muros del Kremlin se derrumbó; todo lo demás sobrevivió.

F.v. D. Napoleón a Dresde. T.II. Pág. 68.

El mismo día, Moscú fue ocupada por el destacamento de Winzengerode, bajo el mando del 4º Ilovaisky, ya que Winzengerode fue capturado por los franceses durante las negociaciones.

Shilder N.K. Emperador Alejandro I. T. IV. Pág. 115.

Centenario del Ministerio de la Guerra. Ch.HS 109.

Así se llamaba a estos oficiales en el Diario Militar.

A. A. Arakcheev nació el 23 de septiembre de 1769, murió el 21 de abril de 1834; Provenía de una familia noble antigua pero pobre, inmigrantes de la provincia de Novgorod (su padre era teniente en el Regimiento Preobrazhensky de Salvavidas).

Sus años de infancia transcurrieron en una finca familiar (20 almas) en el distrito de Bezhetsk. De su madre aprendió el código de sus exigencias pedantes, basadas principalmente en el deseo de trabajo constante, el orden estricto, la extraordinaria precisión y la frugalidad. Estos rasgos permanecieron para siempre en su carácter.

El 20 de julio de 1785, Arakcheev ingresó en el Cuerpo de Cadetes de Ingeniería y Artillería Noble, del cual se graduó brillantemente el 27 de septiembre de 1787, tras lo cual permaneció en el cuerpo como tutor y profesor de matemáticas y artillería. (Diccionario biográfico ruso. 1900. Vol. II.)

Desde el 5 de agosto de 1793 - mayor de artillería; desde 1796 - gobernador de Gatchina (la segunda persona en Gatchina después del príncipe heredero); desde el 28 de junio de 1796 - teniente coronel de artillería y coronel de las tropas del heredero.

Diccionario biográfico ruso. 1900. T.II.

Los favores del emperador continuaron cayendo sobre él; El 7 de noviembre fue nombrado comandante de la ciudad de San Petersburgo y “cuartel general” (oficial del cuartel general para asuntos económicos) del Regimiento Preobrazhensky de Salvavidas; Ascendido a mayor general el día 8; El día 13 se le concedió la Cinta Annin; El 12 de diciembre recibió una rica propiedad georgiana en la provincia de Novgorod (el único regalo valioso que aceptó durante todo su servicio); El 5 de abril de 1797 se le concedió el título de Barón y la Cinta de Alejandro; Desde el 10 de agosto es comandante del Regimiento Preobrazhensky de Salvavidas.

Kiesewetter A. Arakcheev // pensamiento ruso. 1910. Núm. 11.

El 18 de febrero de 1798, el barón fue destituido sin previa solicitud y ascendido a teniente general.

Mientras el batallón de artillería de su hermano Andrei estaba de guardia en el arsenal, hubo un robo de borlas de oro y un galón de un antiguo carro de artillería. El Conde informó que la guardia estaba a cargo del regimiento del general Wilde; El soberano lo expulsó del servicio, pero en ese momento Kutaisov reveló toda la verdad.

Shilder N.K. Emperador Alejandro I. T. I. S. 186.

Ahí mismo. T.II. págs. 138-139.

Kartsov Yu., Voensky K. Causas de la Guerra de 1812. Pág. 9.

A finales de 1807, la junta militar ordenó: “Las órdenes más altas anunciadas por el general de artillería, el Conde Arakcheev, se consideran Nuestros decretos” (100 aniversario del Ministerio de Guerra. Vol. IV. Parte I. P. 198).

Epanchin N. E. Preparación táctica del ejército ruso antes de la campaña de 1828-1829. Pág. 19.

Epanchin N. E. Entrenamiento táctico del ejército ruso. Pág. 24.

Shilder N.K. Emperador Alejandro I. T. IV. pág.8.

Epanchin N. E. Entrenamiento táctico del ejército ruso. Pág. 17.

El príncipe P. M. Volkonsky nació en 1776. En 1793 fue ascendido a alférez del Regimiento de Salvavidas Semenovsky; en 1796, siendo ayudante de regimiento, fue ascendido a teniente. Su celoso servicio atrajo la atención de Pablo I y durante su reinado pasó por todos los rangos, hasta llegar a coronel de guardia. Por su diligencia fue notado por el jefe del regimiento, el gran duque Alejandro Pavlovich. El día de la coronación de Alejandro I, fue ascendido a general de división y nombrado ayudante general (25 años). Poco después, fue nombrado camarada en jefe de la oficina de campaña militar de Su Majestad. En 1805 era general de servicio, primero bajo Buxhoeveden y luego bajo Kutuzov. Por su distinción en la Batalla de Austerlitz recibió la Orden de San Petersburgo. Jorge 3er grado. Posteriormente fue miembro de la persona del emperador.

Correspondencia del emperador Alejandro I con su hermana, la gran duquesa Ekaterina Pavlovna. 1910. pág. 32.

El marido de la Gran Duquesa es el Príncipe Jorge de Oldenburg, Gobernador General de Tver, Yaroslavl y Novgorod y Administrador Jefe de Ferrocarriles.

El reglamento sobre asentamientos militares, emitido en 1825, establece que “todo el asentamiento de cada distrito de regimiento se divide en dos partes principales: fija y móvil.

inmóvil parte de la población está formada por todas aquellas personas que no participan en campañas militares y permanecen siempre en los lugares de asentamiento.

Móvil parte de la población está formada por todas aquellas personas que participan en campañas militares.

La parte estacionaria incluye: 1) propietarios, 2) cantonistas, 3) personas discapacitadas, 4) todos los ancianos mayores de 45 años, 5) familias de personas que van de campaña.

Las personas que integran la parte móvil del regimiento, cuando se encuentran en el campo, se distribuyen en fincas con sus familias, participan en sus trabajos rurales y se benefician del producto de su trabajo común. Los propietarios de cada regimiento se unen en un batallón, en varias compañías o escuadrones, y esta parte del regimiento, cuando otras avanzan en campaña, permaneciendo en sus lugares, la estacionaria se prepara para el personal de servicio que se unirá a ella a tiempo para reponer la pérdida que haya en las unidades móviles que puedan seguir durante la campaña."

Notas de Vigilia. M., 1892. TVP 59.

Al mismo tiempo, hubo disturbios en el ejército. Los comandantes, a quienes amaban los soldados, fueron destituidos y reemplazados por los secuaces de Arakcheev. Arakcheev reconstruyó el sistema de entrenamiento en el ejército, introduciendo ejercicios militares crueles y sin sentido.

El principal descontento crecía entre los soldados. Los signos de malestar reflejaban el estado de ánimo del campesinado, ya que el ejército estaba formado en su mayor parte por campesinos reclutados mediante el servicio militar obligatorio.

La larga lucha de los campesinos contra la servidumbre y el odio a los terratenientes se manifestó en el ejército. La Guerra Patria de 1812 jugó un papel muy importante en el crecimiento de la conciencia de las masas de soldados siervos. Las campañas extranjeras dieron a la masa de soldados la oportunidad de familiarizarse con la vida de los estados donde ya no existía la servidumbre. El ejército, que regresaba a casa después de las victorias sobre Napoleón, era un foco de descontento contra la servidumbre. Las milicias que regresaron del frente esperaban que las hazañas militares les trajeran la libertad, mientras tanto, en su tierra natal les esperaba la antigua opresión de los siervos. "Derramamos sangre", dijeron, "y nuevamente nos vemos obligados a sudar en corvée, liberamos nuestra patria de un tirano, y los señores nos están tiranizando nuevamente".

El servicio del soldado en ese momento duró 25 años. Si había al menos una pena, el soldado estaba condenado a un servicio indefinido y de por vida. El servicio militar era peor que el trabajo duro; Los castigos corporales crueles estaban muy extendidos en el ejército. “Soy la defensa de la patria, pero mi espalda siempre está golpeada”, cantaba una canción de soldado compuesta a principios del siglo XIX. Según los cálculos de V. Fedorov, durante 1816-1825. no pasó menos en el ejército

15 funciones abiertas. Uno de los mayores disturbios en el ejército fue la indignación del regimiento Semenovsky, que comenzó

16 de octubre de 1820 en San Petersburgo. El jefe de este regimiento de guardias más antiguo era el emperador Alejandro I. El regimiento se hizo famoso por sus hazañas heroicas en la Guerra Patria de 1812. y durante viajes al extranjero. Al regresar del extranjero, los oficiales, entre los que se encontraban muchos futuros decembristas, abolieron los castigos corporales en el regimiento y comenzaron a dirigirse a los soldados como "ustedes".

El nuevo comandante del regimiento Semyonovsky, el Arakcheevite Schwartz, cambió drásticamente el orden del regimiento: se introdujeron nuevamente represalias con bastones y simulacros sin sentido para desfiles llenaron a los soldados todo el tiempo. En poco tiempo, del 1 de mayo al 3 de octubre de 1820, por orden de Schwartz, fueron castigados 44 soldados, quienes recibieron un total de 14.250 golpes. En la tarde del 16 de octubre, la principal "compañía soberana" se reunió voluntariamente para pasar lista, llamó a las autoridades y presentó una denuncia contra el comandante del regimiento. Este fue un acontecimiento inaudito en el ejército zarista. El comando asustado envió engañosamente a la compañía a la arena, la arrestó y la transportó a prisión, a las casamatas de la Fortaleza de Pedro y Pablo. Mientras tanto, el entusiasmo se extendió al resto de empresas, que apoyaron las exigencias de las primeras. Todo el regimiento fue arrestado y encarcelado en la Fortaleza de Pedro y Pablo. Las protestas de los semionovitas mostraron la protesta de la masa de soldados contra la opresión de la servidumbre.

La indignación del regimiento Semenovsky sumió al gobierno en una gran alarma. Los ayudantes del gobernador general de San Petersburgo, Miloradovich, apenas se acostaron durante dos semanas; Uno de ellos, F. Glinka, dijo más tarde: “Entonces vivíamos en vivaques, se tomaron todas las medidas para proteger la ciudad. Cada media hora (durante toda la noche) aparecían agentes de policía, cada hora los alguaciles privados traían informes orales y escritos... enviaban mensajeros, constantemente enviaban gendarmes y había una ansiedad terrible”.

Durante la indignación de los semionovitas, se esparcieron proclamas revolucionarias en los cuarteles vecinos, llamando a los soldados a luchar contra el zar y los nobles, declarando que el zar no era "más que un ladrón fuerte" que siempre defendería a los nobles. Los regimientos fueron llamados a derrocar a sus nobles superiores y elegir comandantes "entre sus hermanos soldados". Una de las proclamas, encontrada en el patio del cuartel Preobrazhensky en octubre de 1820 después del levantamiento del regimiento Semenovsky, decía: “Los agricultores están oprimidos por los impuestos. Muchos nobles envían a sus campesinos a trabajos forzados seis días a la semana. Dime, ¿es posible excluir a esos campesinos de las filas de los presos? Así, las consignas de los soldados rebeldes se hicieron eco de las consignas del movimiento campesino.

Los semenovitas sorprendieron a todos con su unidad y resistencia. Con gran dificultad, a través de un provocador, logramos extraer varios nombres de los “cabecillas” durante la investigación. Fueron sometidos al castigo más severo: fueron sometidos a un desafío; Los que sobrevivieron a la ejecución fueron exiliados a realizar trabajos forzados en las fábricas mineras. El regimiento penal de Semenovsky fue disuelto. Más tarde, los semenovitas exiliados participaron en los disturbios de los trabajadores de los Urales.

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